Hoy se ha celebrado en Nürburgring el Gran Premio de Europa y hemos asistido a una de las carreras más espectaculares de lo que llevamos de campeonato. Ha habido de todo: salidas de pista, lluvia, toques, adelantamientos, averías, líderes de carrera inesperados… y como colofón un adelantamiento magistral de Fernando Alonso a Massa para ganar la carrera.
A Fernando Alonso le ha salido todo perfecto. Ya ayer sabíamos que, salvo milagro, le iba a recortar varios puntos a Lewis Hamilton, y le ha recortado los máximos posibles. Lewis no ha podido puntuar y sólo le saca 2 puntos a Fernando Alonso. El que para mí es el verdadero rival de Alonso en este campeonato, Kimi Raikkonen, ha tenido una avería en su Ferrari y ha tenido que abandonar la carrera, por lo que Alonso le saca ahora 12 puntos más. Si Fernando necesitaba distanciarse de Kimi y acercarse a Hamilton la jugada le ha salido perfecta, y no solo por la mala suerte de los demás, sino por su habilidad en mojado, por su concentración en situaciones cambiantes, y por su valentía a la hora de tomar decisiones arriesgadas.
En este tipo de carreras la concentración debe ser absoluta y no se puede dudar ni un segundo a la hora de tomar decisones que pueden variar por completo las opciones que puedas tener. La coordinación con los ingenieros y el equipo debe ser total, ya que hay decisiones que tomar, como cambios de neumáticos de seco a mojado, etc… que determinan el resultado. El piloto siempre está tenso, porque además de tener que controlar lo que a él le corresponde, hay muchos factores que no puede controlar, como la lluvia, el estado del asfalto, la velocidad de secado de la pista… y eso os aseguro que en plena carrera requiere de muchas cualidades que, afortunadamente, Fernando Alonso posee y de sobra. A Alonso siempre le ha gustado correr en lluvia, y ha demostrado muchas veces que lo hace muy bien, pero lo de hoy, el adelantamiento a Massa en mojado, ha sido espectacular.
Después de este Gran Premio queda demostrado que en Fórmula 1 todo puede pasar, que las malas rachas y las buenas cambian de unos pilotos a otros, y que si una carrera tienes mala suerte, a la próxima la tendrá tu rival. Al final todo se iguala y la diferencia la marca ese detalle en una salida, esa apurada en una curva… al final el talento decide, y decidirá a final de temporada a favor de Fernando Alonso, por mucho que a algunos les pese.
