¡Que paren las máquinas! ¡Que paren las máquinas!

¡Que paren las máquinas! El director de 20 minutos y de 20minutos.es cuenta, entre otras cosas, algunas interioridades del diario

Archivo de septiembre, 2013

Presupuesto voluntarista

Deteriorado ante la opinión pública por los recortes, los graves incumplimientos electorales o los zarpazos del caso Bárcenas, el Gobierno de Mariano Rajoy volvió de las vacaciones predicando la buena nueva de la recuperación económica y ha hecho unos Presupuestos para 2014 como si se la creyera.
Huelen a voluntaristas. Siguen muchos de los ajustes y los recortes, y algunos de ellos son tan graves que pueden incluso retrasarla. Las exportaciones van muy bien, la prima de riesgo mejora y abarata nuestra financiación… pero la demanda interna sigue plana o en retroceso (un dato: el comercio minorista lleva 38 meses seguidos cayendo) y puede hundirse aún más con algunas medidas del Presupuesto, como recortarle a los 9 millones de pensionistas unos 3.666 millones de euros al año, congelar el sueldo a los funcionarios y abaratar aún más el salario a los asalariados. Con menos renta disponibles, no se recuperará el consumo. Y sin consumo no habrá ni recuperación ni empleo.
Con el consumo privado y el público alicaídos, sin créditos -con la morosidad casi en el 12%, la banca va a prestar poco-, sin generación de empleo neto… es dudoso que la recuperación económica se note con fuerza en 2014. Optimista hace un año, el Gobierno se puso hiperpesimista en abril pasado. Ojalá no le pase otro tanto en abril próximo.

La semana 39/2013, en 12 tuits

El Gobierno busca un CIO de unos 102.000 euros

¡Atención, tekkies! El Gobierno busca un CIO (Chief information officer) que tendrá mando sobre las comunicaciones y la tecnología de la información de toda la Administración General del Estado.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba ayer un Real Decreto del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas muy revelador. Pese a que desde 2006 hubo en el ministerio una Dirección General de Modernización Administrativa y desde 2009 una Dirección General para el Impulso de la Administración Electrónica, fusionadas en 2012 en una Dirección General de Modernización Administrativa, Procedimientos e Impulso de la Administración Electrónica, el Real Decreto de ayer proclama que en la Administración hay «un elevado grado de atomización» de sistemas informáticos, «un modelo de organización ‘en isla’, que hace imposible disponer de una estrategia unificada, optimizar los recursos disponibles y aprovechar, en definitiva, las ventajas que se derivarían de las economías de escala». Para arreglarlo -¡tachán, tachán!-, se crea una Dirección de Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones de la Administración General del Estado… con rango de Subsecretaría, que es superior a las direcciones generales anteriores.
Aunque el Real Decreto es del departamento de Cristóbal Montoro, el nuevo subsecretario dependerá del Ministerio de Presidencia; es decir, de la omnipotente vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
El Real Decreto no lo dice, pero los subsecretarios tienen en los Presupuestos para 2014 un salario bruto anual (oficial, al menos) de unos 102.000 euros. No, tampoco pide el BOE que se envíe el currículum, quizás ya tenga la vicepresidenta echado el ojo a alguien.

