Entradas etiquetadas como ‘VOX’

Nicolás, sobrino rebelde de Franco, fue nuestro salvador

Acabo de leer el El País que Nicolás Franco, sobrino rebelde del tirano, ha donado toda su colección de caza al Museo de Ciencias Naturales.

Nicolás Franco en El País de hoy.

Celebro su gesto que me ha traído, además, gratos recuerdos de nuestro paso conjunto desde la cruel Dictadura de su tío a la Democracia que él nos ayudo a traer para nuestro hijos y nietos…

Con Nicolás Franco ante mi talla del emir Jayrán, expuesta en el aljibe árabe del siglo XI, en el Hotel Catedral de Almería.

Desde el aljibe del emir Jayrán, nos fuimos paseando a celebrar su visita a mi tierra -¡cómo no!- a Casa Puga. Entrañables recuerdos.

Con Nicolas Franco en Casa Puga

Ojalá que los de VOX (que están engatusando a algunos ingenuos del PP con su discurso retrógrado, machista y xenófobo) sigan el camino liberal y democrático de Nicolás Franco y no el rumbo dictatorial de su tío de tan triste y dramática memoria.

Tras leer el reportaje de El País, te tenido un ataque de nostalgia y me he puesto a leer las páginas que dediqué a Nicolás Franco en mi libro de memorias personales y periodísticas («La prensa libre no fue un regalo») cuya lectura os recomiendo. Copio y pego:

Sobre Nicolás Franco (pag. 240)

Sobre Nicolás Franco (pag. 241)

Sobre Nicolás Franco (Pag. 242)

Sobre Nicolás Franco (Pag. 243)

Sobre Nicolás Franco (Pag. 244)

Sobre Nicolás Franco (Pag. 245)

Sobre Nicolás Franco (Pag. 296)

Sobre Nicolás Franco (Pag. 297)

 

¿Ortega Schmidt, ministro del Interior con Feijóo?

Me lo dijeron ayer, en broma, y sonreí. Ortega Schmidt, ministro del Interior con el presidente Feijóo. ¿Qué pensará el PNV? ¿Una fragata en La Concha? ¡Menuda broma!

Abascal y Ortega

Al rato, me enteré del pacto PpVox compartiendo gobierno en Valencia y se me heló la sonrisa. Peor aún, se me pusieron los pelos de punta.

Feijóo con su amigo, el contrabandista, de vacaciones.

Inmediatamente surgieron en las redes nuevas bromas… de muy mal gusto.

Vox entra en el Gobierno valenciano con el PP

¿Dónde está el límite o la línea roja para frenar el ascenso de la extrema derecha, que augura el retorno al fantasma del franquismo? El franquismo, por lo que veo en Valencia y quizás pronto en la Moncloa, no está muerto sino mal enterrado. Miedo me da. La abstención o el voto en blanco el próximo 23-J es abrirle la puerta a ese fantasma franquista (xenófobo, machista, liberticida…) que los jóvenes españoles, afortunadamente, no sufrieron.

¿Qué pensarán las mujeres que votan a VOX? Porque ya saben que el número 1 de la lista de VOX al Congreso es un condenado (condenado, no solo acusado) por maltrato machista. Ya no disimulan. No lo esconden. Lo lucen y sacan pecho. ¡Madre mía!

Portada del semanario Doblón cuando murió el dictador felón.

Ya no estamos para bromas, sino para repasar nuestra historia reciente o, mejor aún, para preguntar a los abuelos quién era aquel tirano genocida que gobernó España durante 40 años basado en el terror. Por si acaso, el 23 -J, antes de votar, preguntad al abuelo quién era ese tal Franco y que hacía.

El «caudillo de España por la gracia de Dios», como rezaba en las monedas, con el traje típico del cargo de dictador en el salón del trono.

O leed mi libro. Me haríais un favor.

Portada de mi último libro.

Un secreto a voces en La Salle de Almería

Jamás he contado nada de esto por escrito. Verbalmente, solo a tres amigos íntimos, compañeros de aula. Los tocamientos y abusos que sufrí una vez en el Colegio La Salle de Almería, cuando yo era preadolescente, me dejaron una huella traumática escondida. A veces, para tratar que quitarle hierro al asunto, nos hemos reído al comentarlo entre estos amigos de clase que sufrieron la misma o parecida suerte.

Excursión al cortijo de los frailes de La Salle en Almería. Estoy detrás del que lleva el palo.

Me dejó, además, una basurilla en mi corazón y la convicción de que algunos frailes eran unos hipócritas de tomo y lomo de los que no te podías fiar. <<Una cosa es lo que dicen y otra, lo que hacen>>. El abuso sexual era algo feo que formaba parte de los secretos más íntimos de aquel mundo siniestro. A veces, aterrador.

