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¿Para quiénes será difícil o imposible participar en las elecciones europeas?

Por Vicky

Millones de personas con algún tipo de discapacidad no podrán o se les ‘prohibirá’ votar en las próximas elecciones europeas del 26 de mayo. Mientras las instituciones europeas avisan de la baja participación en la historia de las elecciones de la zona euro y a la vez presentan numerosas razones para que la gente acude esta vez a las urnas, se les olvida una parte importantísima de la población.

Lejos de los objetivos y ambiciones de la UE, la realidad indica que muchas personas con discapacidad intelectual no pueden votar porque su país no les facilita el proceso. Muchas de estas personas siguen la actualidad al igual que todos nosotros y les interesa especialmente lo que digan los partidos en sus propuestas sobre inclusión y ayudas a la discapacidad y dependencia. Sin embargo, no tienen derecho a pronunciarse al respecto. Y… ¿quién mejor para decidir sobre las políticas relacionadas con la discapacidad que ellos? También es cierto que su voto no valdría solo para estos temas, ya que a fin de cuentas todo es transversal y se refleja en la política, economía, ciencia, etc.

Desde la capacidad para rellenar o seleccionar las papeletas hasta la facilidad de acceder al centro electoral, son 18 los países miembros de la UE que no disponen de un reglamento específico que recoja el caso de estas personas y su participación en las elecciones. Es fundamental que los procedimientos, instalaciones y materiales sean adecuados, accesibles y fáciles de entender y utilizar. También es básico que se permita que una persona de su elección les preste asistencia para votar. De momento, ninguna de esas pautas están aprobadas de manera explícita para asegurar la normalidad del proceso electoral. Es cuestión de que la persona interesada pruebe su suerte.

Según un informe del Comité Económico y Social Europeo, ocho países no ofrecen la posibilidad del voto por correo u otras alternativas que sí se prestan en países vecinos. Además, en 12 países no se permite cambiar de centro electoral e ir a votar a uno más óptimo bajo ninguna circunstancia. Hay obstáculos jurídicos que privan el derecho de voto a las personas que sufren problemas de salud mental, a pesar de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos indica claramente que quitar este derecho a cualquier persona que cumple las condiciones mínimas para ejercer su voto, es algo inaceptable.

En España, 100.000 personas con discapacidad intelectual quedaban exentas de votar por su condición, per ya pudieron votar en las útlimas elecciones y podrán de nuevo hacerlo este domingo, aunque pueden seguir incapacitadas judicialmente para otras cuestiones.

Otros países que han avanzado con su normativa son Grecia y Letonia, que permiten localizar a través de una aplicación los centros electorales que te corresponden, hacer cambios necesarios y comprobar su estado.

Rumanía facilita a las personas con discapacidad intelectual un sello como alternativa a las cruces y las papeletas tradicionales que lo pueden solicitar a la mesa electoral y que cuenta como una ayuda equivalente a la de un ayudante, solo que de una manera más transparente. Por último, en Estonia todos los votantes -con o sin algún tipo de discapacidad- tienen derecho a la opción del voto electrónico, ya que su sistema online está muy bien adaptado a las exigencias del proceso electoral.

Una mujer con discapacidad intelectual en un simulacro de voto en Madrid esta primavera. (ELENA BUENAVISTA)

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Tener en el Parlamento Europeo a un candidato anti-europeo no tiene mucho sentido, ¿no?

Por Tom

Los británicos, tras votar por salir de la Unión Europea casi tres años atrás, ahora se ven obligado a votar en las elecciones europeas.Y en consecuencia se ha montado, entre otras cosas, un alboroto tremendo entre y dentro de los partidos políticos. 

Los Tories se encuentran en una especie de lucha entre gladiadores entre los que quieren permanecer en la Unión, los que no, los de Theresa, los que están en su contra y los que ya se fueron para unirse al nuevo bebé de la política británica The Independent Group (ahora, según, se llama Change UK).

May ya ha declarado que se va sí o sí, o sí, que ya había confirmado esto ocho veces antes. Los que seguirán están nerviosos por si, en su ausencia, asciende el enigmático Boris Johnson y de repente No Deal asoma la cabeza.

Al partido laborista, bajo el mando del inefectivo Jeremy Corbyn, no le va nada bien, aunque mejor que los Tories que no es nada difícil. Dentro del mismo partido hay gente que está por permanecer y por salir de la UE, y el partido pretende satisfacer los dos bandos… algo como poner piña en la pizza y luego palillos para quitarla.

