Lo de Ohio, el tren descarrilado con vagones con sustancias tóxicas, sigue golpeando con nuevas casualidades o coincidencias. Informe preliminar sobrecalentamiento de los ejes del tren.
Después del tren, que ha sido clavo ardiendo para que reaparezca la pesadilla de Trump, estalló una industria metalúrgica a cien kms de allí, en Oakwood, los vídeos son espeluznantes: vuela todo un lateral de la factoría. Murió un empleado y trece fueron atendidos por heridas. CNN.
Los cinco especialistas en medio ambiente que iban a investigar el suceso han muerto al estallar el avión nada más despegar :
«El avión transportaba empleados del Centro de Toxicología y Salud Ambiental cuando despegó del Aeropuerto Nacional Bill y Hillary Clinton en Little Rock alrededor del mediodía del miércoles, según la firma y la Administración Federal de Aviación.
Los empleados se dirigían al Aeropuerto Internacional John Glenn Columbus en Ohio para responder a una explosión fatal en una fábrica de metal, dijo un portavoz de CTEH a CNN en un correo electrónico.»
En fin.
Estas coincidencias, en un cuento de Borges, significan algo. Pero esto es verdad, de momento todo es verdad.
En algún momento habrá que prestar atención a esto.
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De la bola del Titanic aparecida en una playa de Japón no hay novedades.
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Nuevo Mapa de Contaminación Química Permanente en Europa, publicado por The Guardian. La fuente.
Pelos de punta, etc.