Imágenes: warwick.ac.uk, completecareshop.co.uk, acmcare.org.
En España viven más de ocho millones de personas mayores de 65 años (cerca del 20% de la población). Y aunque más de dos millones padecen alguna discapacidad motora, el 97% de ellos prefiere seguir viviendo en su casa que mudarse a una residencia.
Este envejecimiento y los problemas de movilidad que conlleva plantean un reto a gran escala para facilitarles la vida dentro de nuestros hogares, que ya abordé recientemente en la entrevista a Ángel Martín, de Arquitectura Sin Fronteras.
Con él hablamos de problemas de accesibilidad en nuestros hogares, soluciones y alternativas (te recomiendo echar un vistazo a la guía de accesibilidad que me facilitó y a los consejos para pedir ayudas a la accesibilidad en nuestros hogares).
Cada Comunidad Autónoma ofrece facilidades a sus mayores en forma de créditos y subvenciones para adaptar y rehabilitar sus hogares, además de eliminar barreras arquitectónicas o instalar ascensores comunitarios.
Hoy, y dentro del bonito ciclo-homenaje a la relación entre nuestras vidas y nuestros hogares, quiero repasar algunos consejos e ideas para adaptar cada vivienda a este momento —la madurez y vejez— en el que la seguridad y la comodidad son los objetivos prioritarios bajo nuestros techos.
A continuación, da un paseo conmigo por cada estancia de la casa para comprobar las áreas de mejora.
El dormitorio
Puesto que aquí almacenamos ropa (tanto personal como de cama), lo más importante es situar cajones a la altura más accesible para nuestros mayores: sin que tengan que agacharse mucho, a ser posible, y nunca a más de 2 metros de alzada.
Es fundamental evitarnos subir a sillas o escaleras para prevenir accidentes, para lo cual moveremos aquellos objetos de uso más habitual a las áreas centrales de los armarios.
La cama también es un elemento cuya altura deberemos tener muy en cuenta: el nivel adecuado es aquel en el que la persona se siente y levante con facilidad, ni más, ni menos.
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Por supuesto, y como será necesario que de vez en cuando se sujeten a cabeceros, estanterías o cómodas, estas deberán estar muy bien ancladas a paredes y suelos.
El baño
Lo primero es sustituir la bañera, de haberla, por un plato de ducha al nivel del suelo. Las alfombras antideslizantes y las barras de sujeción en ducha e inodoro serán de gran ayuda también. Y si se utiliza una estufa para calentar el aseo, debe conectarse un rato antes y desconectarse siempre durante la propia ducha para evitar peligros eléctricos.
La cocina
Una vez más, atención a las alturas a las que situamos los utensilios de cocina: todo ha de estar a mano y bien organizado. El espacio para moverse con soltura es fundamental..
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Y si nos empieza a fallar la memoria, mucho ojo con apagar los electrodomésticos después de su uso, especialmente la vitrocerámica, el horno, etc. En la misma línea, cerremos las llaves de paso del gas después de cocinar.
Pasillos y salas de estar
De una forma más general, tengamos en cuenta que todo aquello con lo que nos podamos tropezar, sobra: cables, decoración superflua a la altura de los pies, juguetes… todos pueden suponer una trampa para nuestros mayores.
Recomendaciones generales para toda la casa
Lo más importante es evitar obstáculos inesperados, manteniendo la casa en orden, una iluminación correcta en todos los espacios, y las alfombras bien sujetas al suelo -para lo cual os dejo un vídeo tutorial muy práctico a continuación…
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Pero lo fundamental, por encima incluso de poner en práctica todos estos consejos, es estar pendientes de esas personas gracias a cuya vida, amor y esfuerzo, somos hoy quienes somos.
Así que, como primer paso para devolverles toda dedicación que tan generosamente nos han otorgado, te animo a que cojas ahora mismo el teléfono y hazles saber lo importantes que son en tu vida. Nada les hará tan felices como saber que los tienes presentes cada día.
