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Poner un pie delante de otro nunca tuvo tanta trascendencia.

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Se dan los primeros pasos para coordinar pruebas ‘trail’

Gran síntesis y esfuerzo explicativo el del seguimiento del blog Ser13gio sobre el UTWT. El Ultra Trail World Tour, que «el que pretende ser el circuito de referencia mundial». En esencia supone aglutinar las mejores pruebas en un circuito de carreras de montaña de larga duración. Mejoras que parecen empapar todos los estamentos, desde la élite al corredor que cierra el pelotón.

Yo tengo una percepción algo diferente. Traigo aquí mis comentarios en esa bitácora de referencia para el mundo de correr por las montañas.

Cuando en los 90 algunos nos aburríamos de los maratones, eché la mirada al ultra en ruta (salvo en Francia, había aún pocos ejemplos y menos difusión del llamado trail). Me junté con un club de ultreros, los entrañables Ñ ultrafondo. Participé con ellos, organicé carreras durante unos años y asistí a la evolución de los primeros pasos de la cuestión, excepción hecha de los tradicionales 100k de Santander, los de Vallecas y alguna experiencia sincera pero minoritaria. La patología era evidente: no enganchaba. Lo de correr por encima del maratón, digamoslo así, anclado en una década anterior.

Mientras tanto, iban saliendo adelante los formatos 100km/24h, los 101km/24, etcétera. Su carácter libre y de evento no reglado por kilometraje, medición o avituallamientos, eran su esencia. O sea, a lo que menos se parecían era a eventos «federados».

Entre tanto, la masa seguía creciendo -de aquella manera- en las carreras de ruta. Los maratones Madrid, Barcelona, las de Báscones o Toral, sorteaban algunas aristas en pos de los miles de inscritos y dejaban atrás a otros eventos como Donosti. A ésta, sin ir más lejos, se le echaba en cara que, de nuevo, tuviera un enfoque más «federado» (dependía directamente casi de la Guipuzcoana de Atletismo).

Hubo un intento de aglutinar los ultras. Estuvimos diseñando un acercamiento a la idea era fundar la asociación española de ultrafondo. Los objetivos eran los de dar varios pasos adelante porque la RFEA aún tenía sus reticencias en formatos para los que ya habían nacido «las rojas» para eventos como las 24h, o esos primeros intentos de la federación internacional, la IAAF, hacia el monte.

Creo ahora que hicimos bien en no empujar más. Todo esto viene por una pregunta que es la esencia misma del ultra.

¿Y para qué quiero yo un «governing body» de lo ultra?

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Para el 94% de los participantes y/o ansiosos compradores de plaza y dorsal en cualquier lotería trailera, ¿qué supone el UTWT?
Sigo sin ver las ventajas a algo que nació como un «estoy harto de los avituallamietnos cada 5km, de la condenada línea azul y de que no se nos haga caso a los corredores populares». ¿Es que nadie recuerda los 80 o los 90?

Se argumenta que el trail es otra cosa. Sergio comenta que «reúne lo mejor de varios mundos con el componente naturaleza, desnivel, montaña (si hay), tiempos razonables de paso (demasiado laxos en mi opinión en algunos casos), pequeña aventura en un entorno moderadamente controlado, ver lo que no verías de ninguna otra manera».

El corredor y biólogo Manuel Oñorbe escribía en su blog sobre masificación e impacto medioambiental. Y parte del argumento es que un circuito o federación internacional haría de organismo «aglutinador». De modo parecido se pretende que esa coordinación -siempre según Ser13gio – «defienda, que exponga, que comunique, que luche por los derechos de los traileros, que ni son alpinistas, ni excursionistas, ni atletas».

Aun así, correr por la montaña contiene una ventaja. Quizá la más importante de todas. 

Precisamente en los otros formatos, existía una excusa para oficializar las pruebas y federar las mismas. Si querías hacer una prueba de 24h en pista, tenías que ir a una. Si querías un 100k en ruta medido y sin tráfico (aunque siempre hay gente que le va lo extremo), tenía que ser un evento IAAF o ahora IAU.

Pero si quieres hacer 94km por la circular de un monte, o atravesar siguiendo una ruta histórica, ¿de verdad hace falta una UTWT o una ITRA? ¿Para mis «napoleónicas» habría yo agradecido estar bajo un paraguas así? No me hacía falta. Con un medio de transporte, y es a lo que voy, una mochila y un gps o un mapa, me es suficiente.

