Y así se ha suicidado la semana enero/febrera, de las gripes y virus pasamos a la sequía y lo demás todo amnistía, falló el socio, shock sobre caos sobre susto, triples impactos cada semana/día, cuádruples shocks de socios díscolos que quieren mandar y mandan más que el presunto gob, a SXXX se le ha afilado el perfil, pómulos como lanzamisiles, se complica la complejidad o viceversa. El mundo se deshace por tres ocuatro puntos de fuga, sale magma hirviendo por esos sumideros de horror y cada humano es un blanco móvil, una víctima anunciada o ya desaparecida. Los pistachos llegan de Irán, frutos secos del enemigo. Occidente tiene pocas simpatías entre los emergentes o emergidos –según sus propios analistas– que comercian con Rusia y se acogen al nuevo yugo chino, aunque nunca ha sido muy popular Occidente entre sus colonias formales o informales, pero en las décadas post URSS no había alternativa. Y ahora tampoco.