Listas de cine

De los misterios de Semana Santa a los que nos ha dado el cine. De los que también han suscitado grandes pasiones y debates, aunque no estuviera en la intención de sus autores que tuvieran respuesta.

Escenas, imágenes, personajes o accesorios incluso a veces totalmente secundarios, pero que en el caso de películas que se han convertido en objeto de culto han disparado las especulaciones e hipótesis de todo tipo entre fans, estudiosos y curiosos.

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, ¿Leo DiCaprio sigue dentro de un sueño en Origen? o… David Lynch, ¿sueña también con alguna historia que sea comprensible fuera de su surrealista universo? Estas y algunas preguntas más sin respuesta se han convertido en míticas a lo largo de la historia del cine.

 

El monolito de ‘2001: Una odisea del espacio’ (2001: A Space Odyssey, 1968) de Stanley Kubrick

Hasta en cuatro ocasiones aparece el famoso monolito ideado por el escritor Arthur C. Clarke y Kubrick. Mucho se ha teorizado al respecto: ¿Es una presencia extraterrestre? ¿Dios? ¿Una metáfora de lo cognoscitivo o la inteligencia? ¿El mismo Kubrick encarnado en la pantalla de cine?… Lo único que deja claro es que cada vez que aparece ese enorme bloque de piedra oscura se produce un salto estratosférico en cuanto a evolución humana.

 

El personaje de Jennifer Lawrence en ‘Madre!’ (Mother!, 2017) de Darren Aronofsky

El personaje sin nombre que interpreta Jennifer Lawrence, receloso y entregado a su gran amor (el personaje de «Él», o sea Bardem en la película), irá sufriendo todo tipo de humillaciones y calamidades por culpa del resto de humanos que aparecen en la trama. ¿Es una denuncia a las agresiones a la Madre Naturaleza? ¿Una simbología Bíblica? ¿Una denuncia al maltrato a las mujeres? ¿Alude todo lo que significa entregarse en cuerpo y alma a la persona amada?… Un verdadero quebradero de cabeza desentrañar el significado, o al menos para algunos. Para otros, como los premios Razzie, los anti-Oscar, les importó un rábano: tanto Aronofsky como Jennifer Lawrence (y Javier Bardem, ex aequo por su trabajo en Piratas del Caribe: La venganza de salazar) fueron nominados a lo peor del año.

 

El tramo final de ‘Mulholland Drive’ (2001) de David Lynch

¿Realidad o fantasía? ¿Qué es lo que puede corresponderse a la parte de las fantasías de su protagonista, Betty/Diane (Naomi Watts), derivadas de sus deseos y frustraciones, sobre todo amorosas? Lynch rompe con nuestras expectativas y con la clásica línea temporal de continuidad, y lo hace además con unos personajes que se desdoblan. Todo parecía que iba bien, que estaba claro, pero la cosa se complica a partir de la entrada en escena en el Club del Silencio. Eso, y que a Lynch siempre le ha interesado más adentrarnos en el mundo de los sueños que intentar darnos respuestas racionales (Mulholland Drive debía ser, en principio, una serie de televisión).

 

La caja de ‘Belle de Jour’ (Belle de Jour, 1967) de Luis Buñuel

Catherine Deneuve interpretó a una joven mujer casada a la que no le falta dinero ni comodidades (está casada con un cirujano). Pero descubre que le fascina el morbo y el sexo, así que decide pasar el rato ejerciendo de prostituta, de lujo, en su tiempo libre. La película de Buñuel rompió tabúes en su momento, pero entre las cuestiones que el bueno (y surrealista) director de Calanda dejaba como cabo suelto era una misteriosa cajita que había en el prostíbulo. Al abrirla, algunas meretrices ponían cara de horror o espanto, otras de sorpresa. La protagonista contemplaba su interior incluso con cierta satisfacción. La película nunca aclaró lo que había, pero desde arañas a serpientes o vaya a saber que clase de artilugio, no faltaron hipótesis al respecto.

