El poder lanza anzuelos cada hora y media aprox. y cada cual se engancha al que le mola. El poder, y más cuando no puede hacer nada (que es casi siempre) llena su tiempo y el de sus ciudadanos con toda clase de tontadas, memes, amenacillas, ensoñaciones… En ciertas épocas polariza más, según lo que le aprieta su impotencia… o polariza mucho más, si ve que se le agota la sesera de tanto darse testarazos contra las realidades, de suyo complejas y caóticas. El gentío también querría que el poder sirviera para algo útil, o al menos que supiera estarse quieto a ratos. Pero la inacción no puede convivir con el silencio, y menos con la prudencia. El poder se muestra desencajado, tensa la quijada y presto el body al exabrupto… y la sociedad, que ha adoptado como prenda la sudadera de borra, emula a sus próceres y se encrespa. Haya paz hasta que pase esta hora y media, yaya.