Mientras los dos partidos principales se quitan la ropa, se llenan de aceite y luchan por cambiar la redacción exacta de un posible trato para el ‘Brexit’ que al parecer ya nadie quiere, hay un lobo solitario que se ha colado en la política británica de nuevo. Hablo, por supuesto, del volátil Nigel Farage.

El exlíder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) y figura clave de la campaña del «brexit, Nigel Farage. (EFE)

El hombre, cuyo bufonesco comportamiento durante la campaña del Leave en los días antes del voto de junio 2016 aún se recuerda, ha remontado aprovechándose de la situación como es su táctica clásica.

Ya ha hecho un rebranding de su antiguo partido UKIP, ahora el Brexit Party, y está utilizando las elecciones europeas como ronda dos del referéndum de ‘Brexit’.

En la luz (o oscuridad) de la confusión de los demás partidos, Nigel parece para muchos aportar un poco de claridad, un grito de guerra ante el que la gente podría acudir en manada. El estilo de Farage es criticar e insultar en general, sin ofrecer nada de soluciones ni cambios. Pero hay personas a las que les gusta, porque mientras los demás fracasan de una manera completa y profunda, Nigel sigue desencadenando una cortina de fuego anti-europeo que ha captado la imaginación del público.

Tener en el Parlamento Europeo a un candidato anti-europeo no tiene mucho sentido, ¿no?

Pues no será la primera vez. Cuando aún era capital del barco UKIP, Farage guió su partido a una victoria que le condujo al europarlamento en 2014.

Al parecer no aprendemos, no avanzamos y nos deleitamos de la caída.

Detalle de los calcetines del europarlamentario británico Nigel Farage, con la bandera inglesa, en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo (Patrick Seeger / EFE).

Ser influencer en España te abre puertas, pero en Grecia te las cierra

Por Vicky

Algunos de nosotros siguen sus pasos minuto a minuto cual detectives y otros acaban tan saturados de sus constantes actualizaciones que han silenciado sus cuentas. Los influencers tienen tantos seguidores como haters, por lo que al final del día solo el analytics de sus perfiles puede darles un feedback real y fiable.

Era un día soleado en Atenas cuando se acercaron al Museo de la Acrópolis 13 mujeres jóvenes y divinas. Lo último no es una apreciación personal, sino que las chicas se habían disfrazado de diosas de la antigua Grecia. Al igual que cientos de visitantes, ellas también habían reservado con meses de antelación por internet las entradas para entrar en el museo. Sin embargo, el look que eligieron aquel día invalidó sus entradas y las dejó fuera del museo.

No es casualidad que la sátira nació en Grecia. Expresar nuestra indignación burlándonos de las personas que nos provocan este sentimiento, es un hábito que aproxima la tradición y el temperamento. Los influencers griegos, los que de verdad han conseguido algún tipo de éxito a través de su exposición diaria pueden contarse con los dedos de una mano. Aún así ni han llegado a pinchar para festivales ni tener su propio espacio mediático, como lo han hecho otros compañeros suyos en otros países.


He escuchado más veces a la gente reaccionando con un «¿pero quién se cree?» o «¿qué sentido tiene eso?» que admitiendo que es una buena idea o un ejemplo para imitar de algún modo. Por eso, las personas que eligen promocionar su imagen como instagramers o vloggers de momento se sienten reconocidas por su propio círculo y los fans de este. No sé muy bien bajo qué criterio un influencer decide dar el salto y hacer lo de siempre pero a lo grande, pero todo indica (por la historia que voy a contar a continuación) que siempre hay un momento para cada cosa y este momento más vale que sea respetado, así como el espacio.

Las 13 amigas llegaron desde Alemania a Atenas para celebrar la despedida de soltera de una de las que formaban el grupo. Afirman haber gastado alrededor de 200 euros en su visita planeada en el Museo de la Acrópolis. Por supuesto las guías no cuestan tanto, sino que su idea era acudir acompañadas de un fotógrafo profesional que les hiciera fotos como si fueran unas cariátides modernas al lado de los monumentos que alberga el museo. Habían cuidado hasta el último detalle, ya que su intención no era insultar a nadie sino de hacer una sesión de fotos más especial aprovechando además que una de las turistas alemanas era diseñadora de moda y que meses antes tenía preparados los vestidos al estilo grecorromano. Eso sí, se les olvidó un pequeño detalle… que para los rodajes profesionales se necesita contar con el permiso del sitio.  