Para aquellos que no puedan leer la letra pequeña del diario o no puedan ampliar la foto de esta página de La Voz de Almería de hoy, copio y pego en texto del artículo en un cuerpo más grande en Word.

Fiesta en La Salle. Soy el tercero, segunda fila por la derecha.

Almería, quién te viera… (10)

 Un secreto a voces en La Salle de Almería

J.A. Martínez Soler

Jamás he contado nada de esto por escrito. Verbalmente, solo a tres amigos íntimos, compañeros de aula. Los tocamientos y abusos que sufrí una vez en el Colegio La Salle de Almería, cuando yo era preadolescente, me dejaron una huella traumática escondida. A veces, para tratar que quitarle hierro al asunto, nos hemos reído al comentarlo entre estos amigos de clase que sufrieron la misma o parecida suerte. Me dejó, además, una basurilla en mi corazón y la convicción de que algunos frailes eran unos hipócritas de tomo y lomo de los que no te podías fiar. <<Una cosa es lo que dicen y otra, lo que hacen>>. El abuso sexual era algo feo que formaba parte de los secretos más íntimos de aquel mundo siniestro. A veces, aterrador.

El poderoso abusaba del débil. El mayor, del menor. Lo veíamos, no sin dolor, como algo casi inevitable. A nadie se le hubiera ocurrido entonces denunciar tales delitos a la policía, ni siquiera decirlo a sus padres. Guardé el secreto con tal fuerza y de tal forma, hasta para mí, que procuré olvidarlo completamente. Comparado con lo que sospechábamos que pasaba con algunos alumnos internos, sin pruebas fehacientes, lo mío carecía de importancia.

Lo peor de todo fue la decepción que me causó aquel fraile, que presumía de ser más amigo que profesor, cuando “se pasó de la raya”. Esa era la expresión de moda entre los niños para identificar a los pederastas con sotana. Ocurrió en el despacho del hermano prefecto cuando éste estaba de viaje y el hermano José ocupó provisionalmente su puesto. Me llamó al despacho, que tanto miedo nos causaba, para explicarme algo que ya no recuerdo y me sentó en sus rodillas.

Tenía ocho o nueve años y llevaba poco tiempo en el Colegio. Yo confiaba en él. Conmigo se mostraba simpático y generoso. Me daba caramelos y vales de buen comportamiento para mejorar mis notas o aliviar los castigos. En un momento, pasó de acariciarme el cuello y la cara a mis muslos. Yo vestía pantalón corto. Enrojecí de vergüenza y de impotencia. Me quedé paralizado. Él apestaba a sudor seco. Su respiración se aceleraba. No pude o no supe reaccionar hasta que me abrazó e intentó acariciarme el pito. O sea, hacerme una paja. Llegó a tocarlo. Aturdido, salté de sus rodillas, a punto estuve de caerme rodando por el suelo, y salí corriendo, espantado, de aquel despacho/mazmorra.

Tardé mucho tiempo en volver a cruzarme con él o a mirarle a la cara. Por supuesto, dejó de darme regaliz, bolas dulces y vales. Me daba miedo. Al año siguiente, fue trasladado a otro colegio, lejos de Almería. Entre los niños, el comportamiento de aquel fraile pederasta, y de otros con tendencias depravadas parecidas, era un secreto a voces. Sin especificar, decíamos: “Cuidado con éste o con aquél; ya sabes”.

Ahora ya sabemos, sí, que la jerarquía eclesiástica católica, sobre todo la española, encubría y encubre persistentemente los delitos de pederastia de sus curas y frailes, sexualmente reprimidos por el celibato, enfermos mentales o simplemente pervertidos. A veces, también los premia. Ese fue el caso del papa Juan Pablo II, que ya es santo, con el tenebroso padre Marcial, violador de niños y fundador de los Legionarios de Cristo. La Iglesia Católica aún tiende a tratar las violaciones de niños solo como pecado, no como un delito penal. Afortunadamente, el papa Francisco, que no es como el presunto santo Juan Pablo II, empieza a hablar en público del asunto. Su portavoz para la lucha contra los abusos sexuales de curas y frailes, el jesuita Hans Zollner, ha dicho que “esconder lo que la sociedad ya sabe no es creíble”.

Cientos de casos sangrantes ocurrieron en Massachusetts, uno de los Estados norteamericanos con más católicos, donde creció mi mujer. Incluían multitud de violaciones de niños, descubiertas por unos colegas del diario The Boston Globe, probadas en juicio, que han llevado a muchos sacerdotes y religiosos a la cárcel. (Véase la película Spotlight, ganadora del Oscar en 2016). Las indemnizaciones ordenadas por los jueces rozan los 3.000 millones de dólares, lo que ha llevado a la archidiócesis a la bancarrota. El cardenal arzobispo de Boston, que hizo la vista gorda, sigue huido y refugiado en el Vaticano. El papa emérito Benedicto XVI, acusado ahora de encubrir otros casos de clérigos abusadores de menores, cuando era arzobispo de Munich, sigue en el Vaticano sin dar la cara. Finalmente, ayer mismo pidió perdón como ex arzobispo de Munich y Papa emérito.

