‘Obsessionistas’, la historia de los coleccionistas y los objetos que atesoran

Algunos de los autobuses de Kate Farley - (Graham Powell - Obsessionistas)

Los autobuses de Kate Farley – (Graham Powell – Obsessionistas)

Kate Farley colecciona autobuses de juguete y no le vale cualquiera. Tienen que se rojos y de dos pisos, los clásicos autobuses de Londres que han dejado de ser vehículos públicos para convertirse en una institución.

Cuanto más gastados, más le gustan. No los cataloga, no presta atención al número de serie de cada ejemplar ni al valor económico. Comenzó en 1997 cuando se mudó de Birmingham a Londres y el transporte se volvió una constante en su rutina diaria. Ahora tiene 15 reproducciones, la última que adquirió fue un modelo que se fabricó con motivo de las olimpiadas este verano: «Es el único nuevo, incluso tiene caja. Con ese me sentí obligada».

 

Walkie-talkies de la colección de Eric Wrobbel

Walkie-talkies de la colección de Eric Wrobbel

Sarah Peel ve su colección de azucareros antiguos como una consecuencia de la afición de su madre por las gangas de los mercadillos. «No estoy obsesionada, pero sí enamorada», declara.

El famosísimo fotógrafo Martin Parr colecciona objetos con la cara de Osama Bin Laden, pero también los tiene con la cara de Margaret Thatcher, relojes en los que aparece Saddam Hussein y artículos relacionados como Obama: «Es la misma colección, pero en diferentes capítulos».

Obsessionistas es una página que reúne colecciones y coleccionistas, que desgrana la historia entre los objetos y las personas que los atesoran. «Lo que deciden coleccionar refleja sus valores y dice mucho de quiénes son. Creemos que en un mundo de yo también, de estilos de vida homogéneos, de productos y marcas. La individualidad se puede expresar, al menos en parte, a través de las obsesiones particulares», dicen Graham y Helen Powell, el matrimonio inglés que creó la web en abril de 2011.

En la galería de coleccionistas incluso se pueden trazar paralelismos entre ellos y lo que poseen: queda claro que quien colecciona broches tiene un perfil muy diferente del que reúne uniformes de azafatas. Los fundadores de la página la describen como una «web cultural» que explora el papel de una serie de objetos en la vida, la herencia compartida, la historia del diseño y la creatividad. Los entrevistados hablan de transistores, bolsas para el mareo, robots de cocina, pelotas saltarinas… La colección es una excusa para ahondar en experiencias vitales, cuestiones familiares, el trabajo, los amores y los odios. Después de la lectura, los objetos hablan por sí solos.

Helena Celdrán

Colección de planchas de Jay Raymonds

Colección de planchas de Jay Raymonds

Objetos de la colección de Bin Laden de Martin Parr

Objetos de la colección de Bin Laden de Martin Parr

Colección de mensajes de hotel de 'no molestar' de Edoardo Flores

Colección de mensajes de hotel de ‘no molestar’ de Edoardo Flores

Robots de cocina de Luiz Gustavo Miranda

Robots de cocina de Luiz Gustavo Miranda

2 comentarios

  1. Dice ser laura

    Oh, man, I love this! I don’t feel so weird now collecting bread clips and other embarrassing objects 😀

    14 noviembre 2012 | 05:29

  2. Dice ser Luis

    Yo colecciono Búhos (de todo tipo de material), tengo unos 5.700.

    14 noviembre 2012 | 07:24

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