Empezaron a protestar e insistir mucho a los guardias. Resaltaron que ninguna indicación del museo ponía que hay un dress code para acceder. Dijeron que este trato sería normal en países como Arabia Saudí, Marruecos o Dubái, pero no en Grecia, en un país miembro de la Unión Europea. Alegaron que su viaje en total les costó unos 1.200 euros y el resto de sus planes se habían realizado con éxito. Al final, tuvieron que abandonar el sitio escoltadas y armaron su propia guerra a través de sus redes sociales.

Es curioso que en ningún momento se les ocurrió deshacerse del fotógrafo y hacerse las capturas necesarias con sus móviles o cámaras personales. En vez de pensar en esta opción prefirieron intuir que el problema del museo tenía que ver con su vestimenta inapropiada.

La moraleja definitiva la dio el propio museo a través de su gabinete de comunicación que hizo pública la razón por la que las turistas fueron expulsadas. No tanto por su actitud molesta y persistente, más bien por eso les negaron devolver el dinero de las entradas, pero sobre todo porque se necesita licencia para este tipo de grabaciones concedida de la directiva del propio espacio donde se va a realizar el trabajo. Para aclarar dudas, advirtieron a los futuros influencers interesados que lo ideal es contar también con el permiso de la Comunidad de Antigüedades y los demás círculos asignados al Ministerio de Cultura, de lo contrario la cifra de los likes conseguidos podría convertirse en la totalidad de la multa emitida.

Así que mucho cuidado con las imágenes y vídeos si os vais de vacaciones a Grecia este verano. Estar informado sobre la normativa del país puede defenderos mejor que un puñado de seguidores en las redes sociales.

Vista del Templo de Atenea Niké, en la Acrópolis de Atenas (Laurent Gillieron / EFE).

Elecciones europeas: ¿cómo votan los griegos en el país y en el extranjero?

Por Vicky.

Entre el 23 y el 26 de mayo los ciudadanos de la Unión Europea están llamados a las urnas. La cita electoral es importante porque, como se ha visto durante la crisis, las normas que aprueba la Eurocámara marcan la vida de los ciudadanos de todos los países europeos, desde los derechos de los clientes frente a los bancos hasta el coste de la telefonía o la energía, las emisiones de gases de los coches, los derechos de los internautas, el contenido de las etiquetas de los alimentos y fármacos o la regulación de los cigarrillos, por ejemplo. Desde Bruselas llegan las normas que influyen directamente sobre la competitividad de las empresas, la creación o destrucción de empleo y la actividad económica de los países.

Además, estas elecciones son muy interesantes ya que como novedad, los ciudadanos tendrán la oportunidad de votar por una persona y un programa determinado. Por primera vez, el reparto de escaños en la Eurocámara decidirá al presidente de la Comisión, algo que hasta ahora decidía el Consejo Europeo (formado por jefes de Estado y de Gobierno).

Pero el sistema de votación no es exactamente igual al de nuestro país. Las circunscripciones son delimitadas de manera distinta, los candidatos son diferentes o pertenecen a formaciones diferentes a las que normalmente se presentan en su país de origen. Y aunque el procedimiento de registro para votar cambia de un país de la UE a otro, algunos criterios esenciales son comunes en toda la Unión Europea. La base es que los ciudadanos europeos elegiremos a los 751 miembros del Parlamento Europeo y que cada estado miembro no puede tener menos de 6 ni más de 96 escaños. Cabe destacar al respecto que no en todos los países miembros es obligatorio votar en las europeas. A pesar de que en Grecia sí lo es, la participación en las elecciones de la UE ronda el 59%. No es una cifra mala si la comparamos con la de otros países miembros, pero es obvio que no todos los ciudadanos cumplen con esta ley sino que votan casi si fuera un acto voluntario.

Los partidos griegos que se presentan este año son 40 y al igual que en España se puede votar el 26 de mayo, desde las 7 de la mañana hasta las 19 horas. Si eres residente en otro país europeo tienes derecho a votar por el eurodiputado de tu país de acogida y no de tu país de nacimiento. Igualmente, tienes derecho a elegir votar por tu país de nacimiento, pero en ningún caso puedes votar para ambos los representantes de ambos países. En general, los ciudadanos de la UE pueden votar en las elecciones al Parlamento Europeo en España siempre que manifiesten su voluntad en ese sentido. Para hacerlo hay que estar registrado en el censo local de la ciudad de residencia y registrarse además (mediante una declaración motivada) en el Censo Electoral para Ciudadanos Extranjeros.