También la católica Irlanda está plagada de escándalos de pederastia que salen frecuentemente a la luz y acaban en los tribunales con indemnizaciones de 1.500 millones de euros. Con la cantidad de propiedades que tiene el clero en España no les supondría una gran pérdida vender inmuebles para compensar algunos de los daños gravísimos que han cometido contra sus víctimas indefensas. Lo peor, no obstante, es la impunidad. El todavía obispo de Tenerife llegó a decir impunemente que los niños provocaban a los clérigos.

En Francia, 330.000 víctimas en 70 años. En Australia no prescriben nunca esos delitos. ¿Qué pasa en España? ¿Acaso creemos que no ocurre aquí algo parecido a lo de Estados Unidos, Irlanda, Francia, Alemania o Australia? El silencio sepulcral que cubre los casos de pederastia de curas y frailes en España no tiene que envidiar, en nada, a la “omertá” que protege, con el secreto cómplice, a la mafia en Italia. España no puede ser tan diferente. La complicidad con el silencio es criminal. “Hay circunstancias en las que callarse es mentir”. Lo aprendí de Unamuno.

En las últimas semanas, han alzado su voz varios adultos valientes que, cuando eran niños, sufrieron violaciones y otros abusos sexuales por parte de frailes y curas católicos. Quizás, por eso, y por el informe que El País entregó al Papa Francisco con más de doscientos casos de pederastia en la Iglesia Católica en España, la Fiscalía ha tomado ya cartas en el asunto y todos los partidos políticos, excepto VOX y PP, se han mostrado partidarios de formar una Comisión de Investigación sobre estos delitos que podría ser dirigida por el Defensor del Pueblo. Ya era hora. Esta nueva atmósfera de esperanza en la lucha por la Justicia y contra el encubrimiento culpable de la jerarquía católica, me anima también a mi a contar ahora aquella triste experiencia.

He superado en mi vida tres mudanzas transatlánticas, saltos de 6.000 kilómetros, con toda la familia a cuestas. Ninguna de ellas me causó tanto trauma como la que me llevó del Colegio Montessori al Colegio La Salle cuando estaba a punto de cumplir los ocho años. El primer día que pisé aquel edificio enorme, que fue cárcel, quise salir corriendo hacia mi barrio y al regazo del Montessori.

Mi foto oficial en el Colegio Montessori, en una cochera de la calle Juan del Olmo, Almería.

En el 2013, hace 9 años, celebramos en La Salle (copas, misas, banquetes, risas) los 50 años de nuestra promoción de Ingreso en Bachillerato. Los actos conmemorativos, ciertamente emocionantes y agridulces, fueron presididos por la ausencia de nuestros compañeros difuntos.  A mí me tocó el honor, indeclinable, de dar el discurso de nuestras “Bodas de Oro” y del Primer Siglo de La Salle en Almería, juntos, en el Auditorio Maestro Padilla lleno a rebosar. Mi único mérito, adquirido durante ese medio siglo, lo sé, había sido simplemente salir en la tele. Para muchos, y especialmente para mi madre, salir en la tele era el no va más. Lo que dije allí, y está publicado, era verdad: un canto a la excelencia educativa de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Mi agradecimiento hacia la mayoría de mis frailes (los hermanos Sebastián, Felipe, Amado de María, Rufino, Pelayo, Joaquín, León, etc.,) también fue sincero.

Compañeros de curso tras la representación de Gólgota 36, en La Salle. En el centro, el hermano Joaquín, alias Cabezón, bruto y noble. Yo soy el primero por la derecha. El hoy general Manuel Jesus Solana es el primero por la izquierda.

Como ya era habitual en mí, no dije todo lo que pensaba. Oculté los abusos de los pederastas. Para entonces, yo gozaba del grado de maestro del disimulo. Ahora es distinto. Mi reciente jubilación, con la casa pagada y mis hijos criados, ha quebrado mi carrera triunfal hacia al doctorado en el arte de la diplomacia. Ya puedo decir y escribir casi todo lo que me de la gana. Como si fuera libre. Eso hago, por ejemplo, ahora. De los frailes no pederastas recibí una excelente educación y, por ello, les debo gratitud. De las manzanas podridas (“ya sabes”) huíamos como del diablo. Aquello era un secreto a voces. Ojalá, por fin, los culpables paguen penalmente por sus delitos y así se haga justicia con las víctimas.

 

 

 

 

 

 

Cruella de Vil destroza a Casado

Por puro morbo, me hubiera gustado asistir ayer la presentación de las bofetadas que Cayetana Álvarez de la Edad Media propinó, en forma de libro, al pobre Pablo Casado. Pero tenía clase en tallasmadera.com y no pudo ser.

