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El big data del alma

Que gobierne España el niño IA de Google

Ingeniero de Google/Alphabet dice que la Inteligenica Artificial/IA ya siente y responde como un niño. La empresa lo despide (al ingeniero, no al niño) por saltarse la confidencialidad y hay algo de qué hablar.

Este atisbo de IA emocional ayuda a sobrellevar la ola de calor y odio (quizá es lo mismo), la caída de las bolsas, inflación, precios, guerra(s), etc.

En Spain nos vendría bien el niño IA de Google, si es que existe: un poco de ingeniería emocional.

El propio gob esp podría pedir prestado un ejemplar o terminal de esa IA para que gestionara los asuntos y así Sxxx y sus ayudantes no meterían más la pata. Es improbable que el niño IA de Google hiciera tantas pifias como vienen realizando los humanos.

Lo de Marruecos & Argelia lo solucionaría esa IA infantil en un par de líneas (además, ya no tendrían que traducirlas mal como la cartita de Sxxx a Rabat), la IA emocional de Google seguro que se comunica con emoticonos y así todo volvería a ir simplemente mal como siempre.

Bueno que gobierne España y, de paso, el mundo. Tampoco hay tantas lumbreras por ahí. De hecho, Sxxx es casi ideal: le falta incrustarle el chip del niño IA como software auxiliar… o principal.

Bolsas. Desconfianza en la especie. No mencionar la prima de riesgo.

La desconfianza ya no es en los negocios, los contaiers, la entrega de los chips… ni siquiera en los políticos –¡ese Johnson!–, la desconfianza es en la propia especie. Ella misma en bucle sobre sí misma/o.

Entretanto los responsables de lo suyo ya preparan la cumbre otánica: casi todos se han encargado los trajes de verano azul-OTAN, los botones son estrellitas y cada preboste será por lo menos capitán general.

Actualización: Lo de la rebaja de la energía se estrena con decepción: más cara la luz. Que gobierne el niño IA de Google.

La sonda Gaia de ESA, Agencia Espacial Europea, ha mostrado el tercer mapa de la galaxia y alrededores. Las primeras entregas, de 2016 y 2018, se enriquecen ahora con más estrellas, más dimensiones. La sonda Gaia se vio con el Telescopio Espacial James Webb, recién llagado: comparten la zona de observación, a 1,5 millones de kms de la tierra.

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