Tirar hacia el campo o la montaña es correr en libertad.

Creo que el circuito servirá para el crecimiento del trail running dichoso por arriba. A los élite les asegurará unas condiciones. Todo saldrá mucho más en los medios. Los pasos se van dando en buena dirección, probablemente. Eso sí, en la dirección de consolidar el negocio del correr.

La burbuja de las carreras de montaña

Diez de la mañana de un día de invierno cualquiera. Dos mil setecientos dorsales disponibles. Se agotan en diez minutos.

¿Dan roscón? ¿Prometen un puesto de trabajo bien remunerado? No. Es inscripción a los 101km de Ronda, que agotado todo en horas. No se trata de una familiar carrera de fin de año. Ni de los populares diez kilómetros de tu ciudad, esos en los que todo corredor tiene puesto en rojo en el calendario. Hablamos de una prueba de ciento un kilómetros, a pie. Trata de que, superada la barrera de correr, franqueada la línea suicida del maratón, una vez relativizado a Filípides, el personal se pega de tortas por un evento de más de diez horas de esfuerzo a pie.

Tampoco es un caso único. Este invierno se alcanzarán las listas de espera en pruebas que se disputarán en verano como el Gran Trail Peñalara, Europa entera pedirá un dorsal para las diferentes distancias -crueles todas- del Ultra Trail del Mont Blanc y faltarían todavía otras cinco mil plazas para atender a todos los peticionarios. Cuanto más largo, más duro y más vistoso, más apetecible.

¿Está viviendo el running de campo su explosión definitiva? ¿Es, en cambio, una traslación de la carretera y las calles a la montaña?

Hay alguna pista que indica que la tendencia no es la de una burbuja típica. No hay pruebas infladas o sobredimensionadas salvo algún ejemplo. Las organizaciones, tanto de carreras de ruta como de campo, sostienen más o menos razonablemente los recursos asignados a cada participante. Una burbuja es la exposición desmedida de una oferta a una demanda inexistente, más o menos. En este caso hay más demanda que oferta.

Sí hay un incremento de precios pero no es una progresión geométrica de los últimos años. Es un movimiento sostenido. Además se debe, en gran medida, a que ahora los costes reales de la prueba se repercuten en la inscripción, dado que las subvenciones públicas han remitido o no son tan elevadas.

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Fuente: Memphismadrid-Kataverno.com

Me parece más bien una especie de conquista alocada de nuevos formatos.

En Francia se pudo observar el mismo fenómeno durante los primeros años noventa. El hastío de algunos corredores frente a la eterna lucha en circuitos monótonos, la aparición de los trails y una madurez en el pelotón confluyeron. Generó una buena estampida de corredores experimentados y amantes del monte generaron el movimiento más poderoso de correr por las montañas en Europa. Superó incluso en importancia y volumen de las cifras a las que se movían en Estados Unidos.

Hablamos de una prisa desmedida por acudir al mayor número de pruebas posible. El aumento de corredores en general ha sido demasiado y no hay tantas carreras como se desean. De la ruta salen entusiasmados corredores hacia el campo. En las carreras populares se ha triplicado la participación en apenas cinco años. La consecuencia inmediata es que todo el pelotón intenta inscribirse a todas.

¿Inscribirse a más de una de esas barbaridades de quince horas corriendo por el campo? Sí. Y a más de cinco al año. El corremontes hispano circula desbocado. Yo creo que es más una burbuja emocional del corredor.

Además la sesera de los practicantes de esta variedad de correr, la del risco, la senda virada y los valles magníficos, está siendo bombardeada con el fenómeno Kilian. Es increíble lo que ha conseguido en los medios la presencia de un superclase que, de haber ocurrido en los años de los Fiz, Antón y compañía, habría pasado desapercibido. ¿Alguien recuerda el dominio del monte de Quico Soler? Pero Soler no llegó en el momento preciso y parece ser que Jornet sí. Y todo esto ha arrastrado aún más a corredores ansiosos de liberarse de peñasco en peñasco.

¿Supone todo esto que habrá carreras que no sobrevivan a la burbuja?

A la locura (burbuja) del corredor sobrevivirán las carreras que cedan a todas las exigencias del runner. Y éste es muy detallista. Exigente. A veces no hay quien nos soporte. Si esto se ha de hacer a costa de aumentar los precios, se romperá el equilibrio. O sea, aguantarán las que más capital manejen.