Portada del libro/puñal de Cayetana Álvarez de la Edad Media.

Hoy compruebo por la prensa que la ex mano derecha de Casado, en el papel de Cruella de Vil, no defraudó a los militantes de FAES.

Cayetana en el papel de Cruella de Vil

José María Aznar, «el hombrecillo insufrible» (según Helmut Kohl) debió sentirse pletórico. Por algo había prestado su Rasputín (Miguel Angel Rodríguez, alias MAR, el hombre que le llevó a la Moncloa) a la posible futura presidenta del Gobierno de España, VOX mediante.

MAR, el Rasputín de Aznar, empuja a Ayuso hacia la Moncloa.

La XIV marquesa de Casa Fuerte (¡qué título tan apropiado para sus colmillos!) actuó de ariete para que Isabel Día Ayuso asalte con éxito la Moncloa. ¿A quién importa la presidencia del PP de Madrid? Al alcalde Almeida, quizás. Capidisminuido (debilitado, mermado) el pobre Casado, la batalla se centra ahora entre Ayuso y Sánchez. No queda otra.

Cayetana, Ayuso y «Teodoríco», trio de sonrisas falsas.

La aristócrata (mitad moja alférez, mitad martillo de herejes) no dejó títere con cabeza. Despreció a Casado («bien queda», «veleta», etc.) y se concentró en atacar a «Teodorico» Garcia Egea quien, como ella, golpea con una herradura dentro de su guante. La guerra abierta ya ha comenzado. Y la izquierda dormida desprecia cuanto ignora. Se puede llevar un buen susto. ¿Acaso no llegó Donald Trump, el narcisista patológico, un enfermo mental más grave que IDA, a la Casa Blanca? Pues eso. Ayuso esta bien asesorada por MAR, el Bannon español. Y cuenta con el ariete de Cayetana para abrir de par en par la puerta de La Moncloa. Miedo me da.

 

 

 

¿Qué fue de mi Vargas Llosa?

No gana uno para sobresaltos. Ahora resulta que mi admirado Varas Llosa, el de Conversaciones en la Catedral o La fiesta del Chivo, se ha convertido en un carcamal de la extrema derecha que pone en duda el resultado de las elecciones libres. Ha dicho esta barbaridad: «Lo importante no es que haya libertad sino votar bien».

Vargas Llosa ya no es lo que era. ¡Vaya por Dios!

¿Será cosa de la edad, que no perdona, de sus deudas a Hacienda, que tampoco perdona, o de su proximidad Isabel Preysler, quien hizo carca a Julio Iglesias, al marqués de Griñón y al ex socialista Boyer en un santiamén? O será que últimamente se junta mucho con José María Aznar, con Ayuso o quizás con Vox. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños ha puesto un poco de sal en la herida. Ha acusado a Vargas Llosa de «no reconocer el resultado electoral».

Aznar lee la cartilla a Casado en la convención del PP.

¡Pobre Casado! Tampoco él -entre el PP de Feijó/Rajoy y el de Ayuso/Aznar- gana para sobresaltos. Desde luego, el lenguaje paternalista, soberbio, ruin y barrio bajero de Aznar (dice que «ni la madre que le parió») no le ayuda mucho a llegar al centro que su partido lleva tantos años buscando… sin éxito.

Imposible olvidar una pregunta, ya clásica, de «Conversaciones en la Catedral» que hizo fortuna: «¿Cuándo se jodió el Perú? Pues eso me pregunto yo ahora: ¿Cuándo se jodió Vargas Llosa? Peor aún: ¿Cuándo se jodió el PP?

Para colmo, Aznar, Ayuso y Casado, más papistas que el Papa, se meten ahora con Francisco, su Sumo Pontífice, por sus declaraciones a favor de pedir perdón por los excesos en la conquista de América. Vivir para ver. La derecha ataca al Papa y la izquierda le defiende. Claro que también hay incluso cardenales que no son muy devotos del Papa. Que me perdonen los creyentes y quienes sufren por los efectos terribles del volcán de La Palma ya que las comparaciones son odiosas. Se trata de esta foto espectacular que circula por las redes.

El cardenal Cañizares entra en erupción con su Capa Magna que algunos llaman ahora «Caspa Magma»

El cardenal Cañizares, uno de ellos, entra en erupción. La lava amenaza con engullir nuestra inteligencia. Un amigo me ilustra: la lava del volcán Cañizares se llama «Capa Magna» y  ya solo la usan los clérigos ultramontanos. Como el más querido por Cañizares, el cardenal enemigo del papa Francisco, Raymond Leo Burke, que llamó a los católicos a la insumisión por negarse a dar la comunión a los católicos divorciados. Es también anti vacunas, propagador de que las vacunas tienen un chip para controlarnos. Hace unos meses enfermó gravemente de COVID. Otro amigo matiza:  la «Capa Magna» es ahora «Caspa Magma».

