Las escenas más desagradables que ha dado el cine español

Listas de cine

Una navaja de afeitar seccionando, en primer plano y en blanco y negro, el ojo de una muchacha. Es una de las imágenes más impactantes y desagradables que ha dado el cine y se corresponde con el celebérrimo cortometraje Un perro andaluz (1929) de Luis Buñuel, con guión escrito por él mismo en colaboración de otro genio del surrealismo, Salvador Dalí. Por suerte, el órgano ocular cercenado no era el de la actriz (Simone Mareuil, como nos recordaba mi compañero Alfred López en uno de sus imprescindibles posts de El listo que todo lo sabe) sino el de una vaca.

La obra fue filmada por Buñuel, pero la producción era francesa. Sin embargo, tanto él como otros cineastas tuvieron su oportunidad de remover el estómago del personal en otras películas de factura y financiación patria mostrando sin tapujos escenas de lo más crudas, incómodas o provocadoras. ¿Un golpe de efecto? ¿Imperativos del guion? ¿Necesidad de romper tabúes? o simplemente una manera de atraer la polémica y con ello una promoción gratuita o la atención de los potenciales espectadores.

Un poco de todo hay en esta lista, un recorrido desde los años 70 hasta la actualidad que incluye algunas de las escenas más difíciles de ver que ha dado nuestro cine o de las que causaron mayor impacto y polémica en su momento, aunque muchas hayan sido actualmente superadas (¡qué alto han puesto el listón, sin ir más lejos, desde la pequeña pantalla series como Juego de tronos, Ash vs Evil dead, The Walking Dead o Spartacus!).

(Incluye algunas imágenes de contenido explícito)

 

Aftermath (1994) de Nacho Cerdá

Aftermath

( ©Nacho Cerdá )

Un corto de poco más de media hora. Más que limitarse a una sola escena es prácticamente todo su metraje el que nos sitúa en una atmósfera malsana. Solo hay que echarle una ojeada a la sinopsis: un médico forense practicando la necrofilia con el cadáver de una joven, y para culminar el «trabajo» se le ocurre la brillante idea de que parte de los órganos también pueden servir para alimentar a su querido perro en casa. La sombra de Nekromantik (1987) es alargada y la propuesta de Nacho Cerdá no se cortó un pelo, y además lo hizo sin mediar palabra, es decir, sin utilizar diálogos. Altamente desagradable.

 

Bámbola (1996) de Bigas Luna

Bámbola

( ©Fox / Paramount )

Sexo, comida y (muy) bajos instintos primarios. La rubia Valeria Marini fue la musa del barcelonés Bigas Luna. Una hembra que volvía locos a los hombres, sobre todo a reos y asesinos; o más bien una muñeca hinchable tratada como mero objeto sexual; y a ella que tampoco le parecía desagradar del todo ese (mal) rollo. Más que erótica fue considerada zafia y una oda al mal gusto. Lo más comentado en su momento fue cierta escena, también de alto contenido sexual, con Valeria Marini y unas anguilas. Para más inri, su misma protagonista, después de ver el montaje definitivo de la película en su presentación mundial en el Festival de Venecia, decidió demandar al director por haber incluido escenas demasiado explícitas sexualmente. ¿Acaso esperaba menos de Bigas Luna?

 

Caótica Ana (2007) de Julio Medem

Caótica Ana

( ©Fox )

A la película del donostiarra Julio Medem también le llovieron los palos por todas partes, aunque la interpretación de la debutante Manuela Vellés, de 19 años cuando la rodó, destacó por su arrojo y más tratándose de su primera película. Narrada como una cuenta atrás, del 10 al 0, tuvo innumerables lecturas (feministas, políticas, sociales, artísticas…) en esta historia en la que la Ana del título descubre que ha tenido vidas pasadas. ¿La escena más controvertida? Una en la que un político norteamericano se las promete muy felices con la sesión de sexo que le ofrece Ana en la habitación de un hotel, pero en en realidad ella esconde otra intención, la de defecar literalmente en su cara. La escena en cuestión fue interpretada como la visión del propio Medem «cagándose» en la intervención en la Guerra de Irak, otros prefirieron verla como un símbolo de liberación (¿femenina?) hacia aquellos que ostentan el poder y la sumisión.