 

El maletín de ‘Pulp Fiction’ (1994) de Quentin Tarantino

Tarantino puede ser tan expeditivo y poco dado a las sutilezas como se quiera, pero también le gusta dejar cabos sueltos, o pequeños enigmas con los que atrapar la atención del espectador. En la venerada Pulp Fiction el macguffin en cuestión era un maletín o, mejor dicho, su misterioso contenido que nunca se llegaba a mostrar o citar. Los fans cavilaron varias posibilidades, desde los diamantes robados de Reservoir Dogs al traje de oro de Elvis Presley (solo se entrevé un brillo, en un momento, al abrir el maletín). Pero la que más ha gustado, y visto que Mr. Tarantino no parecía interesado en revelar el entuerto, era que dentro cobijaba el alma de Marsellus Wallace (Ving Rhames).

 

La peonza de ‘Origen’ (Inception, 2010) de Christopher Nolan

A estas alturas, cuando una película introduce el tema de los sueños solo podemos esperar que acabemos el visionado más desorientados que con las ideas claras. Nolan nos metía en distintos niveles del inconsciente (sin ninguna alusión a Freud) y cuando nos ponía por en medio una peonza (si dejaba de girar era realidad, si seguía dando vueltas era un sueño) creíamos que nos podríamos agarrar a esta herramienta para saber cómo terminaría todo. Fuimos unos ilusos, y la prueba es ese final con su protagonista, Cobb (Leonardo DiCaprio).

 

La última frase en ‘Lost in Translation’ (2003) de Sofia Coppola

Historia de amor, entre un maduro y desencantado actor de cine (Bill Murray) y la joven esposa de un fotógrafo (Scarlett Johansson), y uno de los primeros títulos de culto que nos brindó este siglo XXI. Ese Breve encuentro versión posmoderna de Sofia Coppola nos dejó además un momento que despertó (enorme) curiosidad, ¿cuál era la frase de despedida que le susurraba el personaje de Murray al oído del de Johansson? Sofia quiso también dejarlo a la imaginación del espectador. Inevitablemente, el susurro fue analizado y estudiado y seguramente la frase decía «Tengo que irme, pero no voy a dejar que eso se interponga entre nosotros, ¿vale? Vale». Pese a ello, en el doblaje español, y de forma unilateral, decidieron que lo mejor era que acabara susurrándole: «Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo… No pierdas nunca esa sonrisa». Aún así, el aroma de misterio de la frase de marras sigue obcecando a sus fans.

 

Las emociones de ‘Del revés’ (Inside Out, 2015) de Pete Docter

¿Cómo funciona la mente de las personas? Desde Pixar, y de la mano del director Pete Docter, nos transportaron a un mundo en el que destacaban cinco emociones: Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco, y todos con vida y sensaciones propias, totalmente humanizadas. De acuerdo, pero la gran pregunta es, y tales emociones ¿también tenían a su vez pequeños personajillos en su interior?

 

Rick Deckard en ‘Blade Runner’ (1982) de Ridley Scott

En la versión original, el implacable y certero cazareplicantes Rick Deckard (Harrison Ford) era humano. Pero años después, una versión Director’s Cut de Ridley Scott nos hacía dudar, o más bien nos introducía la certeza de que Deckard era también un replicante (¡dichosos unicornios de papel!). En la secuela, Blade Runner 2049, estrenada el pasado año, Denis Villeneuve sencillamente pasó del tema. Aunque el director canadiense sí dejó claro, en declaraciones, que personalmente prefería la versión de los 80. Y definitivamente zanjó la cuestión con un «No me interesa saber si Deckard es un replicante».

 

Teddy Daniels, ¿loco o cuerdo? en ‘Shutter Island’ (2010) de Martin Scorsese

Vuelve a la lista Leonardo DiCaprio, en esta ocasión interpretando a un agente federal, afectado por un trauma personal, que acude a un hospital psiquiátrico para investigar la extraña desaparición de una mujer. Y… hogar dulce hogar, habrá giro sorpresa y, una frase final, la del personaje del propio Teddy, de las que hace pensar: «¿Qué sería peor? ¿vivir como un monstruo, o morir como un hombre bueno?». Bueno, que en todo caso la adaptación de la novela de Dennis Lehane nos dejaba también con algunas preguntillas en el aire.

Tags: 2001 una odisea del espacio, Belle de Jour, Blade Runner, Del revés, Lost in Translation, Madre, Mulholland Drive, Origen, Pulp Fiction, Shutter Island | Almacenado en: Listas