La semana 38/2013 en 17 tuits

La falsa bajada de impuestos de Ana Botella

La credibilidad de los políticos se está disparando. Ayer la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, anunció con mucho oropel y ringorrango una presunta bajada de impuestos municipales. Mucho ruido y pocas nueces. Mucha letra pequeña. Muchas omisiones que lo cambian todo. La señora alcaldesa, en fin, anunció una subida de impuestos que no era tal.
Dijo la alcaldesa Botella que en 2014 -el próximo año- nos bajará la tasa de basuras un 12%. No dijo que lo hace obligada por la ley, no dijo que el Ayuntamiento ha recortado el servicio y que la Ley de Haciendas Locales impide que los ayuntamientos cobren con una tasa concreta más dinero del que le cuesta el servicio concreto que prestan.
Anunció también la señora alcaldesa que bajará un 10% el Impuesto de Vehículos… en 2015. Es, por tanto, una promesa, pues estamos aún a 15 meses del 2015. Y no dijo Botella que este año nos lo ha subido un 2%, que en 2014 nos lo vuelve a subir otro 2% y que la presunta bajada de 2015 se hará porque ese tributo «ya alcanza el límite máximo que permite la normativa vigente», según admite el propio Ayuntamiento.
Dijo también la alcaldesa de Madrid que en 2016 bajará el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) un 5%. No añadió que eso era una promesa, y no un dato objetivo, pues en mayo de 2015 hay elecciones municipales y ella no tiene ninguna certeza ni de que vaya a ser la cabeza de lista del PP ni de que, si lo fuera, vaya a ganar la Alcaldía. Tampoco dijo que los madrileños pagaremos al menos un 7% más de IBI en 2014 y al menos otro 7% más de IBI en 2015. (Anoche, la propia alcaldesa me reconoció estas subidas inminentes en El debate de La 1 -min. 27.35 del programa-
Ayer, en la redacción de 20minutos, con los anuncios y los silencios de Ana Botella y con la ayuda técnica de expertos tributarios, Mario Toledo hizo unos cálculos y le salió esto:
– Un madrileño medio (con una vivienda de 90 metros cuadrados), que hoy paga 48 euros por la tasa de basuras, pagará 42 euros en 2014. Se ahorrará 6 euros.
– Un madrileño que sea propietario de un coche de potencia media (de 12 a 15,99 caballos fiscales) habrá pagado este año 139,7 euros por el Impuesto de Vehículos, pagará 142,5 euros en el 2014 y, si realmente nos baja Botella el impuesto en 2015, pagará 128,2 ese año. Se habrá ahorrado 11,5 euros respecto a hoy.
– Aquel madrileño del primer ejemplo, con una piso de 90 metros cuadrados, pagará por el IBI este año 378 euros, el próximo año al menos 404 euros, en 2015 al menos 432 euros, y en 2016, si Ana Botella es alcaldesa y cumple su promesa, 410 euros. Es decir, pagará por el IBI 32 euros más que hoy.
¿Dónde está la bajada de impuestos? ¿No es más bien una subida?
La credibilidad de los políticos se está disparando tiros en el otro tobillo. Y la de los medios que les compran a los políticos tanto material averiado también.

Quiero tener derecho a votar en Alemania

El próximo domingo se celebran unas elecciones muy importantes en Alemania. Las federales, las que eligen a los miembros del Bundestag, el parlamento federal. El sistema electoral es complejo. Cada votante tiene dos papeletas, en una elige a una persona concreta por su distrito, en la otra a un partido.
Las encuestas dan como clara ganadora a la conservadora CDU/CSU, la coalición de la canciller, Angela Merkel, con en torno al 39% de los votos. Pero dicen también los sondeos que el actual socio de Gobierno de Merkel, los liberales del FDP –su líder, Philipp Rösler, es vicecanciller y ministro de Economía-, se van a hundir hasta el punto de que, si sacan menos del 5% de los votos, no entrarán en el Bundestag. En el otro lado del espectro ideológico, los socialdemócratas del SPD tendrían en torno al 25% de los votos; Los Verdes, en torno a un 9%; y La Izquierda –con quienes el SPD ha descartado radicalmente un posible pacto-, un 10%. En conclusión: si las encuestas aciertan, en pocos días podemos tener en Alemania una gran coalición entre CDU/CSU y SPD. Salvando las distancias, como si aquí, en España, PP y PSOE gobernaran juntos.
El Gobierno saliente, de conservadores y liberales, nos ha ido mal a los europeos del sur. Es el que ha impuesto a Bruselas las políticas de austeridad que nos han llevado donde estamos: paro récord, recortes, poco consumo, subida de impuestos, emigración económica (mucha, a Alemania), desigualdad creciente… No es seguro que una gran coalición alemana derecha-centroizquierda nos fuera mejor, pero sí está claro que con la saliente, conservadora-liberal, nos ha ido fatal.
Los españoles, en cualquier caso, nos jugamos mucho el domingo en las elecciones alemanas. ¡Lástima que no podamos votar! España, como el resto de países de la Unión Europea, cedieron por los tratados parte de su soberanía a la UE, pero ahora nos encontramos con que muchas de las decisiones no se toman realmente en los organismos europeos sino en el Bundestag y en la Cancillería alemana. Debiéramos tener algún derecho a elegir ese Parlamento, aunque solo sea una papeleta, no las dos de los alemanes. ¡Yo quiero votar en Alemania! ¿Tú no?