 

Dagon: la secta del mar (2001) de Stuart Gordon

Dagon, la secta del mar

( ©Filmax )

Entre 2001 y 2007, la productora española Fantastic Factory (Faust: La venganza está en la sangre, fue otro de sus alucinantes propuestas) intentó recuperar el cine de serie B de terror y fantasía que habían cultivado otras productoras míticas como la británica Hammer o la American International Pictures. Para Dagon se recurrió a un director de culto, Stuart Gordon, célebre por Re-Animator (1985). Fantasía, dosis de erotismo, sangre y terror. ¿La escena de shock? pues… muy gore, nada menos que contemplar como el personaje que interpretaba el gran Paco Rabal, un mendigo, era despellejado sin piedad y en primer plano. Dagon significó también su trabajo póstumo en el cine, fallecería pocas semanas antes del estreno, el 29 de agosto de 2001.

 

El crimen de Cuenca (1979) de Pilar Miró

El crimen de Cuenca

( ©Divisa Red )

Aunque realizada en 1979 no pudo estrenarse en cines hasta dos años después debido a problemas judiciales que consideraban que la película «podía ser delictiva contra el Cuerpo Judicial y la Guardia Civil». Relataba el caso real acontecido en 1910 en los municipios de Tresjuncos y Oso de la Vega, de la provincia de Cuenca. Dos hombres fueron acusados del asesinato de un pastor del lugar que había desaparecido, y forzados a confesarse autores del crimen en un proceso en el que sufrieron crueles torturas. Posteriormente, la susodicha víctima apareció años después vivita y coleando. Pilar Miró recreó esta crónica negra también para denunciar la barbarie que los sistemas judiciales y las fuerzas del orden eran capaces de aplicar, y ello incluía no escatimar detalles sobre todo en las escenas de tortura: arrancar uñas o un hombre obligado a resistir colgado de una barra (con una cuerda atada a sus partes más íntimas, la caída le provocaría la castración). Estas escenas y la controversia generaron enormes colas en los cines para verla. Se convirtió en una de las películas españolas más taquilleras hasta el momento.

 

El pico (1983) de Eloy de la Iglesia

El pico

( ©Divisa Red )

El director guipuzcoano Eloy de la Iglesia fue un azote retratando los aspectos más sórdidos de los años de la Transición española. También, homosexual declarado, realizó algunas de las mejores películas de temática gay del cine español. Su cine se alimentaba tanto de personajes marginales, yonquis, quinquis y prostitutas como de presuntamente respetables políticos o representantes de la autoridad y las instituciones españolas. En El Pico da grima ver la veracidad en las escenas en las que sus dos jóvenes protagonistas (José Luis Manzano y Javier García), hijos respectivamente de un Guardia Civil y de un dirigente abertzale, se chutaban heroína (uno de sus actores, José Luis Manzano, fallecería a los 29 años, en 1992, precisamente de una sobredosis).

 

Inquisición (1976) de Paul Naschy

Inquisicion 1976

( ©Resen )

Jacinto Molina, de nombre artístico Paul Naschy, es todo un icono del género fantástico español y uno de los intérpretes más famosos entre los que han encarnado al temible hombre lobo. En 1976 se atrevió además a debutar detrás de las cámaras y así, como director y protagonista, recurrió a una temática que ya había dado sus frutos en el campo del terror y de lo desagradable en otras producciones europeas, el de las torturas de la Inquisición. ¿El momento de mayor impacto? una joven semidesnuda y atada a la que le arrancan el pezón derecho. Naturalmente, en primerísimo primer plano.

