Por Carlos Carretero Legrand
Resulta que por estacionar el coche en doble fila más de dos minutos, aún cuando esté el conductor dentro y no estorbe a nadie, el Ayuntamiento de Madrid pone 150 euros de multa. Esto sin tener en cuenta para nada el nivel de ingresos de la persona a quien se le sanciona, con lo cual los más ‘castigados’ son los de siempre, quienes se encuentran más desfavorecidos económicamente.
Exijamos a la alcaldesa, mediante cartas o emails, que cambie la actual legislación en materia de multas. De tal forma que tengan el fin disuasorio que debieron tener siempre, y para ello han de ser por un importe simbólico, proporcionado y por supuesto justo, es decir que se pongan cuando se cause un daño o perjuicio. Todo esto que propongo tiene por finalidad crear conciencia y no rabia, como ocurre en la actualidad, mediante el castigo.