Viernes fin del mundo selfie primavera Jesús muere en la cruz en un vertedero de plásticos. Gólgota quiere decir fosa común esclavitud.
Un niño ve anoche Espartaco y le explican qué fue la esclavitud pero Kroos, jugador del Madrid, declara ante el mundial de fútbol de Qatar que en ese emirato los trabajadores sufren jornadas infames, mueren de calor y son maltratados, a mayor honra del fútbol global y el espectáculo inerte.
La esclavitud hoy es un valor ético universal, un must para los negocios.
Una fortuna de un tipo casi anónimo ha desaparecido en dos días, los FT y WSJ lo venían aireando esta semana extraña en la que crucificamos a Jesucristo por rutina, lo crucificamos sin quitarnos la mascarilla, sin dejar de beneficiarnos/sufrir la esclavitud, rutinaria también. Kroos no es el único futbolista que menciona el asunto de Qatar y su mundial de esclavos.
En Birmania la junta golpista militar cede algo y pacta una tregua con la pobación que no se deja golpear, al borde de la guerra civil, guerras cívicas del veintiuno.
Un tipo casi revienta el sistema otra vez con sus miles de millones inventados. La época favorece la invención de dinero, derivados, swaps, futuros, fondos tan raros que nadie los comprende… al lado de estas tinieblas las criptomonedas casi parecen juegos de mesa. El sistema es opaco para sí mismo y sus dueños y gestores son los primeros que no saben cómo funciona.
Esta tarde matamos a Cristo.