 

 

 

 

 

 

 

 

El alcalde de Madrid me ofende

Como almeriense de nacimiento y madrileño de adopción, me siento profundamente ofendido por una acción miserable del alcalde madrileño del PP, señor Almeida. Si no lo digo, reviento.

Cambian a un barco que salva por otro que mata.

Ha cambiado el nombre de la Calle del Barco Sinaia (que salvó la vida de miles de refugiados españoles, los afganos de 1937) por el de Calle del  Crucero Baleares (de terrorífica memoria por sus crímenes contra la Humanidad).

Cartel de la Desbandá o Huida de ancianos, mujeres y niños de Málaga a Almería.

No me lo invento. Me lo contó mi madre que vio llegar a Almería a miles y miles de malagueños que huían por la costa de la masacre fascista.

Huyendo de la represión del «carnicero de Málaga» por la costa.

El «Crucero Baleares», que masacró, asesinó, a multitud de civiles (entre 3.000 y 5.000 ancianos, mujeres y niños) en la terrorífica «Desbandá» o “Huida” entre Málaga y Almería en 1937 es homenajeado ahora por el alcalde Almeida con una calle en Madrid. Si no lo veo, no lo creo.

Bombas sobre civiles dormidos

Mientras aviones de Hitler y Mussolini bombardeaban a los civiles, los cañones de aquel Crucero Baleares (¡maldito sea!) los masacraban desde el mar. Una matanza, de proporciones bíblicas, menos conocida que las de Guernica o Badajoz, pero no menos cruel.

Abuela con sus nietos.

Cargando con lo que podían…

Mujeres y niños, en su mayoría.

Una cara que expresa el terror y el dolor

Un alto en el camino

Empujando los carros

Cojeando

¿Qué les pasa a los militantes y líderes del PP (no todos, no siempre) con los crímenes del franquismo?

¿Por qué no los condenan de una vez, sin complejos de VOX, y se hacen, por fin, respetables demócratas y europeos?

No lo entiendo.

Afortunadamente, el alcalde de Almería (también del PP) aún no dedicado una calle de mi ciudad natal al acorazado nazi Admiral Scheer y sus cuatro destructores que la bombardearon por venganza tras una derrota naval.

Acorazado nazi Admiral Scheer

Bombardeo nazi contra Almería

Mis padres nunca olvidaron aquel bombardeo del 31 de mayo de 1937 contra la población civil almeriense. Tampoco lo olvidó el gran poeta Pablo Neruda, autor de este poema:

Un plato para el obispo

“Un plato para el obispo, un plato triturado y amargo,

un plato con restos de hierro, con cenizas, con lágrimas,

un plato sumergido, con sollozos y paredes caídas,

un plato para el obispo, un plato de sangre de Almería.

Un plato para el banquero,

un plato con mejillas de niños del Sur feliz,

un plato con detonaciones, con aguas locas y ruinas y espanto,

un plato con ejes partidos y cabezas pisadas,

un plato negro, un plato de sangre de Almería.

Cada mañana, cada mañana turbia de vuestra vida

lo tendréis humeante y ardiente en vuestra mesa:

lo apartaréis un poco con vuestras suaves manos

para no verlo, para no digerirlo tantas veces:

lo apartaréis un poco entre el pan y las uvas,

a este plato de sangre silenciosa que estará allí cada mañana,

cada mañana.

Un plato para el Coronel y la esposa del Coronel,

en una fiesta de la guarnición, en cada fiesta,

sobre los juramentos y los escupos,

con la luz de vino de la madrugada

para que lo veáis temblando y frío sobre el mundo.

Sí, un plato para todos vosotros, ricos de aquí y de allá,

embajadores, ministros, comensales atroces,

señoras de confortable té y asiento:

un plato destrozado, desbordado, sucio de sangre pobre,

para cada mañana, para cada semana, para siempre jamás,

un plato de sangre de Almería, ante vosotros, siempre”.

Pablo Picasso pinto el Guernica. Pablo Neruda escribió el poema dedicado a Almería. El tercer gran Pablo (Pablo Casals) dirigió la Novena Sinfonía de Beethoven, mientras caían las bombas sobre Barcelona.

Perdonar, siempre. Olvidar, nunca, señor alcalde.

 

¡Que no son «rojos», mi coronel, que son «coloraos»!

Los restos, afortunadamente menguantes, de la España negra se empeñan en asomar otra vez su patita de mil maneras. Ahora le ha llegado el turno a un pobre coronel, Javier Ángel Soriano, ignorante de la historia de Almería. El Ayuntamiento del PP, que mira de reojo a VOX, le ha encargado el discurso de homenaje a los Coloraos, los Mártires de la Libertad, del próximo 24 de agosto. El coronel Soriano, en declaraciones al diario Ideal, ha tachado a estos mártires de «aventureros, insensatos, osados e imprudentes».

