En medio del desastre universal global y local llega el veranillo sin nombre, un repentino calor o buen tiempo súbito que no ha visto la IA ni la orgánica, una tarde para pasear entre las ruinas, tumbas, demoliciones, prejuicios, polarizaciones, guerras, horrores. En medio del espanto que ya nos cerca asoma un día de CC plenamente climático mientras a la oleada de noticias de sequía Cat siue la de los osos polares muertos de hambre y todo tundido por el horrible crimen de dos GC en Barbate arrollados por una lancha y la unidad contra el narco desmantelada por un ministro -y un presidente– que se resisten a irse. La tragedia les ha estallado en las narices de piedra, en medio de los fastos y saraos de jetset y élite y casta intocabilísima y el adobo o guarnición de este caos es una tropa de tractores y agricultores y ganaderos muy enfadados porque ven que proento ya no van a poder vivir de su trabajo y sus tierras, y encima tienen claro despúes de una semana de cortar vías y manifestarse que nadie les hace caso y que a nadie le importa nada este sector que viene desmantelando Europa. La desidia la inhumanidad y el disimulo se instalaron en el CRACK del 2008 y cada día son más fuertes y más obvios. En este pudridero posmoderno lleno de señuelos para autoblindarse y no ver nada el CC, con el mayor consumo de petróleo, ha traído un día para dar un paseo gratis por las ruinas inminentes y no encender la calefacción