El jefe de la justicia española, un tal Lesmes, ha dicho que si pp-psoe no arreglan pronto lo de la justicia él dimitirá.
Lleva años echando discursos ante el rey y toda la prosapia leguleya funcionarial (la «apertura del año judicial» es como la vuelta ciclista o la pascua militar) y por fin amenaza o advierte que si no arreglan el pasteleo él dimitirá.
Ya lo iba a hacer hace cuatro años de los nueve que lleva en el cargo pero como la justicia (española) es tan lenta no ha querido salirse del paradigma.
Hubiera sido un escándalo: el presi del cgpj se va sin respetar la proverbial lentitud de la justicia española.
Al rey no le ha debido de sentar muy bien este ultimátum lesmesiano en su propia presencia. Lo podía haber admonicionado en un auto o en una encíclica jurídica pues nadie, ni siquiera los que viven de ese lentísimo kafkiano negociado, lo hubiera escuchado. Porque escuchar o leer cuesta ya una pasta en recibo de luz, gas y consumo cerebral. Los memes de élites en bucle cansan.
Hasta el rey, que es la máxima autoridad en este desmoronamiento unánime, se habrá irritado de tener que absorber semejante torrazo.
Un juez sanote y cabal dimite y a otra cosa. O dimite por wasap.
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