El pingurucho de «Los Coloraos» que mandó demoler el dictador Francisco Franco antes de visitar Almería.

Digo «pobre» porque estoy casi seguro de que el coronel Soriano aceptó este encargo, tan glorioso para los amantes de la libertad, sin haber hecho los mínimos deberes de información, examen de conciencia y contrición a los que obliga su graduación militar y su compromiso con los valores de nuestra Constitución, aún vigente.

Orden de demolición del monumento a los Coloraos. ¡Qué miedo! Me pone los pelos de punta.

Claro que ya nos avisó el gran Goethe: «No hay nada más terrible que una ignorancia activa». Búsquelo en Google, mi coronel, y luego dimita del encargo, del que usted no es digno, a menos que se retracte, y devuelva la patata caliente a los políticos del PP que embadurnan la historia liberal de nuestra provincia y confunden a los «rojos» con los «coloraos». Eso mismo fue lo que hizo el general golpista Francisco Franco antes de visitar Almería.

Menos mal que hay plumas sensatas, más moderadas y sabias que la mía, que han salido al paso de las ofensas a nuestra memoria liberal y democrática. Una de ellas es la de Juanfra Colomina. Este investigador ha publicado un excelente artículo en el diario Ideal («El coronel no tiene quien le escriba») cuya lectura recomiendo. Lo copio y pego a continuación.

Publicado en el diario Ideal.

¡Bravo, Juanfra! Y gracias.

Para los amigos del Bicentenario de Los Coloraos, y también para ilustrar al coronel Soriano, copio y pego el texto y la música de Mariana Pineda, otra mártir de la libertad a quien cita Colomina.

Marianita salió de su casa y al encuentro llegó un militar
que le dice por Dios Marianita que hay peligro vuélvase usted atrás.
Marianita se metió en su cuarto Y allá sola se puso a pensar
Si Pedrosa me viera bordando la bandera de la libertad.
ay Pedrosa cómo me has mentido ay Pedrosa no fuiste leal
que el registro que en mi casa ha habido varias pruebas le dará al fiscal.
Marianita al juzgado te llaman y te llaman para declarar
si confiesas lo que te reclaman aún la vida te pueden salvar
a sus hijas llevan a la sala por ver si algo pueden conseguir
y contesta Mariana muy firme no confieso prefiero morir.
A Mariana llevan al cadalso mucha gente llorando allí va
y sus hijas por detrás decían vuelve a casa querida mamá
oh qué día tan triste en Granada que a las piedras les hizo llorar
al ver que condenan a Mariana al cadalso por ser liberal.

Canción de Mariana Pineda de Joaquín Díaz.

Y para el ínclito Megino, otro que tal baila, que se atrevió a prohibir La Marsellesa en el homenaje a Los Coloraos, lo que le quitó un puñado de votos ilustrados, dejo aquí un recuerdo.

Publicado en La Voz de Almería.

 

Chuletas ricas, entre la tumba de Franco y El Pardo

No lo puedo negar. Conducir hoy desde la puerta del Palacio de El Pardo, donde impunemente vivió el dictador, hasta la tumba donde finalmente reposan sus restos, en el cementerio de Mingorrubio, me dio un poco de yu-yu.

La tumba del dictador, a pocos metros de mis chuletas de cordero.

¿Inquietante, al cabo de tantos años? La tapia larga con sus garitas vacías, a un lado, y los pinares sin ciervos, al otro. Aflojé la marcha. Me dio por recordar. Mira por dónde.

Confeccionando las páginas del semanario Doblón el día que «se fue el caimán»

Entre el Palacio y el cementerio, paré a compartir chuletas con un buen amigo en la terraza de Flora, con vista a los montes de El Pardo. Al primer bocado, desapareció el yu-yu. «Las penas con pan son menos», decía mi abuela. ¡Qué ricas!

Chuletas de cordero, entre el palacio de El Pardo y la tumba de Franco.

A pesar de los pesares, recomiendo pasear por El Pardo. ¿Perdonar? Casi siempre. ¿Olvidar? Nunca.

El Palacio del tirano.

Hablamos, como no, de «Nacho de noche», el ex ministro (brevísimo) de Suárez, que dijo anteayer, ante Pablo Casado, que Franco no dio un golpe de Estado en 1936. Al morir el «caudillo de España por la gracia de Dios» (lo dicen sus monedas), algunos franquistas del «búnker» se escondieron y otros se convirtieron en demócratas. Tenían sus razones.

Portada del semanario Doblón que yo dirigía cuando murió el tirano. Aprovechamos un sello de 2 pesetas (ampliado).

