El Gobierno saca pecho hoy porque el precio de los pisos ha crecido el último año de media por debajo del 10% -un 9,7%- por primera vez desde 2001. Un buen dato relativo, ya que detrás de esa cifra «mágica» se esconden subidas de magnitud diversa en función de la tipología de la vivienda o de la comunidad autónoma o la ciudad donde esté ubicada. La vivienda libre nueva, por ejemplo, se encarece un 10,5%, mientras que la usada lo hace un 9,3 y la VPO, un 7,3%. En cuanto a la distribución territorial, los mayores aumentos se dan en Galicia, Aragón, Cantabria y La Rioja. Los menores, en autonomías como Navarra, Madrid y Murcia. O sea, en general, los precios aumentan más en las que eran más bajos y menos donde eran tan altos que ya no hay apenas margen de subida.
Pese a todo la ministra del ramo, María Antonia Trujillo, no ha dudado en lanzar las campanas al vuelo:
La ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, dijo hoy, tras conocerse que por primera vez en cinco años el precio de la vivienda ha crecido por debajo de los dos dígitos, que «continúa la desaceleración gradual de este mercado, que era uno de nuestros objetivos». Trujillo indicó que, cuando el PSOE llegó al Gobierno en abril de 2004, el precio de la vivienda libre crecía a un 18,4 por ciento y hoy lo hace a un 9,7 por ciento. Añadió que, junto a la desaceleración del mercado que se está dando en el sector, la construcción de pisos de protección llevará también «en muy poco tiempo a la estabilidad de la economía doméstica y a garantizar el acceso a una vivienda protegida a muchos ciudadanos». (Agencia EFE)
No sé si hay motivos para tanto triunfalismo, con las hipotecas ahogando a muchas familias y la amenaza de aumentos de los tipos de interés en el horizonte.