Se debería empezar a hablar de un capitalismo salvaje del ocio. Que siga el debate.

Correr por el campo podría ser imposible en España

Según informa el diario El País en la edición de hoy, el gobierno del Partido Popular estudia acotar el acceso al campo en los días que se celebren las batidas de caza y montería. No es un titular de 1927. Es de 2014.

No más correr por el campo, lectores.

Cazar es una actividad para unos, un capricho para otros, una herencia cultural del campo sin duda y una aberración para otros tantos. Para los lectores de este blog que pertenecen a planetas donde esto es aberrante o imposible, o de países en los que se dejó de cazar en cuanto el acceso a los alimentos en las tiendas era normal, según este previsible acuerdo, el senderismo, correr por montaña o transitar haciendo deporte por vías públicas (caminos o sendas) estaría supeditado al entretenimiento de asesinar animales.

Soltar un bicho durante meses para que se críe, con el objeto de matarlo y exhibirlo como trofeo irá por delante de la posibilidad de que la sociedad española lleve una vida sana y activa.

«Es por la seguridad de todos»

¿Suena a amenaza de los que llevan las armas? Lo es.

Y es que armarse con escopetas y ocupar la mañana entre los aguardientes de las seis de la mañana pasa a garantizarse el uso del campo por delante de la bicicleta de montaña. O buscar setas. O correr enardecido por sendas públicas.

El trail running o el mountain bike, sin ir más lejos, han demostrado querer ir demasiado rápido. Eran modas del siglo XXI. En España vamos por el XIX, que es algo más que un cambio de sitio de una X y una I. Primero nos dicen que no se puede rechazar el aprovechamiento económico de montañas, zonas esquiables, campos de golf. Los concejales y empresarios de la derecha casposa conseguían una y otra vez recalificar, saltarse a la torera legislación ambiental, y delimitar parques protegidos como ámbitos donde vivirían en «armonía del uso económico y el ocio». Después, que la caza es un sector económico y que no podemos mandarlo al ostracismo por que sí.

Lo mismo que se dijo cuando se pretendió hacer la revolución agraria. O cuando los vendedores de boinas se quejaron.

España vive eternamente anclada en no perder lo único que le mantiene viva: un pasado inventado por unos pocos seres rancios y unos clanes de terratenientes a los que el populacho ignorante aplaude y vitorea. Los defensores tienen una ventaja: están agrupados en un organismo con las referencias Real Federación. La realeza, la prebenda y la agrupación frente a la lógica ciudadana. ¿Veis?, es lo de siempre.

Porque no se trata de regular, según El País, el acceso a fincas privadas, sino «a petición de los cazadores, dar prioridad a las actividades cinegéticas en los montes públicos frente a otras formas de ocio como el senderismo o la búsqueda de setas». Montes que en su mayor parte sobrevivieron durante toda la Edad Media y Moderna al uso del terrateniente. Montes que eran el asidero de una población al uso democrático de un recurso económico.

Pero el pueblo pronto quiso imitar al señor feudal y se aficionó a lo de pegar tiros. No es una lucha generacional, de viejos cazadores contra jóvenes corredores por el campo. No es una lucha de hobbies. Es económica. Es un síntoma de qué educación cultural ha recibido el país.

El de la roja y el bar.

¿Podríamos soñar con una «sainte» a la española?

El pasado puente se celebró la Saintélyon. De Saint Etienne a Lyon de noche y en invierno. Por el campo.

Media docena de locos se inscribieron.

Mejor dicho, doce mil corredores. Que disputan el honor de cruzar de una a otra gran ciudad francesa a lo largo de más de noventa kilómetros, con natural disposición y alegre espíritu mientras el clima dice lo que dice.

El vídeo de la edición del pasado fin de semana, aquí.

Fuente: SayntéLyon.com

Gran Trail Peñalara 2014, creciendo

La ultra trail del Guadarrama crece hasta cinco pruebas.

Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara y el ayuntamiento de Navacerrada presentaron la semana pasada la quinta edición del Gran Trail de Peñalara. Será el mayor evento anual para carreras de montaña en toda la zona Centro de España e incluye cinco pruebas distintas a celebrar entre los días 27 y 29 de Junio.

