Hay una situación que se repite con frecuencia, ese momento en el que tu pareja se va al baño, duerme o pasea al perro y la tentación hace que te tires en plancha a “gitanear” en el móvil de tu media naranja, que puede convertirse en una triste monda encogida en espiral si hay indicios de algo feo.
Pero vulnerar el espacio de la intimidad de otro sin levantar sospechas es como comer pipas: una vez que empiezas ya no puedes parar. Y si además encuentras el rastro de algo que no cuadra, un mensaje te lleva a otro mensaje y lo más probable es acabar víctima de la locura, bien por descubrir una verdad o por malinterpretar informaciones que no deberíamos manejar.
En la cima de lo inmoral tropiezo con un amigo que esta semana me confesaba cómo hace unos meses había descubierto un programa espía en su móvil, lo cual no sólo es ilegal sino que constituye un delito y es cárcel; y ya no digamos si difunde a terceros… Su pareja durante semanas había seguido cada movimiento y conocido cada palabra y cada foto enviada a través de su smartphone. Motivos para dudar de mi amigo sí los había, pero no por ello deja de sorprenderme que sigan juntos, puesto que las relaciones en las que cabalga la duda, tarde o temprano, acaban por no sostenerse.
A otros niveles, me indigna sentir constantemente que nos vigilan, Aplicaciones como Facebook, Twitter, Whatsapp o Instagram, por ejemplo, acceden a los datos almacenados en nuestros dispositivos y da la impresión de que ninguno de nosotros le damos suficiente importancia. Permitimos el acceso de terceros a nuestras listas de contactos, nuestros mensajes, nuestra ubicación, nuestros vídeos, nuestras fotografías y otros datos personales, sin pestañear, con un solo clic.
Mirar el móvil es como mirar dentro de la caja fuerte de la intimidad de otro, y en una relación -si no te han regalado el código para que busques y encuentres con absoluta libertad e impunidad -, descubrir deslealtades a golpe de deslealtad no tiene sentido. ¿Os acordáis cuando un paparazzi fotografió a Ashton Kutcher espiando el móvil de Mila Kunis?
No en vano, muchas parejas rompen por este motivo. Porque detrás de la curiosidad, hay un gran poso de desconfianza o inseguridad en uno mismo o hacia tu pareja y una insana necesidad de controlar al otro.
Personalmente, sólo entendería bucear en los secretos de otro si sospechas que tiene algún problema que no desea compartir y crees poder ayudarle rebuscando a golpe de ladrón.
¿Vosotros qué pensáis?
¡Feliz día!
Avec tout mon amour,
AA
Me da igual el móvil de mi pareja, incluso sabiendo la clave de acceso, no le miro, no tengo necesidad d hacerlo, me preocupa más q el pueda caciquear con el mío…
11 noviembre 2016 | 09:20
El espiaje a parte de ilegal , es innecesario… Yo creo que es facil adivinar cuando tu pareja te miente.
11 noviembre 2016 | 10:45
Yo sabia que me tocaba el movil siempre por las mañanas cuando me metia en la ducha, entonces un dia le puse una trampa
11 noviembre 2016 | 12:10
La pareja se basa en la confianza y la entrega mutua, si no te permite ver su móvil es que algo oculta, pues quien nada esconde nada teme. Estas cosas deben solventarse mediante acuerdo mutuo: Quien no le guste que su pareja le mire el móvil, que no haga pareja con quien exija eso, y, por otro lado, quien desee saber qué tiene su pareja en su móvil, que no haga pareja con quien no permita ese control. Santas pascuas, y «tutti contenti».
11 noviembre 2016 | 13:37
Los náufragos no tenemos teléfono pero yo acostumbro a usar una caracola como teléfono móvil.
Hace unos días vi a un cangrejo bastante grande hurgando dentro de la caracola y pillé un mosqueo tremendo.
Ese cangrejo no tendría que hurgar dentro de «mi movil» y enterarse de mis intimidades.
Llevas razon admirada rubia, esa insana necesidad de controlar al otro es un mal rollo.
11 noviembre 2016 | 14:14
Mi ex siempre me intentaba espiar el movil, entrar en mi facebook. Siempre celosa y posesiva. Yo jamás sentí la necesidad de cotillear sus mensajes. Yo confiaba, ella no. Al final al que le pusieron los cuernos fue a mi, por confiado.
Conclusión: Quien mucho recela y quiere controlar es porque se ve capaz de traicionar, y piensa que el otro también. «Se cree el ladrón, que todos…» Pues eso, nunca confiéis en los desconfiados.
11 noviembre 2016 | 15:12
Yo no lo esperaba, pero mí me han espiado y encima malinterpretado hace 10 años y lo pagué y lo estoy pagando con el maltrato diario psicologico que sufro por ello, hay hombres que aunque dicen que perdonan, y nadie les pidio su perdon, no olvidan. Tened cuidado y no os fiéis de nada, no seáis confiadas como yo lo fui, cualquier cosa que queráis hacer o que pueda ser malinterpretada proteged vuestros dispositivos para que no os pase lo que a m que hasta me lo ha quitadoi, si sois independientes no pasa nada, pero si como yo dependeis economicamente de un hombre para vivir, os joderan la vida.
11 noviembre 2016 | 16:03
Jamás espiaría. La libertad individual está por encima de todo. Es más hermosos un amor sin cadena.
11 noviembre 2016 | 17:09
Quien nada teme, nada oculta.
12 noviembre 2016 | 12:41
No se trata de «espiar», se trata de que cuando una pareja se ama y confían mutuamente,, NO SE GUARDAN SECRETOS.
12 noviembre 2016 | 12:50
Todos se hacen los superados, pero si te fueron infiel y le estás dando otra oportunidad, creo que lo mejor en este caso es vigilar. Si en la primera de cambio tenes las pruebas lo dejas y listo. Dolerá? Muchisimo….pero al menos no te engañan. El tema del engaño no es el cuerno, sino que te mintieron. Con este tipo de aplicaciones te das cuenta. La usaras como mucho una semana y ya descubris la verdad.
22 junio 2017 | 14:09