En estas elecciones Grecia espera sacar 21 eurodiputados, pertenecientes en las siguientes formaciones políticas: S&D, GUE/ENGL, G/EFA, EFDD, ENF, NI y ECR. A diferencia de España, los votantes griegos pueden mostrar su apoyo a los candidatos europeos tras haber cumplido los 17 años de edad. Es decir, no hace falta tener la mayoría de edad para votar en las europeas.

Varios informes del país aseguran que en todas las convocatorias la participación joven es relativamente alta. No son pocos los premios que han recibido los estudiantes griegos que participan en los distintos proyectos de la UE y que alzan su voz para hacer propuestas o denunciar malas prácticas. Más allá de los temas de urgente solución y actualidad (euroesceptismo, extremismos, cambio climático), la capacidad de elegir libremente a sus representantes políticos es una conquista social que merece la pena ser aprovechada.

El ex-primer ministro de Grecia, Antonis Samaras, introduciendo la papeleta para las elecciones al Parlamento Europeo en 2014. (EFE)

¿Por qué la obsesión de los británicos con la familia real?

Por Tom

Meghan Markle, dio a luz al primer hijo de los Duques de Sussex. Ayer presentaron por fin la nueva incorporación a la flotilla de bebés reales del Reino Unido: Archie Harrison Mountbatten-Windsor. La Reina ya tiene ocho bisnietos. Según la BBC, el príncipe está encantado con eso de “ser padre.” Pero claro, lleva tres días.

En los días que precedieron al parto, la gente participaba en una oleada intensa de apuestas. Se podía apostar por la fecha de nacimiento, el nombre si era varón y si era chica, el peso… Los corredores de apuestas calcularon hacer beneficios de ocho millones de libras en apuestas.

El estimado Harry y Meghan han elegido no proteger con un título a Archie, lo que podría indicar que no le van a criar como un royal en todo el sentido de la palabra. Ni siquiera será príncipe Archie a menos que le dé el título su bisabuela.

La elección de los nombres también sorprendió a todo el mundo, ni Archie (a menudo la forma corta de Archibald, pero en este caso se utiliza como nombre completo), ni Harrison son nombres con connotaciones reales. No son las únicas tradiciones que han roto.

En Inglaterra siempre nos ha fascinado la familia real. No sé muy bien por qué. Su popularidad ha tenido sus altibajos, claro. Ha habido épocas de disgustos, pero la familia tiene una habilidad insólita de cambiar opinión pública.

Es innegable que la familia real ha podido mantener su posición en los corazones de los británicos, pese a varios complicaciones y problemitas.

Según The Guardian, la mayoría de la gente cree que la familia real es relevante en la vida de los británicos, que nos representa bien a nivel mundial y nos gusta que se casen.
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Cuando otros países tienen días festivos, nosotros tenemos las royal weddings. Y es que, aunque sea poco manejable y anticuada, la familia real sigue siendo un baluarte de lo que creo que muchos británicos tienen como la visión de Gran Bretaña.

Quizás ahora esté especialmente bien considerando que el reino tiene dos cabezas: los políticos y la familia real. Mientras uno entra en declive y pierde popularidad por culpa del ‘brexit’, el otro se baña en la gloria de su recién descubierta adulación.

Llegan las rebajas… en las urbanizaciones ilegales de las zonas forestales

Por Vicky

‘’Urbanizaciones forestales. No saltes la cita del próximo 3 de noviembre para conseguir un 10% de descuento en tu declaración anual, de lo contrario espera recibir la fecha de la demolición de tu vivienda’’. Así se daba esta semana la noticia sobre el nuevo plan acerca de los derrumbes que prepara el gobierno heleno en las zonas urbano-forestales.

A continuación se daban detalles sobre el tipo de viviendas afectadas, todos los documentos que deben reunir y entregar, el cuándo, el dónde, etc. El tema de la recalificación de las zonas forestales tras un incendio siempre ha sido tratado con cero discreción o, lo que yo llamaría, vergüenza. Como en España, también se puede urbanizar un monte incendiado. De hecho, no tiene que transcurrir ningún plazo concreto, más allá del que requiera la tramitación ordinaria de los instrumentos legales y urbanísticos necesarios para que eso ocurra. ¿Instrumentos legales? Un poco irónico.