Los partidos ya piensan en las europeas

Faltan aún ocho meses para las elecciones europeas, pero en las principales formaciones políticas ya estudian estrategias, nombre, alianzas… y riesgos.
Los socialistas creen que llegarán a ellas con el PP tan desgastado que lo vencerán, aunque sea por poco, y se sacarán algo la espina de las dos grandes derrotas, por mucho, en las autonómicas y locales de mayo de 2011 y en las generales de noviembre de ese mismo año. Los populares creen que su marca aún aguantará como la más votada, pese a los recortes, Bárcenas o Cataluña. Para los dos grandes partidos, además, la cita de mayo de 2014 será una oportunidad de desmentir en las urnas eso que dicen muchas encuestas de los últimos meses: que el bipartidismo ha muerto, que la sociedad española ya no está por el voto útil ni por darle la papeleta a su partido de siempre aunque tenga que taparse la nariz…
Los pequeños -IU y UPyD-, sin embargo, creen que en las europeas los ciudadanos les pasarán a los dos grandes las facturas de la gestión de la crisis por parte de Zapatero y de Rajoy y que habrá trasvases de votos tan notables que les convertirán a ellos mismos en medianos o en casi grandes, como les auguran muchas encuestas.
Los nacionalistas probablemente se agrupen en dos listas diferentes por afinidades ideológicas (una de centro derecha con CiU, PNV y Coalición Canaria, entre otros, y otra de izquierdas con ERC, BNG, EA…), como hicieron en las anteriores elecciones europeas, si bien esta vez hay una incertidumbre en el horizonte: en Cataluña hay quien propone que todos los partidos partidarios de la consulta concurran juntos y conviertan las europeas en una especie de plebiscito independentista.
El PP no ha decidido aún quién encabezará su lista. En los anteriores comicios, en 2009, fue Jaime Mayor Oreja, tras algunas reticencias por parte de Rajoy y mucha presión del ala dura del partido para que lo bendijera. Ahora se habla del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que tendría que dejar el Gobierno, o incluso de Javier Arenas, si bien este último es uno de los dirigentes populares más quemados en el caso Bárcenas y con mayor riesgo de acabar abrasado del todo a medida que avancé la investigación del juez Ruz o la memoria del extesorero.
En el PSOE, es muy probable que repita como cabeza de lista Juan Fernando López Aguilar, pese a que en la pugna interna del PSOE hace año y medio se decantó por Chacón y no por Rubalcaba. Lo decidirá el Comité Federal socialista en diciembre.
IU y UPyD tienen las expectativas muy altas. En IU están negociando que les acompañen en las listas algunas formaciones territoriales de izquierda, como la Anova de Xose Manuel Beiras o incluso Chunta Aragonesista. En UPyD habrá primarias para elegir al candidato, si bien la líder del partido, Rosa Díez, ya se ha inclinado por su ya cabeza de lista en 2009, Francisco Sosa Wagner.
Las europeas se hacen mediante circunscripción única para toda España, lo que redunda en una más justa proporcionalidad entre los votos y los escaños. Es la oportunidad de los pequeños y medianos, y un riesgo para los grandes, demasiado acostumbrados a que las pequeñas circunscripciones provinciales de las elecciones generales les llenen el zurrón de escaños antes de levantar la persiana.

