El juez Marchena ha reaccionado al tremebundo whatsapp de Cosidó y ha hecho la cobra. Como Bisbal a Chenoa.
Se supone que hasta hoy el juez estaba de acuerdo en presidir el CGPJ y el Supremo, según el contubernio –constitucionalísimo– de PP & PSOE.
El acuerdo lleva más de una semana siendo público y notorio. Marchena no ha objetado nada en esa semana, por lo tanto aceptaba.
Así que su renuncia por impecable comunicado ha sido por el whatsapp de Cosidó a los 146 senadores peperos.
Así que ha hecho la cobra. Primero sí, luego no.
(…)
Luego ya, todo se ha desmadrado, se ha despadrado.
Cosidó se aferra al sillonazo. Aunque cuando alguien dice que se siente «respaldado» es que está al borde de darse un cospedalazo.
Indep Cat, ya olvidados, incluso por ellos mismos, aprovechan el caos justiciero para arañar algún titular por abajo. Ya es mucho. Recusan a Marchena, que ahora vuelve a ser el que dirija el juicio por el golpe.
Todo palidece ante los supermemes comerciales del minuto: Rosalía, el viernes negro, las atrocidades del mundo… que va a mejor, a grandes rasgos, según Pinker.
Todo ok.
El PP, de nuevo ante sus fantasmas, por todos lados, hasta por el barcenato.
El PSOE, que ya es solo Sánchez y sus periplos globales, enfoscado por todos lados.
Podemos, ay, el IgleSánchez se queja y refunfuña, pero hablan todos los días. La alianza es sólida y líquida. Irrompible, irremediable.
¿Cual queda? Ah, sí, Ciudadanos, que sigue dudando entre sus… lo que sea.
…
Parece que Cosidó, con su mensaje, ha querido dinamitar el acuerdo PP-PSOE, aunque para ello haya tenido que reventar a su propio jefe de filas, o quizá por eso y para eso mismo.
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