Nueva web oficial Gran trail Peñalara en grantrailgtp.com

El conjunto de exigentes pruebas de montaña es desde 2010 puntuable para los ultra trail más conocidos del planeta. El conglomerado UTMB, la prestigiosa The North Face Ultra Trail du Mont Blanc. Pues bien, la RSEA Peñalara ha decidido dar un paso al otro lado del Atlántico y ser cita previa,  una de las dos carreras españolas seleccionadas en 2014 como clasificatoria para la estadounidense Western States 100 Miles, la carrera de ultrafondo más antigua y mediática de las Américas.

Habrá una prueba corta nocturna y un trail de 60km, ideal para iniciarse o exprimir a tope los ritmos altos, pero con una dureza digna de las grandes (pudimos comprobarlo in situ en 2012). La clásica media prueba de 80km se deshace de su llegada en La Granja y pasa a conformar un bucle con llegada en Navacerrada y un par de novedades. El GTP clásico mantiene sus aproximados y elásticos 110km y las treinta horas de límite. Es la hermana mayor. Subir, bajar, ver amanecer, seguir subiendo, bajando… la tortura conocida de otras ediciones.

Aunque esta edición se inaugura una prueba por equipos con una esencia más libre y montañera, en la que se amplía el GTP con unas cuantas cotas más. Un homenaje a montañistas y ultreros experimentados.

Todo esto, cuando comience a apretar el calor que ahora echamos de menos.

Más información sobre la carrera y su circuito en www.grantrailgtp.com

¿Destrozar tus zapatillas, bricolaje o terapia de rebeldía?

Yo, es que llevo plantillas correctoras.
Yo, que tengo un dedo más largo en un pie que en otro.
Yo es que renqueo.
Y yo, que zarpaleo.

Ninguno de estos ejemplos reales está entre las premisas de un diseño de zapatilla cuando se ponen los diseños sobre la mesa. Imaginemos el departamento de investigación de una marca X. Técnicos y en desarrollo que llamaron a atletas de élite y que han charlado sobre las mejoras en estructura. Sondeos recabados en la feria del corredor de grandes eventos y que piden a los corredores populares que aporten.

Todo el mundo aportando. Y, cuando acudimos con nuestra imperfecta pisada a comprar el calzado nuevo, volvemos a encontrar las cortapisas de siempre. Nos roza. Nos genera tensión en los tendones flexores. Nos duele el empeine. No nos cura la tendinitis del aquiles.

Y oyes cómo alguien se tuneó los ojales de los cordones. O se taladró unas vías de aire en la ternilla de la nariz.

¿Y si yo mirase en detalle mi calzado? ¿Debo sufrir hasta que se acomode mi pie a él? ¿No debería ser al revés?

Aunque lo que más miedo da es que te pillen en casa. ¿Desmocho ciento cincuenta euros de zapatilla?

¿Me retirarán el saludo mis colegas de gremio si me paso al bricolaje de hilo de bramante y tijera? ¿Dejaré de ser una referencia como #FieldTester y pasaré al montón de ñapas artesanos prejubilados del correr?

Me da lo mismo. Suelo llevar el inconformismo por bandera. Preguntarse las cosas y preguntárselas una vez más. Y otra.

Mejor verlo con un ejemplo práctico:

PREGUNTA:

¿Por qué todos los modelos de calzado de trail Salomon me producen rozadura en el arco plantar? Mejor dicho: ¿qué hago para disfrutar y opinar exprimiendo hasta la muerte unas zapatillas que no puedo llevar durante más de 4km?

SOLUCIÓN OVEJO-CORPORATIVA:

Dar bien de vaselina e hidratar la piel. Calzarme unos calcetines que me fijen el tejido a la estructura Ortholite. Poco a poco ir aumentando la distancia de los rodajes. Abandonar los rodajes por pista y aprovechar las estupendas características técnicas Salomon para agarre por roca y sendas. Entrenar tanto la técnica de ascenso como descenso agresivo.

BRICO-SOLUCIÓN:

Pues no me da la gana. Salomon construye una horma cómoda y creo que polivalente. De alguna manera voy a llevar esa polivalencia hasta el límite.

Preparadlas para quirófano.

