Por Vicky
No hace mucho tiempo desde que se impulsó un programa destinado a los desempleados de Grecia, en el que estas personas pueden beneficiarse de unas vacaciones pagadas si así lo desean. Personas necesitadas de unas vacaciones que, paradójicamente, consistirían en trabajar. Puede sonar paradójico, pero aunque no haya trabajo físico o mental de por medio, la ansiedad, la angustia y la desesperación al no ver resultado de su búsqueda constante de empleo, también desgasta.
Actualmente está abierta la convocatoria para que todos los desempleados soliciten sus vacaciones de verano. Hay un par de destinos fijos, que suelen ser islas griegas, y algunos otros que cambian cada año según las condiciones particulares de la persona que lo solicita y el préstamo que recibe. De la misma manera, la duración de las vacaciones varía de 1 noche a 10 y el número de los beneficiarios oscila las 140.000 personas.
Por supuesto, no todos pueden disfrutar de esta convocatoria ya que la tasa de desempleo en Grecia, por desgracia, llega al 18%. Por eso hay condiciones muy claras para los interesados, que básicamente consisten en medir cuánto tiempo reciben préstamos del gobierno por su condición laboral. En general, se da prioridad a las personas que más tiempo llevan sin empleo.
En España, las condiciones en que los parados tienen derecho a recibir una prestación si viajan fuera del país se definen en la Ley de la Seguridad Social. El Gobierno se vio obligado a incluir esta normativa tras una sentencia del Tribunal Supremo que indicaba que las condiciones eran poco específicas.
Actualmente, un parado con derecho a prestación puede ausentarse hasta 15 días del país sin necesidad de comunicarlo y sin perder sus derechos. Si la ausencia era superior a 15 días e inferior a un año, debía comunicarlo a los servicios públicos de empleo. Durante este período de estar fuera del país perdía la prestación, pero la podría recuperar al regresar. En el caso de salidas superiores a 90 días al año, el servicio de empleo entiende que se trata de un traslado de residencia y el parado tiene que justificar su ausencia para seguir conservando sus derechos. Es decir, la persona en paro tiene que estar siempre localizable si no desea perder su prestación o recibir sanciones.
Los datos de paro siempre se esperan con mucha expectación, a veces celebrando su caída y otras señalando un mal arranque o cierre de temporada. A pesar de los distintos planes y medidas para bajar la cifra de desempleados, hay poca información o iniciativa para hacer que aquellas personas que se encuentran en esta situación sobrelleven mejor su estado actual. Aunque sea de mucha ayuda su préstamo, el dinero no llega a solventar la parte psíquica. Todos nos merecemos unos días en los que poder evolucionar como personas y dejar de entretenernos con obligaciones.
Muchos estudios hablan de los beneficios de procrastinar, ya que mucha gente se inspira más cuando dedica tiempo a sí misma y a sus proyectos creativos/personales. Creo que las personas sin recursos importantes son los que más necesitan esos momentos de ‘’relax’’ y más si pensamos en algo que a muchos de nosotros se nos olvida: nuestras aspiraciones y objetivos pueden cambiar mucho. La cultura occidental indica que hay que trabajar toda la vida y muy duro para tener resultados y llegar a algo. El problema es que cada uno de nosotros interpreta de manera distinta ese algo. Algunos estarían felices solo con tener una ocupación digna con la que ganarían lo justo para vivir en un espacio decente y permitirse los gastos necesarios para su bienestar. No todos quieren tener una carrera a los 35 años, formar una familia numerosa o explorar el mundo. Pero sí contar con lo básico que te permite tener una buena salud mental y física.
Lo que necesitan de verdad los parados es poder trabajar.
https://dametresminutos.wordpress.com/2016/05/08/con-mas-de-40-y-en-paro/
11 junio 2019 | 5:46 am