Nunca he llegado a asumir cuál es el momento en el que un hecho tan ilegal y espantoso, como el de prender fuego a un espacio natural para aprovecharlo después, pasa a ser algo previsible en la legislación de un país. Según la ley griega, se puede aprobar la recalificación de los montes siempre que se establezca la existencia de “razones imperiosas de interés público de primer orden” para esa reclasificación de los terrenos y prever “las medidas compensatorias necesarias que permitan recuperar una superficie forestal equivalente a la quemada”.

Si hablamos de excepciones y de razones muy concretas, entonces se sobreentiende que no tiene sentido que alguien queme el monte pensando en urbanizarlo porque no hay base legal para hacerlo. Según mi punto de vista, el debate está ligeramente desenfocado. Se puede discutir mucho la necesidad de la creación de una zona urbana o de la razón, en general, de un incendio pero rara vez se habla su respuesta penal. Los responsables de los incendios son difíciles de localizar. Normalmente los casos se archivan y, finalmente, el terreno arrasado por las llamas pasa a ser otra cosa. Si no se ha actuado desde el principio, a pesar de que todos somos capaces de señalar con el dedo y a lo lejos una vivienda ‘’ilegal’’, denunciarlo parece no llevar a ninguna parte. En general, esto no se está aplicando. Además, las urbanizaciones que se encuentran junto a vegetación forestal o en terrenos forestales no cuentan con plan para su protección, por lo que aumentan cada año el riesgo en las zonas urbano-forestal.

A pesar de que la normativa europea exige planes de autoprotección para esas zonas que tienen que prever las medidas de vigilancia y alarma, así como la existencia de medios materiales y humanos en caso de nuevo incendio, tanto Grecia como España no llegan a cumplir con los más mínimos requisitos. En el caso de mi país, los incendios casi siempre tienen origen humano y está sobradamente conocido que en muchas ocasiones la causa se debe al alto nivel de especulación sobre las tierras.

Rara vez la causa se debe a un accidente. Es cierto que el Mediterráneo es uno de los lugares del mundo más afectado por el cambio climático. Sin embargo, en las zonas afectadas hasta el momento el clima no suele ser el origen de los fuegos, más bien es la causa de su evolución. Es decir, que la mano del hombre llega donde no acaba de hacerlo el calentamiento global.

Un ejemplo claro de falta de prevención y aplicación de las exigencias europeas es el incidente que tuvo lugar el verano pasado en Mati. Los protocolos de actuación, si realmente existen, deben estar muy bien enterrados. Normalmente no se sabe actuar debidamente ante una emergencia y cuando se toman medidas lo que la lógica implica es dar prioridad a las personas, luego los bienes y, por último, el terreno. Es decir, el concepto cambia por completo en el momento en el que un espacio natural se habita. Y salvar vidas me parece muy coherente. Lo que me resulta inaceptable son titulares y noticias con enunciados tan sensacionalistas y llamativas sobre un asunto tan delicado.

La naturaleza importa y es protegida por la ley solo si desempeña una función que interesa a la urbe. Es decir, reducir la contaminación del aire al absorber los compuestos gaseosos e interceptar los contaminantes atmosféricos o mejorar la formación del suelo, el ciclo de los nutrientes y la textura del suelo. Por una vez más, la ley sirve para hacer el terreno más habitable y más construible, dejando en segundo plano las consecuencias medioambientales o la penalización de los responsables por los incendios. En Grecia, no hay críticas ni denuncias al respecto, simplemente se pasa página.

 

Bomberos trabajan en las labores de extinción de un incendio forestal declarado en Kalamos, Grecia, en 2017. (Simela Pantzartzi / EFE)

El cambio de armario y el cambio del clima

Por Tom.

Ha llegado el maravilloso puente de mayo, esa fecha significativa, celebrado por una multitud de motivos.

Primero porque significa que has podido coger uno o dos días y llevarte tres de vacaciones, que junto con el fin de semana ya son cinco. Regalazo. La gente volvió al trabajo bronceada, relajada y feliz.

Segundo, porque esa fecha señala el comienzo de esa situación resbaladiza que nos manda inexorablemente hacia el verano, y las vacaciones.

Sobre todo en el sur de España, Semana Santa y el puente de mayo son los eventos primeros de un verano que llegará lleno de festivales y ferias que duran hasta el otoño. Todo empieza a oler a vacaciones y playa. En breve se acortará la jornada para muchos, dándonos la oportunidad de aprovechar más de las tardes de cada día.

Tercero, porque aunque en España digan «hasta el cuarenta de mayo…no te quites el sayo», para mucha gente este fin de semana marca el ‘cambio de armario’.

