Es grande y simpática. Mucho. Miente compulsivamente cuando se pone nerviosa. Tiende a quedarse semidesnuda en circunstancias sociales. Ha dilapidado su herencia comprando una tienda de artículos de broma. A menudo le llaman “señor” y la confunden con un travesti. Tiene amigos-fruta y una gran debilidad por los hombres guapos y musculosos. Si a estas alturas ya estás partiéndote de la risa y diciendo «sí, sí, sí» es que conoces bien a Miranda.
Para los que no tengan el gusto, déjenme presentarles a una de las cómicas british con más talento y carisma de la actualidad, una mujer que ha sabido llevar el patetismo hasta las últimas consecuencias y hacer de él algo encantador. Porque ahí radica el éxito de Miranda: conseguir que veamos a una mujer tan aparentemente poco seductora y patosa convertirse en una criatura adorable con la que no te importaría pasar el resto de tu vida, que te hace reír mostrándose como es, con un despliegue de ingenio que bebe del surrealismo de los Monty Python y del slapstick más clown.
En cierto sentido, Miranda posee el espíritu Lena Dunham o viceversa: son mujeres que exhiben sus debilidades y defectos, utilizan la ironía como armadura y el rechazo como material de escritura. El humor de Miranda, muy blanco y sin un ápice de cinismo, contribuye a que nos pongamos de su parte cuando otros la critican, desprecian o intentan hacerle pasar por una persona distinta a la que es. Y algo muy importante: a pesar del patetismo implícito de muchas escenas, nada en Miranda llega a incomodarnos, y, debido a su irresistible encanto, nos reímos con ganas de sus payasadas, juegos de palabras, poses estrafalarias, mentiras inauditas y humor físico con caídas y menciones de naturaleza escatológica y sexual.
La calidez de ‘Queen Kong’ (Atención, Spoilers)
Porque Miranda es tierna, cándida, franca, buena, divertida y derrocha simpatía a raudales. Es la antítesis del snob y ha aprendido a reírse de ella misma antes que lo hagan los demás. Carece de ambición y lo único que quiere es encontrar un hombre que la quiera. Le encanta mirar a cámara coqueteando, buscando la complicidad del espectador, riéndose y guiñando el ojo cuando mete la pata. Y se ríe como nadie de su status social acomodado y de sus amigas pijas Milly, Tilly, Bella, Bunty, Hootie, Pussy, Puggle y Podge… que la llaman Queen Kong.
¡Yo también quiero amigos-fruta! |
Miranda tropieza a menudo, canta en las entrevistas de trabajo, galopa por la calle (homenaje a Los caballeros de la mesa cuadrada) y asegura con ironía que le encanta vivir sola, mientras la vemos con un ridículo traje donde se pegan las pelotas de velcro que tira al aire muy ufana o dirigiendo una orquesta de amigos-frutas. Y se enreda hasta límites absurdos en mentiras cuando trata de quedar bien, como cuando se encuentra con Gary Preston por primera vez después que él regrese a la ciudad y le dice que ha sido gimnasta olímpica «en la modalidad de tetonas con corsé y que tiene dos hijos que se llaman “Orlando” y “Bloom”».
¿Basado en su vida? ¡A medias!
Todo lo que sucede en Miranda es muy cotidiano y se reduce básicamente a tres escenarios: la tienda donde trabaja con su amiga Stevie, el restaurante de su amado Gary que está a la vuelta de la esquina, y su casa, en el piso de arriba de la tienda. El guión, muy bien construido, con gags ocurrentes y alocados, se basa en ciertos aspectos de la vida de su autora. Pero, a diferencia de su personaje, con el que comparte características como la de haber nacido en el seno de una familia aristocrática (su padre, David Hart Dyke, es capitán de la Royal Navy, y varios parientes cercanos son lores y sires, con cargos relevantes) y poseer un físico peculiar, Miranda Hart es una humorista de éxito, una actriz y escritora que ha conseguido un programa en la BBC, premiado en los Royal Television Society Awards y British Comedy Awards, y una audiencia completamente entregada.
La cuadrilla de Miranda
Miranda ha sabido rodearse de estupendos actores con los que la sitcom cobra vida. Aun así, sólo su madre, Penny (Patricia Hodge) (o lo que yo llamo una gran actriz, SUCH FUN!), consigue hacerle sombra. Gary (Tom Ellis), el amor de Miranda, es un poco descafeinado, y Clive (James Holmes), pone la nota cachonda de la que carece el moreno con ojos de Bambi. También es muy divertida Sarah Hadland como Stevie, la bajita y pizpireta amiga y compañera de trabajo de Miranda, aunque se haga un poco reiterativo el gag de «What have you done today to make you feel proud?» mientras saca la careta de Heather Small.
En 2012, Miranda Hart partició en Call the Midwife, una excelente miniserie por la que fue nominada a mejor actriz de reparto en los British Academy Television Awards. Al igual que sucede en Miranda, en Call the Midwife interpreta un papel con tintes autobiográficos que borra de la pantalla a los demás compañeros de reparto.
Miranda, que cuenta con dos temporadas, ha renovado por una tercera que se emitirá en 2012.
Ficha técnica
Título original: Miranda
Cadena: BBC One / Two
Año de creación: 2009
Creada por: Miranda Hart
Website
Maravilloso post como siempre!! Todos queremos a Miranda!! Miranda es hamor!! XD
09 octubre 2012 | 11:11
Muchísimas gracias!! Miranda es HAMOR, en mayúsculas, y nos hace reír tanto que la queremos, la adoramos, la amamos!! ¡Miranda, queremos un hijo tuyo!! XDDDDDD
09 octubre 2012 | 11:59