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El big data del alma

El gobierno hace un black friday a sus amigos

El gobierno hace un black friday a sus amigos-socios-aliados y el resto ya se apañarán. Es lo de siempre, pero en un momento más delicado.

El gob lo es por los socios que lo pusieron y le mantienen, y se debe a ellos, aunque esa deuda sea deshacer el país, algo que ya vienen haciendo pp-psoe desde la última cena, años setenta, finales, cuando se parcheó el solarium.

La transición ha sido sobrevalorada, y por eso está siendo sobredespreciada. En su grandeza, es todo más normal y menos mítico, un parche en el caos y seguir tirando… sin matarse. El éxito fue no matarse de nuevo, un éxito relativo porque estaba muy reciente la última razzia, y sus interminables epílogos.

Pero bueno, ahora estamos en el XXI, plena pandemia, y todo se repite un poco pero en otra elipse de la espiral, no sabemos aun si es hacia arriba o hacia abajo. Puede ser una espiral en dos dimensiones.

Entretanto el gob sigue desmontando España para seguir él, lo de siempre pero avanzado y casi digital, aunque esto tampoco se lo cree nadie. Aun estamos en Atapuerca en lo digital.

España corre peligro por la ausencia de bares. Hay muchas calamidades solapadas pero la de los bares es la peor. Los niños sufren ya el cole mascarilla, los profes aun más, los padremadres están fritos (fritows), nada funciona… excepto el black friday, esa costumbre.

El bf es reciente, importado, no viene de la tradición cristiana ni pagana ni del creciente fértil, es una tradición desesperada para sacar para comer, y eso es lo que hace el gob dando rebajas a sus socios periféricos mientras calcula lo que falta para que llegue algo de Europa, si es que llega.

El black friday es tan imperioso y tan desesperado que ni se repara en el black, qué más da ya nada, casi no quedan fuerzas para los detalles. Papá Noel ha muerto, se lo ha llevado el coronavirus o la vacuna placébica, nadie lo sabe porque está en un camión frigo en un descampado en Nueva York.

Los Reyes Magos se quedan en palacio, este año no salen. El 2020 nos ha quitado las últimas primeras ilusiones y nos ha dejado puesta una mascarilla que en España la alargamos como alargamos la vida de los coches viejos, doce años de un coche equivale a doce horas de mascarilla. Más el iva de quita y pon.

El gob hace un black friday a medida de cada socio, como ha sido siempre mientras haya algo en la huesera.

La prueba del fin del mundo es que ha muerto Maradona, que era inmortal.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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