‘El padrino de los cultivadores de hierba’ dedicó 30 años a fotografiar sus plantas

Mel Frank tiene un trabajo considerado futurista en el 95% del globo terráqueo. Es consultor de cannabis, cultivador y cosechador en California. El Estado Dorado ha sido el último en declarar esta planta legal, regulación que abarca tanto el uso terapéutico como lúdico (ya son 7 estados donde el consumo recreativo está legalizado y 29 en los que se vende como una medicina más).

Toda una industria está despertando en California, huele a hierba en un lugar con mucho sustrato. Desde hace años existen cultivos más o menos proscritos estimulados por la exención terapéutica que se declaró en 1996. A pesar de la prohibición, la marihuana nunca abandonó la patria de los hippies, y ha sido cultivada en el llamado Triángulo Esmeralda (al norte) desde el Verano del Amor, en la década de los 60.

Mel lleva en el cogollo resinoso desde hace años, no esperó a la legalización, y pudo cultivar sus plantas en el anonimato de esas densas selvas y granjas que hay en California, páramos solitarios donde un disparo no es escuchado por nadie.

Hasta hace poco era un criminal por cultivar esta hierba, se jugaba la cárcel por su pasión botánica y ansias de conocimiento. En sus fotografías, sin embargo, lejos de las armas o el ceño fruncido de unos chavales con pañuelos y pistolas en el cinto, se observa a ancianas que ocultan con inocencia su rostro bajo las hojas de la maría.

Durante más de 30 años se ha dedicado a fotografiarlas, uniendo la agricultura con el arte proscrito. Es un experto en esta materia; ya había publicado en 1978 uno de los primeros manuales serios de cultivo de hierba: Marijuana Grower’s Guide. Este esfuerzo y su optimismo al compartir sus conocimientos lo convirtió en el “padrino de los cultivadores de hierba”. Afirman quienes lo conocen que si has fumado maría durante las últimas décadas en Occidente es muy posible que hayas probado algunas de las variedades que Mel ayudó a desarrollar con su trabajo botánico.

Se inició en una disciplina que documentó utilizando su cámara con el rigor de un científico que observa el crecimiento vegetal, deja constancia de las mejores cepas y cruces, y momentos de floración. Fue un pionero tanto en el cultivo como en la fotografía cannábica.

Sus fotos se convirtieron en iconos que cubrieron portadas de libros y revistas especializadas.

Este año ha juntado estas imágenes -las pruebas con las hubiera soñado el fiscal del Estado- en una exposición llamada “Cuando éramos ilegales”, que tendrá cita en el centro M + B Photo, de Los Ángeles. El arte perseguido es hoy público en California. Los tiempos de la ley seca han terminado. Y Mel Frank ya puede aparecer bajo su verdadero nombre y profesión: James J. Goodwin, nacido en 1944, pionero en el cultivo de hierba, fotógrafo.

1 comentario

  1. Dice ser ideas peder peso

    Deve de estar ahora muy verde 🙂

    03 mayo 2018 | 23:11

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