El PP ve el otoño más tranquilo en la calle

Cada vez que vuelven las imágenes de cargas policiales contra manifestantes en algún país cercano -como hoy en Grecia-, en el Gobierno de Mariano Rajoy y en el Partido Popular cruzan los dedos. En privado, los dirigentes populares admiten que les preocupa mucho la calle agitada, los ‘rodea el Congreso’ de hace un año, los escraches, las manifestaciones ante sedes del PP cuando sale algo nuevo del caso Bárcenas… Porque esas imágenes se difunden vertiginosamente en todo el mundo y porque un error o una sobreactuación policial -como en Valencia con los estudiantes, al principio del mandato de Rajoy- pueden multiplicar un pequeño incendio y convertirlo en incontrolable.
Como en la economía, en el PP piensan -o al menos eso dicen- que también en esto del clima en la calle el futuro inmediato -los próximos meses, el otoño- se les presenta mejor. Lo argumentan con que la fase más dura de los recortes y de las malas noticias para los ciudadanos ya ha pasado, y que en los próximos meses es improbable que salten nuevos motivos que acaben en dura agitación callejera. ¿Y el recorte de las pensiones? Por ahora, tranquilidad: los sindicatos no están muy encendidos, la oposición tampoco, los pensionistas actuales no parece que se den por aludidos y los pensionistas futuros quizás aún no sean muy conscientes de lo que les espera.
Los más prudentes de esos dirigentes del PP y del Gobierno, sin embargo, aún no las tienen todas consigo. Recuerdan que al PSOE de Zapatero le surgió el 15-M de pronto, casi de la nada… y la Puerta del Sol de Madrid llena de acampados fue una de las más potentes imágenes españolas recientes que se han fijado en la memoria de la opinión pública mundial.

Rajoy y Mas, difícil búsqueda de zonas de acuerdo

La carta de Rajoy a Mas no está siendo nada celebrada en el nacionalismo catalán, pero tampoco denostada frontalmente. En el otro lado, en la parte dura del PP y de la derecha/derecha madrileña, se está viendo como una pequeña victoria propia, convencidos de que han logrado frenar al tibio Rajoy, quizás dispuesto -temían- a hacer guiños «cómplices» a Mas y «cesiones al chantaje catalán».
Hace poco más de una semana, cuando se supo del encuentro secreto en agosto entre el presidente del Gobierno y el de la Generalitat, dirigentes nacionalistas catalanes contaban que no había ido mal, que se había logrado una cierta sintonía… Daban por hecho que la respuesta de Rajoy a autorizar la consulta sería negativa, pero esperaban que deslizara en el texto algún recado de puertas abiertas.
Acertaron a medias. Rajoy no dice de modo explícito que no a la consulta. Lo hace con una perífrasis, hablándole a Mas de «respetar al marco jurídico» y de la «lealtad institucional», y asegurándole que los vínculos entre Cataluña y el conjunto de España «no pueden desatarse sin enormes costes afectivos, económicos, políticos y sociales». Las puertas abiertas han consistido en varias apelaciones al diálogo «sin fecha de caducidad» -en contraposición a las prisas de Mas- y a «trabajar conjuntamente», así como algunos piropos y cortesías: Rajoy dice que siente «profundo afecto por la sociedad catalana en su conjunto» y «respeto institucional a la Generalitat», y glosa la «extraordinaria relevancia» de Cataluña en el conjunto de España» y la «riqueza, pluralidad y singularidad de la sociedad catalana».
La carta quizás no reduzca ni un ápice el conflicto, pero al menos no lo ha agravado. El diálogo siempre es bueno, mucho mejor que el distanciamiento y los encontronazos de todo el último año, en el que Mas casi cedía el liderazgo catalán a ERC y el Gobierno despreciaba y ninguneaba la efervescencia soberanista, convencido de que la fiebre bajaría sola. Lo que está por ver es si el diálogo llega a tiempo de salvar los vínculos entre Cataluña y el resto de España y de sí realmente pueden Rajoy y Mas encontrar zonas de convergencia y acuerdo que les admitan las respectivas parroquias de cada uno.

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