Voy a demostrar que se pueden usar como material pistero confortable. Como no podré amputarme un trozo de carne, analizo dónde se producen los rozamientos. En el arco. De pequeñín, entre mis taras estaba un pie algo plano. No es un problema en la actualidad, aparentemente. Después de cuarenta y tres años llevo casi noventa maratones y ultras, he podido correr con esos mismos pies en 2h55 en maratón, he finalizado ultra trails de mas de 110km y por mis planos pies han discurrido hormas Wave de Mizuno, de ASICS, Adidas de varias generaciones, Joma tan de maratón que los minimalistas de hoy día se tirarían de los pelos, tanques de la década de los 80, de todo.

Y en ningún momento me dí de boca contra unas zapatillas que me produjeran rozaduras después de treinta minutos de trote. No debo estar tan mal hecho. O, al menos, «tan-TAN-mal».

Sí a los recortes.

Ved las dos fotos. Aquí, la plantilla Ortholite original. Tiene la horma de un pie normal pero le añaden una pieza-guía de EVA. La solución-carril es un concepto ideal para mejorar la sujección pero el pie no es una pieza rígida: se pliega. Su efecto colateral es que afecta pies con poco arco plantar. Aparecían ampollas donde toda la vida salen las ampollas. Sí. Ahí.

Os evito la visión de las ampollas que me producía cualquiera de los dos modelos en test.

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Bingo. Sin miedo. A continuación, la misma plantilla con un tijeretazo. Empecé quitando un trozo pequeño pero superponía la plantilla suelta en mi pie y coincidía plenamente. Así que me animé y la dejé tal cual la veis.

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¡Anatema! ¡Estás cargándote la tecnología!

Espera. ¿Me preguntó la tecnología cómo pisaba o si usaba un calzado especial? ¿Pregunta la tecnología antes de desarrollar un nuevo modelo o  más o menos presupone sobre un porcentaje mayoritario de casos-tipo?

De modo inmediato los dos pares en prueba se ajustaron a mi arco. Tanto las Salomon XRMission (sobre las que escribí en su día) como las CrossMax2 (lo mismo) . Comienzo a hacer kilómetros sin notarlas. El próximo sábado sacaré unas zapatillas que fueron «molestas en su día» a patalear durante 43 km en el Ultra Trail Collserola. Hoy mismo estuvieron dos horas bajo el agua, perfectamente quietas y dejando a mis pies en paz.

Ahora sí puedo recomendarlas sin tener que «avisar» de posibles efectos no deseados. Y en situaciones en las que comprendo las características que me detallaron de fábrica.

¿En qué momento estamos cediendo a lo que nos venden? Tenemos que aprender de nuestro cuerpo para buscar lo útil de la mercadotecnia.

Son tantas preguntas, amigos de Salomon…

Una montaña en medio de Barcelona

Collserola. Una montaña que está en mitad de la ciudad, del área urbana. Y la vamos a usar para correr hasta que nos caigan los goterones de sudor por la rabadilla.

De hecho ya se usa para eso. El Parc de la Collserola es un pulmón extra que le surge a toda la comarca del Barcelonés en las últimas décadas del siglo pasado. Antes de ser transformado en un terreno a preservar, los barceloneses teníamos aquella referencia como el lugar donde estaba instalado el parque de atracciones del Tibidabo, su basílica, el cementerio y los depósitos de gas de la carretera de Cerdanyola y algunas barriadas donde las pendientes nos hacían aprender a caminar cuesta arriba y cuesta abajo.

Llegaron los años del diseño previo a los Juegos de Barcelona’92. Algo había que hacer aparte de plantar la torre de comunicaciones. Así que en 1987 se creó el Parque de Collserola, una entidad de 8.465 hectáreas. Y se fue convirtiendo en un lugar con estupendos caminos para correr, montar en bicicleta de montaña. Con este panorama tan al lado de casa, el próximo 23 de Noviembre se lanzan a organizar el Compressport Ultratrail Collserola de la ciudad de Barcelona.

 

En medio, dos nombres expertos y un ramillete de marcas. Tanto Mònica Aguilera como Marc Ràfols, dos corredores con gran recorrido dentro del mundo de la competición de larga distancia, forman parte de la organización de la competición.

¿Es apetecible aprovechar las sendas y caminos de un entorno así? Cómo no. Pero además, Barcelona cuenta con un privilegio parecido al de otras ciudades españolas. A menos de una hora de desplazamiento, prácticamente la totalidad de sus habitantes pueden disfrutar de un entorno natural.

