Han vuelto mis turistas chinos preferidos, como escribió Miguel Labordeta, «mis poea chinos preferidos», claro que entonces, pleno medio siglo y pleno franquismo, no había chinos de verdad en el erial hispano, solo había poetas.
Poetas perdidos, he visto un rato o dos el plenario y ahora veo la calle con policías y manifestantes con banderas a modo de capa, y estoy conmocionado.
Alguna forma ha de haber de superar este enfrentamiento, este malestar hinchado con la bomba de la bici. Tengo el mismo malestar físico que la víspera del ataque de Hamás. Espero que solo sea frío súbito, fatiga por ambiente tan polarizado, y no una premonición. Quizá es por los volcanes y terremotos de Islandia. Al menos esos se sabe qué son.
Han vuelto mis turistas chinos preferidos, grupos numerosos que sonríen y se hacen selfis. Xi Jinping a a ir a EEUU a ver si le dan permiso para importar los chips pequeños, aunque quizá ya los han copiado o inventado todos. A ver si lo que busca Xi es una cierta paz, que también a ellos les perjudica esta locura bélica múltiple.
Si alguien en el Congreso mostrara un poco de comprensión hacia los rivales, incluso hacia los socios!, sería fabuloso. Un poco de cortesía interior para disipar por un instante este agobio que no deja de crecer.
Gracias.