 

Los violadores del amanecer (1978) de Ignacio F. Iquino

Los violadores del amanecer

( ©Divisa Red )

Una mención para los sexplotation más descarados marca España. El cineasta tarraconense Ignacio Farrès Iquino, en activo desde 1934, fue de los que mejor supo explotar la permisividad de los recién estrenados tiempos del destape y del cine «s», del auge del soft porno, buscando una comercialidad fácil. Aquí era una muestra del denominado «cine quinqui» de los 70, y 80, con el recurso del sexo, a través del relato de una banda de cuatro delincuentes y drogadictos que se dedican a violar muchachas. Entre sus momentos de alto voltaje, hacia el principio, una amarga escena que podría recordarnos a otra de las consideradas más desagradables de la historia del cine, la de la violación del personaje de Monica Bellucci en Irreversible (2002). En Los violadores del amanecer fue la actriz Linda Lay entre otras (Mireia Ros, Eva Lyberten, Alicia Orozco…).

 

Mil gritos tiene la noche (1982) de Juan Piquer Simón

Mil gritos tiene la noche (Pieces)

( ©Filmax )

El mismo año que triunfaba en todo el mundo la maravillosa E.T., el extraterrestre de Spielberg, el valenciano Juan Piquer Simón, adicto al género fantástico, salpicaba las pantallas de sangre y vísceras con esta película que aprovechaba el tirón, enormemente popular entonces, de la saga Viernes 13. Nadie puede dudar de que se trata de una mala película, pero el hecho es que su descaro y, especialmente, su abundancia de sangre y tripas, la han erigido en una película de culto a nivel internacional («Pieces» fue su título anglosajón). Entre las escenas más impactantes, la imagen de arriba habla por sí sola.

 

No profanar el sueño de los muertos (1974) de Jorge Grau

No profanar el sueño de los muertos

( ©Divisa )

George A. Romero provocó con La noche de los muertos vivientes (1969) que los zombis camparan a sus anchas en el cine, de serie B y Z, de los 70. Entre las que se apuntaron a la moda, y con acierto, se encuentra esta obra del barcelonés Jorge Grau, una coproducción con Italia realmente terrorífica y nauseabunda en su momento y en la que también se incorporó un mensaje ecologista.

 

Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón (1980) de Pedro Almodóvar

Pepi, Luci y Bom

( ©El Deseo )

El debut de Almodóvar costó poco más de 500.000 pesetas de entonces, unos tres mil euros, y no tardó en erigirse en uno de los abanderados de ese cine transgresor y alternativo de la época. Contenía varios momentos, como el del concurso de las “erecciones nacionales”, pero sin duda causó estupor ver la lluvia dorada, o séase, la meada en toda la cara que le dedicaba el personaje de Bom (Alaska) a Luci (Eva Siva), la recatada mujer de un policía. Era a petición de Pepi (Carmen Maura) y a sabiendas que a Luci le iba lo sadomaso. Tampoco es de extrañar la cara de satisfacción de la actriz Eva Siva con el riego que le proporciona el personaje de Bom; no era orín, era cerveza (extracto de Almodóvar Polémico. Un repaso a los momentos más controvertidos de su cine).

 

Pieles (2017) de Eduardo Casanova

Pieles

( ©Premium Cine )

El actor Eduardo Casanova, después de nueve cortos, dio el salto al largometraje con esta historia sobre la marginación de los seres que son «diferentes». Mediante una estética kitsch y de colores pastel, con sobreabundancia del rosa, narra la grotesca historia de un grupo de personas que se han recluido de la sociedad a causa de sus deformidades. El personaje más chocante es sin duda el de Samantha, la protagonista de su corto Eat my Shit (2015), que interpretó de nuevo Ana Polvorosa; una mujer con la peculiaridad de tener el ano en la cara (!).

 

¿Quién puede matar a un niño? (1976) de Narciso Ibáñez Serrador

¿Quién puede matar a un niño?