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Este fenómeno hace que miles de personas saquen toda la ropa del armario, la doblen estilo Marie Kondo, y la metan en cajas para el próximo invierno. Es hora de sacar toda la ropa de verano, descubrir todas estas prendas que habías olvidado completamente, y a lo mejor encontrar los restos del verano pasado, el detrito de lo bien que lo pasaste, en los bolsillos.

En el Reino Unido, como podéis imaginar, no es tan necesario como aquí hacer ese ritual de cambio de ropa. Es cierto que cada invierno, a lo mejor nos encontramos cogiendo el abrigo grande cuando brota el primer día de frío de cojones narices, pero en general, como el tiempo es tan impredecible y las temperaturas no alcanzan niveles tan altos, no nos vemos obligados a hacer una sustitución del armario entero. Mantenemos la misma ropa colgada y doblada todo el año.

Policías atienden a un miembro de la Guardia Real británica, desmayado a causa de la ola de calor en 2017 en Londres. A veces también tenemos de eso. (GTRES)

No sé si también influye que nuestros armarios son más grandes o si tenemos menos ropa, pero el hecho es que, por el motivo que sea, no hacemos el cambio.

Otra cosa que no se podría prescindir nunca es el paraguas, siempre estamos preparados para un día (o dos o tres) de lluvia inesperado.

Los gestos para decir no, gracias o insultar son distintos en Grecia, conócelos para ‘sobrevivir’ si vas de viaje

Por Vicky

A veces conscientemente y otras no, los gestos que utilizamos mientras hablamos con una persona, la expresión facial que adoptamos o nuestro modo de movernos en un sitio pueden marcar una gran diferencia en el mensaje que transmitimos. Incluso hay estudios que confirman que muchas personas -sobre todo jóvenes- han perdido oportunidades laborales no por no ser lo suficientemente cualificados, sino por no saber estar en la fase de la entrevista.

Incomodidad, nerviosismo, expectativa, arrogancia o ilusión. Nuestro cuerpo consigue hablar mucho más que nuestra boca. Y a pesar de que hay una ciencia entera detrás de la comunicación no verbal, cada uno de nosotros es diferente y en consecuencia habla su propio idioma. En este sentido, hay reglas universales pero también muchas particularidades.

En Grecia el idioma puede generar auténticos quebraderos de cabeza para sus visitantes, ya que no se considera especialmente fácil de aprender. Por lo que quizás una buena manera de empezar a interactuar con los nativos es gesticulando.. ¡con cuidado! Algunos gestos que en España significan una cosa quieren decir todo lo contrario en según qué destinos y conocerlos puede salvarnos más de un malentendido.

Empezando por lo mínimo que se necesita para mostrar cercanía, el saludo se hace igual. Levantando una mano con los pulgares arriba. Eso sí, es importante mantener los dedos juntos y no extenderlos demasiado. De lo contrario este gesto pasa a ser un insulto equivalente al del sacar el dedo. De hecho, en mi país es poco habitual que se saque el dedo. Este insulto griego se conoce como moutza, aunque puede recibir más denominaciones según la región.

Se lanza la palma hacia delante y cuánto más cerca llega a la persona a la que se destina este gesto más ofensivo se considera el acto. Para mostrar indignación, la moutza se puede reforzar empleando las dos palmas de las manos.

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Luego, también hay que saber decir ‘no’. En Grecia se puede decir expresamente, utilizando la palabra, o sin decir nada y levantando ligeramente la cabeza hacia arriba y subiendo un poco las cejas. También puedes incluir sonidos a este gesto y casi suspirar un ligero ‘tsk tsk’. En este caso, no se dice con desprecio, sino que solamente viene a indicar negación rotunda.

Escena de ‘Mi gran boda griega’.

Otros gestos de mucho interés son aquellos que cogen más de un significado. Yo llamaría al siguiente ademán el ‘’madre mía’’. Para decir ‘’madre mía sin decirlo, tienes que realizar un movimiento de una mano como si estuvieras removiendo el aire. No de forma brusca para que parezca que estás quitando un insecto de tu cara, sino acariciando el aire pero rápidamente. Este gesto puede utilizarse para algo bueno o también para algo que te parece absurdo. A menudo se acompaña por la expresión ‘’po-po’’, que es parecida al ‘’ay ay’’.

