Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Fakea que algo queda

Por eso muere la semana en pleno tarjeteo. El año ambiguo vencido sin saber el balance. Quebrando a lo grande. La luz más barata de Europa y más cara que nunca, o lo que sea será. El paro más alto/bajo desde que hay termómetros, etc.

El catarro del mes es casi covídeo, largo y denso reventa de pañuelos de papel en todas las esquinas y semáforos.

Las teles se hunden como casi todo, nadie se fija en nada, la atención aquella se disolvió hace tiempo. Bajan las audiencias que ya estaban medidas a ojo, o a bulto.

Más o menos todo hay que hincharlo un poco para llegar a fin de mes. Como reunirse en el metaverso. Son burbujas no sabríamos vivir. Zombimente suyo affmo.

Flojean las audiencias porque ya se habían ido, pero cada cual tiene su CIS a su imagen y semejanza y todo esto te daré si eso.

Apenas queda nadie vivo en el salón, cada cual a lo suyo en plena era del ensimismamiento compartido.

Apenas queda atención viviente. Ni el fútbol interesaba ya. Lo de Qatar es desesperación sectorial: el fútbol se vende a las dictaduras porque ya ve que la audiencia tiene otros tiktoks y un partido se reduce a unos segundos y, si hay suerte, a unos memes de espontáneos.

Hasta al que salta al campo hay que contratarlo, hacerle un seguro, cláusula de confidencialidad.

Hay que fakear la info, las declaraciones, los protagonistas y hasta los lances del juego (ahora con el VAR). Luego piden disculpas y consiguen otro pequeño éxito por haber fakeado y por haberse disculpado: el caso es seguir unos días más.

Fakea que algo queda, y luego la disculpa, si procede, realimenta la monserga. El deporte se copia de la política.

Las audiencias ya se habían ido yendo, solo que los artilugios medidores de las teles son tan tramposos como los propios entes emisores.

No es que la audiencia se canse de la bazofia, es que se ha muerto, o tiene otros canales.

La bazofia está normalizada o estandarizada. Solo algunos catedráticos eméritos podrían distinguir los pufos de las trolas, y ya se han ido a dar los 10.000 pasos diarios… ¡a toda leche!

La audiencia hace como que está viva, deja la monserga en marcha por si vienen ocupas o ladrones o por inercia, pero su mente está en otras cosas, intentando el mindfulness que no existe o vete a saber.

El mindfulness solo lo consiguen los santos, pero el móvil ha acabado con too.

Alcanzar el mindfulness sin fe, como llegar al mileurismo, es imposible.

El viernes tarjetea lo que puede y a ver si mañana sigue todo en pie: redes, bancos, gobiernos (los hay a cientos, alguno quedará).

 

Los comentarios están cerrados.