Por Tom
Meghan Markle, dio a luz al primer hijo de los Duques de Sussex. Ayer presentaron por fin la nueva incorporación a la flotilla de bebés reales del Reino Unido: Archie Harrison Mountbatten-Windsor. La Reina ya tiene ocho bisnietos. Según la BBC, el príncipe está encantado con eso de “ser padre.” Pero claro, lleva tres días.
En los días que precedieron al parto, la gente participaba en una oleada intensa de apuestas. Se podía apostar por la fecha de nacimiento, el nombre si era varón y si era chica, el peso… Los corredores de apuestas calcularon hacer beneficios de ocho millones de libras en apuestas.
El estimado Harry y Meghan han elegido no proteger con un título a Archie, lo que podría indicar que no le van a criar como un royal en todo el sentido de la palabra. Ni siquiera será príncipe Archie a menos que le dé el título su bisabuela.
La elección de los nombres también sorprendió a todo el mundo, ni Archie (a menudo la forma corta de Archibald, pero en este caso se utiliza como nombre completo), ni Harrison son nombres con connotaciones reales. No son las únicas tradiciones que han roto.
En Inglaterra siempre nos ha fascinado la familia real. No sé muy bien por qué. Su popularidad ha tenido sus altibajos, claro. Ha habido épocas de disgustos, pero la familia tiene una habilidad insólita de cambiar opinión pública.
Es innegable que la familia real ha podido mantener su posición en los corazones de los británicos, pese a varios complicaciones y problemitas.
Según The Guardian, la mayoría de la gente cree que la familia real es relevante en la vida de los británicos, que nos representa bien a nivel mundial y nos gusta que se casen.
1
Cuando otros países tienen días festivos, nosotros tenemos las royal weddings. Y es que, aunque sea poco manejable y anticuada, la familia real sigue siendo un baluarte de lo que creo que muchos británicos tienen como la visión de Gran Bretaña.
Quizás ahora esté especialmente bien considerando que el reino tiene dos cabezas: los políticos y la familia real. Mientras uno entra en declive y pierde popularidad por culpa del ‘brexit’, el otro se baña en la gloria de su recién descubierta adulación.
Más bien la pregunta debería ser ¿por qué la obsesión de la prensa española con la familia real británica?
la respuesta es clara, por las ansias peloteriles de esta prensa con el fin de mejorar, ensalzar y blindar la menarquía española.
11 mayo 2019 | 2:16 pm