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El big data del alma

El peso del mundo en el puzle interior

El puzle interior coincide a veces y a veces no con el puzle mundial o galaxial si me apuras.

El puzle íntimo es un barullo irresoluble del amasijo neuronal (+ el alma si acaso) que viene ya rulando por defecto de fábrica.

El motor o maquinaria neuronal lleva una velocidad de procesador como en el móvil el ordenador que no se puede reducir o acelerar sin provocar efectos quizá no deseados.

Se puede apagar con somníferos o anestesia etc. Se puede apagar del todo a voluntad pero entonces no se puede arrancar de nuevo que se sepa. No hay evidencias ni testimonios recientes.

El puzle interior rara vez puede funcionar de forma independiente del mundo que le rodea, la famosa circunstancia orteguiana. Quizá en este momento de la historia el mundo influya más que nunca en el puzle neurótico… o menos, ¿cómo saberlo?

Aunque alguien llamado X pudiera estar un día en el siglo XII por ejemplo y luego en el presente o en el año cinco mil antes de Cristo, aunque pudiera, le sería difícil concluir en cuál de esos momentos le agobia o le interfiere más el mundo, el peso del mundo.

Quizá en el XXI, con sus cosas buenas y malas, haya más resquicios de libertad y soledad y silencio para aislarse por momentos del peso del mundo, Una habitación propia de Wolf, un poco de calma y hasta sentirse libre. El progreso es más evidente en la mujer (no en todas partes, y con limitaciones).

Puede ser.

 

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