Cuando se quiere expresar duda y preguntar ¿ti? (¿qué?), nos diferenciamos bastante de los italianos. Llevamos una mano a la altura del pecho y posicionamos los dedos como si lleváramos una pistola, pero sin tener el puño tan apretado. Después se gira la mano manteniendo esta postura una sola vez y bastante rápido. No verás ni movimiento de los hombros como a veces se hace en España ni las dos manos lanzadas hacia fuera. Eso último más bien parece un gesto de frustración.

Por último, los griegos son un pueblo agradecido (sic) y pueden mostrar su satisfacción de varias maneras. A la hora de desempeñar el rol de comensales, te dirán que la comida ha sido muy rica colocando la mano en su tripa y moviéndola ligeramente. Al principio te puede parecer que sufren alguna molestia o dolor estomacal, pero significa todo lo contrario.

Estas son algunas de las diferencias más marcadas en la expresión corporal, las que a primera vista pueden extrañar. En el resto, tanto españoles como griegos coincidimos bastante y lo que definitivamente ayuda entendernos es nuestro carácter abierto que tiende a empeñarse para ayudar y hacer sentir cómodo a su interlocutor.

Extreme Right in the UK

Por Tom

Lately, we have seen a rise in the popularity of the politics of the extreme right across the world. In Hungary, Germany, Brasil, France, Italy, the UK just to name a few, the movement that sells us isolationism, exclusion and racism seems to be picking up speed.

Although the majority of people don’t appear to be so extreme, it’s important to take on board that these sentiments exist. These groups usually talk about the pride of being whichever nationality, the honour of having the blood from whichever land, and above all the glorious history of the time when there were no foreigners in the country.

Personally, I see no sense in it, and I don’t agree with their methods. I can understand, of course, that people are afraid, that they see a threat from outside, and that their natural reaction is to protect what’s theirs. My suggestion would be to shake off the fear and, therefore, eliminate the need to react to protect.

In Spain, there are several groups: The famous Falange (Phalanx), Democracia Nacional, or more recently VOX, but these groups don’t tend to be very visible outside their own country (until the General Elections on the 28th of April, where Vox planted itself firmly as a political power in Spain).

There are, of course, similar groups in the United Kingdom.

First, we shall take the National Front. Founded in 1967, it’s one of the only groups considered to be neo-fascist. They hold meetings throughout the country, but the membership isn’t as high as it once was. Recently they divide their time between tormenting any area when Muslims can be found and burning flags. Their social media contribution is the usual mix of racism, violence and hatred.

Britain First. This political party came to prominence a few years ago due to a few of their social media posts. Using fear tactics to hide islamophobia inside posts related to other things in order to make them go viral and spread their message. However, once they had garnered more attention, antifascist groups were quick to respond, putting in place campaigns to raise awareness about Britain First’s true motives. The leader of the party, Paul Goulding, ran for Mayor of London against Sadiq Kahn and lost spectacularly.

The British National Party (BNP). In its heyday, the BNP was the most famous of this list. Nick Griffon founded the party in 1982, but until the end of the noughties, nobody really paid it much attention. The peak of its success was Nick’s appearance on Question Time on the BBC, during which he succeeded only in severely humiliating himself. After this disaster, Nick can now be seen on YouTube apparently running his own low key cooking show, explaining, among other dishes, how to prepare a «Tory-beating stew.»

English Defence League. As you may be able to imagine, the English Defence League is a group that fights for the defence of England (sorry Scotland, Wales and Northern Ireland). It is pretty violent, anti-Islam and pro-invasion of areas of Muslim communities. The leader and founder of the group, Tommy Robinson, stepped down in 2013 in a famous press meeting.

Combat 18 and the Racial Volunteer Force. Combat 18 is so-called because the initials of Adolf Hitler are first and eighth in the alphabet. If that doesn’t tell you enough… Well, it’s an openly neo-nazi group, completely opposed to politics in general. It was founded in 1992 by Charlie Sargent, who currently languishes in her majesty’s prison for the murder of another member of the group.

In 2002 dissidents from C18 formed a new wing of the group called the Racial Volunteer Force, very similar to C18, whose members are prohibited from joining the police service.

Saving the best for last: National Action

This group is among those on the terrorist watch list, and as a consequence is prohibited in the UK – the group is actually illegal. Founded in 2013, it rose to fame in 2016 following a series of protests where racist stickers were slapped on surfaces everywhere, flashmobs of Hitler salutes were organised, and even a Miss Hitler parade was held.

Their social networks abound with content encouraging people to commit acts of violence and condemning the government and anyone else who has authority. They celebrated the death of Jo Cox in 2016 and the attack in Orlando last year. Any type of affiliation with this group could land you in the slammer.

