Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Breve soledad

Al fin casualmente me quedo solo por un rato mínimo

Quizá lo he deseado, aunque tampoco con mucha intensidad

Al fin solo unos minutos

Me pregunto dónde estarán, qué tal les irá, qué hacen…

cuándo volverán

Me pregunto todo lo demás (cuánto me queda… qué he de hacer…)

No me atrevo a preguntarme eso de los demás, sería quebrar su intimidad relativa

El calor sube con los nervios, está claro. Y quizá con la soledad, aunque eso depende de los nervios de los demás

Los nervios atraviesan paredes de pladur de dos metros de espesor

Hay que saber distinguir los nervios inducidos (como las cocinas de inducción, sí) de los propios

El cuerpo/mente se adapta al calor a medida que aumenta el verano

Estoy ya tan adaptado que a 33 grados tengo fresco, necesito un jersey

Excepto que me suban los nervios

La soledad es este párrafo (·)

Podría seguir un ratito

ahora que la soledad efímera ha cesado, menos mal

Con Ibáñez (dos enlaces), con Jane Birkin, amiga del niño Jorge Sanz en su primera peli, La iel, de Pedro Masó.

Y especialmente con Andrés Cuartero, ay, que estudiaba filosofía.

 

 


Adiós, Ibáñez, Ana Merino

Ibáñez, el dibujante que convertía a los lectores en amigos, Javier Pérez Andújar

 

 

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