Por lo tanto no podremos paladear esas laderas sobre las que escribía Eduardo Mendoza en «La ciudad de los Prodigios»:

Además de aquellas maravillas el jardín tenía recodos innumerables, pabellones, quioscos, templetes e invernaderos, avenidas misteriosas, de trazado deliberadamente confuso, por las que el paseante podía extraviarse sin temor y en cuyas revueltas podía toparse inopinadamente con la estatua ecuestre del emperador Augusto o con el semblante grave de Séneca o Quintiliano en sus pedestales respectivos, a través de cuyos setos conversaciones clandestinas podían ser oídas, citas amorosas sorprendidas y besos apasionados espiados a la luz de la luna. En los prados que se extendían en siete terrazas escalonadas en la falda de la montaña evolucionaban parejas de pavos reales y grullas egipcias.

Pero vamos a dar rienda suelta a toda la fiesta de correr por el campo. Caminos para mí desconocidos, vistas con las que me crié, una mezcla de sensaciones. En el mismo centro de Barcelona. A dos patadas del Carmelo o del Turó.

¿Se asentará esta prueba y pasará el corte de un calendario cada vez más saturado? . Para la Ultratrail de 74km y la Mitja Volta al Parc de 43km hace tiempo que no hay dorsales disponibles y las bajas se han ido cubriendo con la lista de espera. O sea, casi 1.500 corredores que ya hemos confiado en el caramelo.

Lo veremos en nada.

¿En qué consisten las famosas pruebas de material de running?

Prueba de material. Cualquiera que haya estado metido en alguna empresa donde se presenten nuevos productos habrá leído u oído (incluso presenciado) algo de esto.

Aunque, claro, no es lo mismo trabajar en un laboratorio farmacéutico especializado en la vía rectal que pasen por tu entorno los chicos de Salomon, Asics, o Hoko y sus mallas reductoras del norte cantábrico. Cuando en el mundo del corredor se lee ‘probaremos unas zapatillas como las que usa el mismísimo Mo Farah’ algo se mueve en el estómago. Es la emoción.

Recientemente me preguntaban sobre qué modo había de hacer pruebas de material. ¿Cómo se organiza todo esto?

Confluyen varios factores, pero lo que la marca quiere es la visibilidad. De ahí en adelante, la experiencia, la cercanía y credibilidad, o la sesera a la hora de elaborar información de utilidad, todo cuenta. O pertenecer a un entorno laboral especializado, por supuesto. 

Uno. Te convocan.

Normalmente, suelen organizarse a través de tiendas de running que sirven más o menos base de operaciones de un comercial. O un comercial que decide lanzarles una propuesta.  Hace unas horas eran los muy dinámicos gestores de la tienda de Running Company de Madrid quienes tenían allí material de unas zapatillas de Skechers. O la prueba de los chicos del salmón de la montaña en la tienda TrailXtrem. Pues bien. Los departamentos de prensa se ponen en contacto con unos y otros juntaletras del gremio y nosotros tenemos que acudir, probarlas, atender a la información con la que se nos predispone a favor del modelo, y calzárnoslas.

Así en frío es algo corporativo pero podéis ver el vídeo elaborado por Running Co.

Sobre qué resulta después, todos habéis leído crónicas sobre qué fabuloso es tal material o lo tremendas que son las zapatillas de cual marca. Creedme. Con una prueba de material así, lo más que uno consigue es estar incómodo durante la primera media hora, disfrutar de una maravilla tecnológica la siguiente media hora… hasta la hora de la tortura. Todo es muy psicológico y los resultados son relativamente fiables. Una prueba de material tiene que llevar al menos 200km detrás en zapatilleo. Luego veremos un ejemplo.

Parecido sistema es cuando la casa comercial monta un furgón o una plataforma itinerante, y se organizan en un  como si fuera un puesto de patatas fritas. Este ejemplo vale para quienes conozcan el norte europeo. Pero podrá valer. Hace no demasiado era Salomon (mediante uno de sus comerciales, el duro montañero Juanma Agejas) quien montaba el quiosco por la zona centro. Pero ejemplos hay a porrillo, máxime cuando las marcas (como este ejemplo citado) están tirando de esta otra manera de sacar el producto a la calle o al campo, mediante campus, meetings con la élite o simples pruebas.


Foto; ondozibi.com

Dos. Te pones a ello.