Los reformistas de UCD tomaron el relevo y ayudaron a los anti franquistas a parir la Constitución. El joven José María Aznar estuvo en contra. De 1978 a 1996 se fortaleció la Democracia. Fracasado el golpe de Estado el 23-F de 1981, el miedo volvió a habitar entre nosotros y hubo alternancia pacífica en el Poder. Lo nunca visto desde la rebelión militar de Franco en 1936. España, en Europa, dio un salto de gigante. Cuando Aznar sustituyó a Felipe González, en 1996, los restos franquistas empezaron a salir de su búnker y a enseñar su patita. Ser envalentonaron. Algunos, pocos, desenterraron el hacha fratricida. Entonces fue cuando, poco a poco, entre una derecha intolerante, a veces ruin, y una izquierda acomplejada y miedica, se empezó a joder la Democracia en España.

Luego vino el 11-M de 2004, la matanza yihadista de Atocha por la guerra de Irak. La derecha moderada no pudo o no supo separarse de las mentiras y el rencor de José María Aznar, «el hombrecillo insufrible» (según Helmut Kohl). Desaparecido Rubalcaba, la izquierda tampoco tuvo suerte con sus líderes.  Y en esas estamos… caminando hacia los extremos, sobre todo por VOX a la extrema derecha del PP y los otros nacionalistas, vascos y catalanes, a su aire. Me gustaría ver hoy juntos a Fernando Abril Martorell y a Alfonso Guerra, parteros de la Constitución, buscando salidas pacificadoras como en 1978. Un sueño imposible.

En 1978, con una buena mezcla de nobleza y miedo, fuimos capaces de llegar acuerdos constituyentes para no volver a las andadas, y de hacer la Transición de la Concordia, cuando las diferencias entre izquierda y derecha eran abismales. ¿Por qué son ahora tan imposibles los acuerdos de Estado entre la derecha y la izquierda si las diferencias son mucho menores que antes?

Regresaré a El Pardo en busca de respuestas… y de ricas chuletas. (Continuará)

El ex ministro Camuñas envejece mal, muy mal

El ex ministro de UCD, Ignacio Camuñas (antes «Nacho de noche»), ha dicho ante Pablo Casado que Franco no dio un golpe de Estado en 1936. ¡Te cagas! Y el pobre líder del PP no ha dicho ni pío. Bueno, sí. Ha sonreído y ha dicho: «¡Qué lujo de ponentes!» ¿De dónde sale es chico? ¿A qué velocidad va la derecha moderada hacia atrás para chocar inevitablemente con VOX?

Rafael Arias Salgado, Pablo Casado e Ignacio Camuñas, en Avila, enalteciendo el franquismo, algo que aún no es delito en España, pero casi.

«Si hay un responsable de la Guerra Civil directamente es el Gobierno de la República. Un golpe de Estado no es lo que ocurrió en 1936. Fue un enfrentamiento brutal entre dos sectores de los españoles y que se saldó con los daños propios de una guerra civil. Creo que es mejor olvidar el pasado y no seguir pretendiendo que la derecha es la culpable del 36, y de la Guerra Civil. Eso es mentira», ha dicho Camuñas en presencia de Pablo Casado.

Con el lenguaje viril que enseñaban a los niños en el Frente de Juventudes y en la OJE, otro ministro de la UCD, también mal envejecido, se lució de lo lindo. En otro momento de la charla, moderada por Pablo Casado, Rafael Arias Salgado ha dicho: «Hoy he leído en el periódico que Rutte [primer ministro de los Países Bajos], el holandés, que es un hijo de puta, pero que va a vigilar estrechamente…». Se refería a la llegada de fondos europeos a España. El insulto a un primer ministro europeo fue coreado por risas del público y sonrisas de Casado que aspira a ser colega suyo si llega a la Moncloa. He visto el video. Si no lo veo, no lo creo.

El Valle de los Caídos, ya sin los restos del dictador que lo mandó construir con prisioneros de guerra.

Hace solo 46 años que murió el tirano, autor del golpe de Estado cruento contra la II República, y tengo la impresión de que el despertar de los franquistas de VOX ha puesto tan de los nervios a los moderados del PP que van desesperadamente hacia atrás. Prefiero pensar que asistimos a un cambio de rumbo pasajero y que el PP volverá a tomar su camino inconcluso hacia el centro del que tanto se alejaron ayer en Avila.

Me consuelo pensando que los efectos de la guerra civil en Estados Unidos (1861-1865) aún no se han superado en los Estados ex esclavistas del Sur. Cada vez que viajo por los estados sureños percibo las heridas de «las dos Américas» con los resentimientos a flor de piel. Ha pasado un siglo y medio de aquel enfrentamiento fratricida y aún vemos los rescoldos de aquella barbarie.

La guerra civl española no acabó en 1939 sino en 1975 con la muerte del dictador. España no ha disfrutado aún ni de medio siglo en paz desde que el dictador murió en noviembre de 1975, dos meses después de mandar fusilar a varios presuntos terroristas tras un juicio sin garantías que algún día deberá ser anulado.