»Nos vamos a casa». ¿Han influido las series y películas británicas en el ‘brexit’?

Por Vicky

Durante décadas, las películas y programas de televisión británicas han suavizado el controvertido y violento pasado del país, dando lugar a una cultura pop nacionalista. Cada vez más presente en los orígenes del ‘Brexit’,aunque no responsable por la situación.

Puede que ya no estemos enganchados a los canales tradicionales, esperando ansiosos a que emitan un nuevo programa, pero en los tiempos de Netflix seguimos constantemente pegados a las pantallas esperando al estreno de nuestra serie favorita o de algo que tiene muy buena pinta. Por lo que, el espectáculo que ofrecía la televisión no ha muerto, sino que se ha transformado. Seguimos debatiendo y defendiendo con nuestros amigos lo que ha pasado en el último capítulo porque estos shows por más que cambien de plataforma siguen influenciándonos.

Empecé a fijarme en esta idea tras escuchar unas declaraciones del embajador alemán en el Reino Unido, Peter Ammon, que alertaba sobre el peligro de presentar a los británicos como únicos ganadores de la Segunda Guerra Mundial: «una inexactitud histórica que apareció recientemente en las películas Dunkerque y La hora más oscura«.

Ammon denunciaba que esta imagen ha fomentado la actitud escéptica de los británicos frente a su continuidad en la Unión Europea. En definitiva, estaba insinuando que la cultura popular británica ha aportado su granito de arena en la decisión del país de abandonar la UE y que desde entonces el nacionalismo se hace notar de manera más evidente, ya que lo que destaca en las series y películas es la nostalgia histórica de un imperio fuerte, independiente y autosuficiente.

Cualquier amante o seguidor de la televisión británica sabrá que la nostalgia histórica no es nueva en el país. Donde quiera que mires, se emiten programas históricos. Los Tudor, Downton Abbey, La reina Victoria y Abdul e incluso Peaky Blinders. Todas estas producciones han conseguido transmitir una visión glorificada del país, suavizada y bastante acrítica del pasado de Reino Unido.

¿Es posible que el hábito de saltar casi todos los capítulos feos de la historia del país ayudó en algún momento la campaña del ‘brexit’?

Las coincidencias son demasiadas y después viene el asunto irlandés. Una académica irlandesa que trabaja en Reino Unido afirmaba el otro día en el diario The Irish Times que sus alumnos londinenses no entienden la razón por la que tienen que aprender parte de la historia de Irlanda, como si no fuera una pieza clave de su propia historia y de altísima actualidad. Su educación previa respecto a este capítulo de la historia es ‘’muy pobre o nula’’.

Por supuesto, la televisión no es ni puede ser una institución educativa, pero digamos que Churchill no era tan tímido y vacilante en la vida real como se ve en las películas que mencionaba Ammon. La mezcla de incidentes ficticios, que sirven para aportar más intriga y tensión en el cine, con la falsa interpretación de personajes clave y los discursos nacionalistas sensacionalistas pueden tener un gran impacto en la conciencia de un espectador que carece de noción histórica y una mirada crítica.  

La frase final de Kenneth Branagh en Dunkerque resume bien todo lo anterior: ‘’nos vamos a casa’’. En este momento somos testigos de un final feliz. Un grupo de soldados traumatizados tras una larga expedición consigue regresar a casa con sus familias. Reino Unido ha salido ganando la guerra sin la ayuda de absolutamente nadie. Sus soldados han hecho su trabajo y a pesar de haber acabado con ciertas inestabilidades y pérdidas, ellos han decidido el momento de irse y se han ido a un futuro supuestamente mejor junto a los suyos.    

Es un hecho bien conocido pero a menudo olvidado. La cultura pop de la pantalla grande no solo refleja el espíritu de la época, sino que también tiene una gran importancia en su formación. Conforme lo que vemos, la forma con la que procesamos la realidad cambia gradualmente. Y en este caso, no es que haya habido solo una producción que muestra un país que siempre sale con la suya y relativamente ileso, sino que cada vez este tipo de filmes van en aumento y lo hacen en un momento muy crítico para la reflexión de los ciudadanos.

Obviamente la solución no es que Europa deje de reproducir tales contenidos y empezar a filtrarlos con restricciones. Solo que estas producciones podrían ser el antídoto perfecto a la desinformación constante y al pobre análisis sobre el ‘brexit’.