Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

La censura sin censura

Aparece la censura, mmmmmh. Llega la ley seca, el prohibir. Oooh. Aquí se juega. Cómo son esta gente. No pensábamos que llegaran a toanto, que fueran tan así…

Oh, y ahora que les hemos votado TANTO, ¿qué hacemos?Habrá que esperar otros cuatro años y a ver qué van prohibiendo cada semana una cosa. Hasta que ya no haya nada que prohibir.

Cruel decepción liberal con esta iliberación. Ay mama, qué distopía. La distopía la teníamos en casa, es universal pero la nuestra la hemos votado aquí, hace un mesy y pico, oooooh, qué himos hecho pues.

Y así va pasando el cruel mesecito de las primeras censuras, del trumperío importado residual rampante en versión española, a ver pues, ay la censura, qué horror. Virginia Wolf prohibida. La gran cancelación ha llegado. Así se empieza.

A ver.

Las próximas elecs inminentes no les cortan ni un pelo, al revés, les estimulan y les jalean para alardear y censurar.

A ver.

Aquí se jugaba.

El vendedor llama mil veces. La peli decía «El cartero siempre llama dos veces» (novela). La rey y el boe no impiden que sigan llamando. El gob hace cosas con buena intención y a veces sirven para algo.

Sobre la dificultad de leer (EC) Aquí el artículo entero.

Por qué parece que ya no sabemos nada de la economía global (NYT/es).

La crisis mundial de la deuda se complica por la rivalidad entre EE. UU. y China (NYT/es).

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