Tareas de exhumación de restos de víctimas de la guerra civil y de la represión franquista.

Afortunadamente, el Consejo de Ministros aprobó hoy mismo el proyecto de ley de la Memoria Democrática. Cuando entre en vigor como Ley, la norma puede servir para ilegalizar a la Fundación Francisco Franco y declarar ilegítimos los juicios del franquismo. Un bálsamo para tantas heridas que aún supuran, al cabo de casi medio siglo de vencedores contra vencidos.  ¿Se imagina alguien una Fundación Adolf Hitler en Alemania?

Animado por sus ponentes de ayer, Pablo Casado se ha apresurado decir que en cuanto llegue al Gobierno derogará esta ley de la Memoria Histórica. ¿Por qué no me sorprende?

 

 

La jauría que mató a Samuel… y a Lorca

El asesinato de Samuel Luiz por una jauría humana recuerda al asesinato de Federico García Lorca por otra jauría humana. El colectivo LGTBI y muchos ciudadanos de bien relacionan ambos crímenes por la condición homosexual de ambas víctimas. Y no les falta razón.

Ambos asesinatos son igualmente execrables. Sin embargo, los valores de la sociedad española han cambiado mucho desde 1936 a 2021. Afortunadamente, no todo sigue igual. La España de hoy es mucho mejor que la de antes.

Cuando los franquistas asesinaron al poeta universal no hubo manifestaciones en contra del crimen en la llamada «España nacional» del general Queipo de Llano, cuyo cadáver sigue incomprensiblemente enterrado junto al altar de una iglesia de Sevilla. Hay protestas para que lo saquen de allí igual que sacaron los restos de Franco de la Basílica del Valle de los Caídos. El asesinato de García Lorca tampoco llenó las calles de manifestantes contra el crimen ni llenó las páginas en los periódicos de la media España sometida por los sublevados contra la República.

Manifestaciones contra el asesinato del joven Samuel Luis

La reacción ciudadana actual en las calles y en los medios de comunicación contra la muerte a palos de Samuel Luiz, un joven de 24 años, muestra los nuevos valores de la sociedad española. No todo sigue igual en España. Debemos felicitarnos por ello y no caer en el pesimismo.

Samuel Luiz, el joven asesinado por una jauría de matones en La Coruña.

Lo mismo ocurre con el racismo contra los inmigrantes que, pese al crecimiento de los bárbaros de VOX, cada día está peor visto por la sociedad española.

Ibra Shakur, el joven senegalés que auxilió a Samuel y lo separó del matón que lo golpeaba y amenazaba «por maricón».

Precisamente, la única persona que acudió a auxiliar a Samuel después de recibir la primera paliza de la «basura blanca» fue un inmigrante negro senegalés, una buena persona.

Lugar del asesinato de Samuel en la Avenida de Buenos Aires de La Coruña. Miles de firmas piden el cambio de nombre por Avenida de Samuel Luiz.

Y no digamos como ha cambiado la sociedad española contra la violencia machista. Al igual que con las palizas callejeras a homosexuales, hace unas décadas, los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o ex parejas ni siquiera eran noticia. Cuando yo era niño y joven, la violencia de género era bastante común, no sé si más o menos que ahora, porque entonces ni siquiera se registraba en estadísticas. Lo que sí me consta es que los crímenes machistas apenas salían en los periódicos.

Eso fue algo que me sorprendió cuando pude comprobarlo personalmente, en 1987, al pasar del Buenos Día de TVE a dirigir la Agencia EFE Nacional. Por teléfono o por el telex de la agencia recibíamos noticias de toda España semejantes a las que hoy motivan manifestaciones y concentraciones con minutos de silencio en homenaje a las víctimas. Incluíamos estas noticias en el hilo que iba dirigido a todos nuestros abonados (periódicos, emisoras de radio, etc.). Salvo cuando había alguna imagen dramática y llamativa del crimen, muy raras veces se publicaban estas noticias en España. El semanario El Caso, especializado en sucesos, era la excepción. En otros casos, el pequeño titular de «mata a su esposa y se suicida» apenas daba para media columna.

Reacción ciudadana contra el crimen

Caemos fácilmente en la tentación de asegurar que cualquier tiempo pasado fue mejor. No suele ser cierto. Nos parece mejor sencillamente porque éramos más jóvenes, sanos y fuertes y teníamos más vida por delante. En el caso que nos ocupa, aunque los hechos son graves, España claramente y afortunadamente ha mejorado sus valores ciudadanos y morales contra el racismo, el machismo, la homofobia…

La reacción casi unánime en la prensa y en las calles contra el asesinato del joven Samuel por una jauría de «basura blanca» debe darnos cierta esperanza en un futuro más justo, tolerante y libre para España. Pero sin bajar la guardia…