Recibes el ofrecimiento de un departamento comercial y te encuentras con el material. La bella zapatilla. O las magníficas mallas de «có-mo-voy-a-po-ner-me-yo-es-to». O que, al estar presente en múltiples saraos informativos o por tu palique, ese amigo de un amigo te ha hecho llegar la riñonera en cuestión.

Antes decíamos que en muchos sitios llegabas, corrías y tenías que poner caras. O disimular (si te llevas a casa una contractura). Lo suyo es dedicarle un mes entero y decidir primero qué terrenos -uno o varios- y ritmos -si tienes más de uno- llevarás. Si las condiciones son propicias, si probarás la mochila en monte o camino, si tiene sentido probar esas zapatillas rápidas durante una semana de entrenamiento en barro. Todo eso.

Y a correr, es la parte que más nos gusta. Y por la que nos hemos dejado querer hasta recibir ese material. Las sensaciones se apuntan o se recuerdan. O pasan a vídeo. O se discuten. Todos estos pasos tienen que ir algo dirigidos salvo que prentendamos simplemente correr con unas zapatillas gratis. Digamos que los primeros doscientos kilómetros de información, como recomienda siempre Mayayo en su muy recomendable blog de montaña, tienen que dar una batería de información suficiente.

Y que sea útil para cuando la compongas. No se debe olvidar este extremo. Tu revisión de zapatillas la van a indexar y reutilizar, reenviar y quizá recompensar.

Tres. A escribir y a compartir.

Vamos a ver. No todos vamos a saber escribir como Ser13gio, probador de Raidlight, gurú de las montañas y excorredor de élite en desiertos y pistas rocosas. Pero intentamos dar una estructura a lo que tenemos apuntado a papel y bolígrafo (sigo dudando de los bloc de notas de mi not-so-smartphone, soy un viejo).

Escribir de una manera sencilla, huir de cierta jerga, es mi consejo. ¿Es el mercado de la zapatilla de correr un creciente laboratorio donde ya no se pisa?

Luego está cómo lo quieras compartir. Al tuitear o mandarlo por cualquier medio ya podrás destripar la información, apuntarte a un bando u otro e incluso intentar dar un golpe de estado en la corriente dominante de ese material. Esto ya es cosa tuya, como hace Antonio. Volar no vamos a volar aunque un probador habitual diga esto:

 

Pero es cierto que ahí está la gracia del asunto. Una píldora como ejemplo. Nos lanza inmediatamente a buscar qué se cuece tras ese material. El gran Ser13gio. Dadle material, que os lo destripe.

Todo preparado para la IV Madrid-Segovia

El sábado, al despuntar el día, un millar de participantes saldrán desde la Plaza Castilla de Madrid con dirección noroeste. Por delante tienen la tarea de llegar hasta Segovia en menos de veinticuatro horas. A pie.

La distancia que recorre la cada día más popular Madrid-Segovia y que organiza Ultrafondo Internacional ronda los cien kilómetros. En concreto es la distancia una de las cosas que menos preocupa. Para los participantes y los organizadores, el éxito significa llevar con buen pie a los participantes, y en el mayor número posible de llegados, hasta la meta situada bajo el acueducto romano de Segovia.

Aprovechando las Vías Pecuarias del Camino de Santiago, como matiza el subtítulo de la Madrid-Segovia.

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Cada año desde hace cuatro, los participantes se conjuran para salir con la primera luz del sábado en dirección a los viejos olivares y encinares del Monte del Pardo. Ascienden paulatinamente por los caminos que llevan a Tres Cantos y Colmenar Viejo, siguiendo el rescatado itinerario del Camino de Santiago de Madrid.

Siempre a pie, muchos corriendo y la mayoría alternando carrera y caminata, se encaran las grandes cañadas ganaderas que acercan a Manzanares el Real. Es la antesala de la sierra y para los participantes el paso simbólico por el maratón: los primeros cuarenta y dos kilómetros. El cruce natural de quienes transitan entre ambas ciudades.

Guiados por las flechas amarillas y la señalización de la organización, la mitad del recorrido coincide con un anfiteatro de granito que abraza Mataelpino. Es el final de la tarde, y el alivio de las más altas temperaturas. Situado en la ladera soleada de la Sierra de Guadarrama, el segundo tercio de la carrera se hace durísimo al disputarse con los sólidos calores de septiembre.

