El mejor disco de JJ Cale

"Naturally" (1971)

«Naturally» (1971)

Me parecieron injustos e incluso vejatorios los despachos de agencia que anunciaron la reciente muerte de JJ Cale —por favor, sin puntos entre las jotas, el difunto deseaba el siseo discreto y sin pausa de una serpiente mocasín— aludiendo al «compositor de Cocaine y After Midnight«.

Uno de los mejores guitarristas de todos los tiempos (concedamos crédito a un experto, Neil Young, quien en su biografía señala a Cale y Jimi Hendrix como los más técnicos y sensibles con las seis cuerdas eléctricas), el muerto superaba con creces la condición de autor de canciones que vendieron millones tocadas por Eric Clapton, ese hombre que ha intentado demostrar vanamente que se puede tocar blues vestido con un traje de Armani.

Para la felicidad de Cale y nuestra desgracia, el músico muerto a los 74 años de un ataque al corazón era tímido, no le gustaba la frivolidad roquista y pasaba completamente de venderse. Grababa con amigos y actuaba poco. Confesaba que siempre le salía el mismo disco, que no era capaz de cambiar el registro de su boogie nocturno y perezoso.

El mejor álbum de Cale, acaso aquel cuya sombra le persiguió como un pecado máximo, un umbral insuperable, fue el primero, Naturally. Para entender cuánto de agua dulce hay en este disco debe ser considerada la fecha de publicación: diciembre de 1971, el final de un año con la mejor cosecha musical de todos los tiempos.

El paisaje tenía entonces espesura de selva y el enunciado del elenco de fieras parece de ficción cuando se enuncia desde estos tiempos de indigencia musical: Led Zeppelin IV, What’s Going On, Who’s Next, Hunky Dory, Sticky Fingers, Imagine, Blue, Live at Fillmore East, Tago Mago, Tapestry, Electric Warrior, Master of Reality, Aqualung, There’s a Riot Goin’ On, Songs of Love and Hate, Histoire de Melody Nelson, Maggot Brain, Pearl, L.A. Woman, Every Picture Tells a Story, Madman Across the Water, Nilsson Schmilsson… (No menciono los intérpretes: los títulos son suficiente garantía y a quien no sepa los autores le falta vida).

En medio de tanto y tan excesivo brillo, el okie —de Oklahoma— nos puso en las manos un disco de 12 canciones, la más larga de las cuales superaba por muy poco los tres minutos. Cale entraba en materia llegando desde abajo, desarrollaba la fórmula de siempre (verso-estribillo-puente-verso-estribillo, nunca fue necesaria otra), musitaba introvertidamente, como si hablase consigo mismo, letras de abandono y melancolía y dejaba que intercediera la guitarra —fingerpickin‘ o steel pero nunca tocada con púa, siempre con la mano desnuda, restringiendo el sonido, moderándolo, apretando el freno—. Luego se largaba, daba la espalda, todas las cancionse morían como habían nacido: regresando hacia abajo.

Naturally, una colección de canciones como puntos suspensivos, cool en tiempos de hot and nasty, ceremoniales y morosas, fue el regalo de un tipo nocturnal y despreocupado, deliberadamente barato y adorable, el envés saludable de la solemnidad.

Les dejo un concierto de 1979. Cale, arropado por ropas arrugadas que nunca paracen haber sufrido el castigo de una plancha, toca con sus colegas, entre ellos otro okie de lustre, Leon Russell. Lo hace con haraganería, como si los perros estuvieran acostados en el porche y el guiso aguardase a fuego lento.

Ánxel Grove

9 comentarios

  1. Dice ser Alberto

    Cada vez que veo una crítica musical que mezcla la misma con la vestimenta, me dan arcadas. La música es un sentimiento,un arte, no una forma de vestir.

    Me parece bien que defiendas que JJ Cale no era sólo el compositor de canciones conocidas por tocarlas Clapton, pero de ahí a que tires a otro gran músico, que a su forma revolucionó el blues y el rock, me parece bastante mal.

    Clapton no intenta tocar Blues, lo toca, y pocos lo tocan a su nivel o mejor que él.

    Sobra el tono despreciativo. Estropeas lo que podría ser un buen homenaje a un gran músico desprestigiando a otro gran músico, que, vaya por donde, era un buen amigo de Cale.

    29 julio 2013 | 21:49

  2. Dice ser 69jose

    Gracias, una gran perdida.

    29 julio 2013 | 21:54

  3. Dice ser 69jose

    Gracias, JJ una gran perdida.

    29 julio 2013 | 21:55

  4. Dice ser Byrdy

    ¿Cómo es posible que no pueda un crítico musical, hasta incluso para hablar bien de alguien se pone a hablar mal de otro?…además y para mas señas,no solo por como toca sino por como viste. Es de torpes para hablar bien de alguien hablar mal de otro, y además con el desprecio habitual hacia los artistas que se lleva ahora. A mí Clapton no me gusta, pero no merece el comentario.

    29 julio 2013 | 23:09

  5. Dice ser Andrés

    No os pongáis así, coño.

    Tenéis razón: tal vez no haya sido afortunado el feo a Clapton, pero sí es cierto que Cale no ha entrado en el juego comercial y permanece desconocido para muchos melómanos jóvenes.

    Bueno; que aprovechen la oportunidad y lo busquen ahora.

    Salud.

    29 julio 2013 | 23:14

  6. Dice ser Zelig

    Pues yo te felicito profundamente por esta entrada. Creo que has hecho un trabajo impecable con estos párrafos, que desgranas detalladamente la enorme capacidad creativa y la personalidad de Cale y que no pasa nada por sacar a la luz aspectos de Clapton que no deberían suponer ninguna sorpresa para nadie que tenga una mínima cultura musical.

    30 julio 2013 | 09:01

  7. Dice ser Grande Lli Lli

    Le doy la razón a Zeling.
    Poco se ha escrito para lo grande que ha sido y será.

    Siempre en la memoria.

    30 julio 2013 | 09:16

  8. Dice ser Gauffre

    A mí me da igual que se critiquen los trajes de Armani, pero precisamente lo que demostró Clapton es que sí se puede tocar blues con trajes de Armani. Si a alguien a alguien se le cierra el oído por ver un traje de Armani, peor para él.

    Y en cuanto al «juego comercial», ¿qué tiene de malo? Lo que puede ser criticable (y tampoco mucho, cada uno se gana la vida como puede) es hacer basura para vender más, pero lograr vender lo que haces, si es bueno, no me parece un pecado. A JJ Cale no le interesaba, lo cual me parece muy bien, pero en sí mismo no es una virtud. Más allá de que simpaticemos con él, parece que para lo único que sirve es para que los que lo conocemos desde hace mucho nos sintamos muy guays y muy indignados porque no ha sido suficientemente reconocido. Coño, ¡pero es que él se lo buscó!

    Eso sí, lo que me parecería reprochable es que los que sí lo conocen y se han inspirado en él (Knopfler de manera descarada, pero muchos otros en algunas canciones, como Cabrel e incluso Sabina) no hablen de él (pero quizá sí lo hagan a menudo y yo no me he enterado).

    30 julio 2013 | 09:27

  9. Dice ser Ángel

    Estoy completamente de acuerdo con Antonio.

    Eric Clapton es, ha sido y será uno de los más grandes intérpretes de la historia del rock.

    Estoy seguro que ni al propio JJ Cale le hubiera gustado un comentario tan despectivo.

    30 julio 2013 | 14:55

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