La gente sale salimos a todas horas, con cualquier excusa, a la farmacia tres veces al día, a comprar pan, a pasear la mascota imaginaria, a llevar esto o lo otro a alguien, a…
Salir es la consigna secreta, excepto los que han de salir, que solo querrían entrar, probar ese encierro obligatorio… ordenar armarios, limpiar algo… tal vez pensar.
Si no puedes cambair los hechos cambia la forma de medirlos.
Si no entiendes nada, bienvenid@ al club.
Si todo te desborda, okey pues. Y qué tal pues.
En China renace el virus, los genomas se multiplican bajo las lupas… el bicho es totalmente desconocido, no hay manera, cada día en alguna parte descubren una nueva afección (¡ictus e infartos en jóvenes!), un nuevo foco, una sorpresa en los síntomas… ¡La nicotina va bien! Hay estudios para todos los mercados y productos.
No tardará en salir un estudio que acredite que el petróleo va bien conra el bicho. ¡El petróleo se ha hundido! Pero no baja la gasolina.
En China cierran Harbin, un reflujo, un supercontagiador octogenario.
Si no entiendes nada y la realidad se mofa de ti, dices una barbaridad, una boutade mundial. Es el caso Trump, que viene haciendo eso desde el primer día, y sigue: demasiado mayor para cambiar de guión. Trump ha dicho que beban detergente. Y que si el desinfectante en vena puede ir bien.
Entretanto salen las colas del hambre.
De momento nadie oficialmente ha proclamado la doctrina anterior: austeridad. Hay demasiada tensión en el ambiente. Más que virus, que también, hay espanto. Cada día lo ves crecer, por dentro y por fuera.
Por eso aun nadie ha decretado la austeridad calvinista de la vez anterior, que fue anteayer… y aun dura.
El Estado aun no ha hecho nada, aparte de decretar protocolos y exigir requisitos. El Estado, el gobierno, está dudando si gastar unas perrillas en aliviar la miseria o en acatar la ortodoxia de la crisis anterior que aun dura. La verdad es que se han empalmado las crisis y el mundo se está hundiendo.
Beban detergente, amigos!
Europa tampoco afloja, la gente que se fastidie, como siempre.La Unión va a copiar el modelo Sánchez, un postmodelo que finge hacer algo, ayudar, restañar el oxidado y diezmado estado del bienestar (sic) mientras que en la práctica se queda quieto.
Que pase el tiempo, ya veremos.
Al Estado, a Europa, el tiempo le va aligerando de cargas y gente, que se va muriendo de esto y lo otro, hasta del virus.
La respuesta oficial universal, aparte de disimular, es:
¡Beban detergente!
Si al menos lo regalaran…
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