Pero la cosa se suaviza. No así el recorrido que encara un tramo ascendente hacia la Barranca, entre piorno y roca, en dirección a Cercedilla, donde los corredores/marchadores cuentan con un punto clave: avituallamiento sólido, caliente, y donde podrán dejar las mochilas con ropa de repuesto y demás material. Este punto es crucial porque supone considerar la Madrid-Segovia como un reto ya vencido, además de afrontar la noche y su agradable temperatura. Psicológicamente se embarcan en la caminata fantástica bajo la oscuridad de los bosques de Las Dehesas.

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Y es que el esfuerzo es diferente. Otros grupos musculares toman el relevo en el ascenso por la Carretera de la República hacia los mil ochocientos metros de altitud de la Fuenfría. Un café o un caldo caliente salvará los cuerpos del sueño y del cansancio. Los primeros hará tiempo que llegaron. El fenomenal Pablo Vega, o el vencedor de 2012, Carlos Morales, acarician el récord de la prueba en poco más de nueve horas (que data de 2011 en que venció el italiano Marco Bonfiglio). Pero los que disfrutan batiendo la dificultad de la distancia estarán encarando los largos kilómetros de descenso del antiguo itinerario romano.

La cruz de la Gallega es el aperitivo, finalmente, de la entrada en la ciudad castellana. Veinticuatro horas por delante para los mil participantes que agotaron en escasas semanas todos los dorsales.

Sin duda la Madrid-Segovia es una prueba diferente.

Información práctica:

Salida de Madrid – Plaza Castilla. 08.30am Sábado 21
Llegada a Segovia – Acueducto. hasta las 8.30am Domingo 22
Distancia aprox 102km
Desnivel acumulado 2.090m D+ / 1.820m D-
Participantes: 1000.

La fiscalía de Medio Ambiente de Asturias modifica una prueba de trail

La organización del DesafiOSOmiedo, prueba de montaña que arranca este fin de semana, ha recibido una resolución de la Fiscalía de Medio Ambiente de Asturias. En ella, con todo a punto para la celebración de la prueba y decenas de participantes desplazándose ya a la prueba, se emite un informe desfavorable.

La consecuencia más inmediata es la modificación de la prueba Ultra Desafío Somiedo, aduciendo impacto medioambiental. La organización ha comunicado a los participantes que se está buscando una solución que permita que la prueba se celebre. Entre otros, se afecta la primera parte del recorrido y la hora de salida, que ha de retrasarse por imperativo legal a las 7.00 am.

El UTDS, la prueba de más distancia y desnivel, recorre zonas de protección ambiental del entorno de Somiedo (Asturias). Evidentemente la comunidad de deportistas ha expresado su disgusto dado que los permisos se solicitan con tiempo para evitar estos inconvenientes.

Extrañamente, esta resolución podría afectar en lo sucesivo la celebración de algunas pruebas de trail en España. Siendo de obligado cumplimiento el presentar un dossier detallado en las pruebas al aire libre, se da la complicada situación de que el trail (y las carreras por entornos no urbanos en general) representan, precisamente, la opción más natural del correr hoy día.

Presiones.

La organización del DesafiOSOmiedo alega presiones que han surgido de diversas asociaciones de la zona. Es frecuente que las pruebas que se celebran por la montaña sufran algunos sabotajes, desapareciendo marcaje y balizas (habitualmente son cintas plásticas que se retiran al finalizar la prueba) y que entornos ecologistas extremos o propietarios de predios sobre los que se discurre estén en contra de esta modalidad.

Desde un sector de los corredores se reconoce en que existen, ciertamente, impactos irreparables en el mundo del trail. Algunos participantes arrojan desperdicios que ponen en peligro la celebración de las pruebas. Este comportamiento irrespetuoso de unos pocos, junto con determinados intereses políticos locales o regionales, obligan a los organizadores a guardar exquisito equilibrio y cuidado en la celebración.

El caso del UTDS queda todavía pendiente de posibles ampliaciones en las sanciones o problemas que se puedan celebrar este fin de semana.

Se ha decidido trasladar a los participantes en autobús a Villar de Vildas. La salida del UTDS, será por tanto en Villar de Vildas y se retrasa a las siete de la mañana. El resto del recorrido coincide con lo previsto. La organización «está trabajando para hacer posible que la prueba se dispute, con la merma de kilómetros que os comentamos pero que al fin y al cabo, se dispute. El UTDS, quedaría en 80 kilómetros y se reajustarán los tiempos de corte».