Veinte Segundos Veinte Segundos

El big data del alma

Pequeño apocalipsis diario

Estamos en la muerte que se nos va llevando, y por esa proximidad nos da más miedo perder el trabajo que el propio virus.

El virus es la forma que ha tomado el apocalipsis este año, esta temporada, es tendencia, como decimos respecto a tantas otras cosas, se ha hecho viral.

Y ahí estamos, entre la prevención, el comercio (que no se pare), el turismo (que no dure mucho el parón), las ferias y fiestas, carnavales, cuaresmas… y el propio bacilo, un trozo de adn (cuatro letras) que a veces es mortal.

La poca info, la lentitud de la IA, que iba a salvarnos, la poca respuesta de tantos prcesadores, simulaciones, computación ¡cuántica!, el no saber casi nada… de nada.

El coronavirus o virus de Wuhan, el mercadillo chino, ya nadie habla de China, quizá ha desaparecido en la niebla, entre los vapores de desinfectante… el virus se ha apoderado del mundo y sus redes, quizá se transmite entre los mensajes, como un poema letal que entra en el flujo del propio adn, letras con letras, sonidos sin sentido, adn basura, materia oscura…

Luz que se dobla.

Lo demás va como puede, en medio d eun nuevo tipo de depresión, el cambio climático que no llegaba y ya ha pasado, estamos en medio, y el virus es el primer símbolo, las cuatro letras del fin del mundo, que enseguida se reiniciará él solo, a fuerza de pib o PIN y PUK, teclenado se arregla todo a martillazos.

Ya casi estamos

 

El caos lo aprovecha Plácido Domingo para reconocerlo todo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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