Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Entradas etiquetadas como ‘diada’

Ni esteladas ni cruces en el fútbol

Por Martín Sagrera Capdevilla

Una estelada gigante avanzando por las calles de Barcelona durante la manifestación de la Diada (EFE).

Una estelada gigante avanzando por las calles de Barcelona durante la manifestación de la Diada (EFE).

Supongamos que, impulsados por sus obispos, unos católicos quisieran prohibir de nuevo por ley el divorcio a todos, y para ello inundaran los campos de fútbol con cruces o símbolos marianos.

Pues eso –y mucho peor, pues les daría poder para cambiar todas las leyes– es lo que han hecho con su bandera los independentistas en el Barcelona C.F. y pretendían repetir en Madrid, pervirtiendo ese espectáculo deportivo.

También han adulterado otros actos comunes, como la Diada, empleando en otras esferas incluso las multas y hasta la agresión física. Así intentan imponerse por la violencia y el miedo a la mayoría de los catalanes, pisoteando –contra toda justicia, aunque fueran una mayoría– nuestros derechos humanos.

Como todos los totalitarios, exigen tener libertad ellos para quitárnosla después a todos los demás.

Señor Piqué, le creeremos cuando exprese bien clarito que se siente catalán y español

Por Juan Fernández Sánchez 

Gerard Piqué durante una rueda de prensa (EFE).

Gerard Piqué durante una rueda de prensa (EFE).

Ahora va a resultar que Piqué no acudió a la Diada ni ha pronunciado lo que dijo en varias ocasiones. Debió ser un doble y lo que se puede leer en las hemerotecas y ver en los vídeos son cosas de montajes.

En una conferencia de prensa Piqué ha afirmado que “no pide la independencia”, que sólo está a favor de la consulta, lo único que pide es votar  (¿el resto de los españoles no tienen derecho a decidir?) e indica que no es contradictorio que apoye la consulta (por el independentismo, le refrescamos la memoria) y jugar “aquí”.

Mire, Piqué, “aquí” es España. Déjese, como Del Bosque (debe ser el único seleccionador nacional del mundo que evita pronunciar el nombre de su país) de decir “La Roja”, “este grupo” y cosas parecidas para referirse a España.

Si es verdad lo que ahora dice, pues que exprese bien clarito que se siente catalán y español y que quiere jugar con la selección nacional. Cuando lo diga, le creeremos. Mientras tanto muchos podrán pensar que ahora recula por cuestiones de contratos publicitarios en relación con la selección.

Además, se podría pensar que los representantes de su mujer quizás le podrían haber dicho que eso del separatismo podría influir en las ventas de sus canciones y en sus contratos en España.

La pela es la pela, eso lo sabe muy bien. Los malentendidos se arreglan hablando claro. Venga, Piqué, diga: “no quiero la independencia de Cataluña y quiero jugar con España”.

Salvajes y cobardes

Por Agustín Arroyo

Las denigrantes y vergonzosas imágenes de un grupo de ultrapatriotas o ultraderechistas, por no decir nazis, irrumpiendo violenta y vocingleramente en la sede de la delegación de Cataluña en Madrid, nos demuestra que todavía existen especímenes del Cretácico que se camuflan como ciudadanos aparentemente normales entre nosotros. Sus modales, voces y gestos nos recuerdan a las viejas partidas de la porra contratadas para ejecutar, intimidar, humillar y moler a palos con porras, barras de hierro, bates de béisbol o puños americanos a toda persona diametralmente opuesta a su pensamiento político. Agresión ultraEstos enloquecidos y fanatizados comandos de terrorismo anticívico protagonizan este modus operandi: primero intimidan con gritos e insultos, luego empujan, después agreden, finalizando con destruir o quemar locales con personas o sin ellas dentro. Claro, que no se atrevieron a manifestar pacíficamente sus discrepancias con lo que allí se decía o hacía, y después de entrar como una  salvaje estampida de búfalos, huyeron como gallinas plumicortas cacareando y esputando sus simples y vacías consignas sobre España, Cataluña y la españolidad. Estos enardecidos y furibundos patrioteros en jauría dan miedo, pero sobre todo producen pena y repulsa.

Cuestión de cadenas

Por Jordi S. Berenguer

Me pregunto si el hipotético estado catalán, tan reclamado por los encadenados abducidos por la exaltación emocional nacionalista, será tan ventajoso como nos pretenden vender los políticos que lo promocionan. A algunos catalanes nos asaltan algunas dudas sobre las inmediatas consecuencias de tener un estado propio que, de momento, Cadena humanaya no formará parte de la Unión Europea, lo que supondrá estar en inferioridad de condiciones frente a los demás estados de la comunidad, muy especialmente del español con el que hasta ahora nos unen unos vínculos de los que, por razones históricas, culturales, económicas, laborales y sentimentales, la mayoría de los ciudadanos de Cataluña no parece que esté dispuesta a renunciar. Una mayoría, silenciosa de momento, que prefiere los eslabones de la libertad al ruido de las cadenas.

Arturo y sus remeros

Por L. (alumno de 4º de la ESO, Barcelona)

No era el hombre más honesto ni más piadoso pero era un hombre valiente. Ese hombre se llamaba Arturo. Era quien gobernaba el 16% de los remeros de un gran barco llamado La Española. Ese hombre y parte de sus remeros se quejaban porque creían que trabajaban más que los demás y les daban a cambio menos comida.

Un buen día, Arturo y parte de sus remeros decidieron ir al camarote del dueño del barco y le expusieron sus quejas. Mariano, el dueño del barco, les respondió que no podía darles más comida, ya que fuera había una gran tormenta y la comida no llegaba con tanta abundancia como en años anteriores.

Arturo y sus remeros se enfadaron y decidieron hacer una consulta interna para decidir si quedarse en aquel barco o coger unos botes y adentrarse en mar abierto. Finalmente, los remeros decidieron hacer caso a Arturo y se fueron con los botes a adentrarse en la tormenta en mar abierto. Dice la leyenda que murieron ahogados, pero yo estoy seguro de que murieron de hambre.