( ©Divisa )

Una de las obras maestras del género en nuestra filmografía. ¿Qué clase de degenerado se atrevería a hacerle daño a una dulce, inocente y angelical criatura? Narciso Ibáñez Serrador le dio una buena vuelta de tuerca al asunto y (adaptando la novela El juego de los niños de Juan José Plans) eran los adultos los que asistían, horrorizados, como los pequeñines de una isla se habían convertido en despiadados psicópatas que buscaban eliminar a los adultos de la población (¿mundial?). Entre sus escenas, un grupo de chiquillos divirtiéndose jugando a la «piñata» con el cadáver de un anciano colgado en un granero. La música de Waldo de los Ríos contribuyó no poco a aumentar la sensación de horror y desasosiego.

 

[•REC] (2007) de Jaume Balagueró y Paco Plaza

Rec 2007

( ©Filmax )

La franquicia de terror de más éxito del cine español. En las tres secuelas aparecieron infectados por el diabólico virus que daban auténtico repelús, y en la cuarta y última entrega hasta el momento, [•REC] 4: Apocalipsis, la escena de un cocinero filipino con un mono es de las que revuelven el estómago. Pero me quedo con la primera y original, y con la escenita de una mujer mayor apareciendo por entre los oscuros pasillos y estancias de uno de los pisos de ese edificio maldito del Eixample barcelonés.

 

Slugs, muerte viscosa (1987) de Juan Piquer Simón

Slugs, muerte viscosa

( ©Image Entertainment )

Juan Piquer Simón le tomó gusto a lo de mostrar escenas gore a lo bestia. También contando con un reparto internacional, cinco años después de Mil gritos tiene la noche estrenó esta nauseabunda propuesta en la que los habitantes de una pequeña localidad norteamericana se convertirían en el principal menú de una babosas carnívoras con especial predilección por la carne humana.

 

Torrente 3: El protector (2005) de Santiago Segura

Torrente-3-El-protector

( ©Youtube )

Casposo, racista, misógeno, guarro, maleducado, homófobo, abusón… el ex policía creado por Santiago Segura tenía todas las «cualidades» que uno pueda imaginarse. Los tremendos taquillazos de la primera y la segunda parte propiciaron más entregas y a cada cual más grosera y guarra. En la tercera, y empezando a bajar el listón, José Luis Torrente no dudaba en aprovecharse de una yonqui inconsciente tumbada en el sofá. Una violación en toda regla y en la que el pervertido ex representante de la ley y el orden apenas tardaba unos pocos segundos en consumar el acto.

 

Tras el cristal (1987) de Agustí Villaronga

Tras el cristal

( ©Fox )

Enfermizo y perturbador, así fue el sorprendente debut del mallorquín Agustí Villaronga (ganador del Goya por Pa negre) hace treinta años. Un apuesto joven llamado, irónicamente, Angelo (David Sust) se ofrece como cuidador de Klaus (Günter Meisner), un hombre que sobrevive encerrado en un pulmón de acero en un aislado caserón y en compañía de su esposa e hija. Dos monstruos frente a frente, Klaus fue un médico nazi que torturó y dio muerte a centenares de niños en los campos de concentración; y Angelo pretende revivir sus fechorías, con la excitación sexual que le producía el sufrimiento, agonía y muerte ajena. El método consistía en inyectar gasolina en el corazón de los desafortunados niños para provocarles la muerte (una práctica real en los campos de concentración nazis). En la «escena» de la película, Angelo se ha agenciado un inocente niño para repetir el experimento ante su idolatrado, y ahora horrorizado, Klaus. ¿Será capaz?… Tras el cristal es un título de culto a nivel mundial y además figura en todas las listas de las películas, y escenas, más nauseabundas y controvertidas que ha dado el cine. Muy mal cuerpo se te queda después de verla.

 

7 comentarios

  1. Dice ser tiros a mediatarde son sanos

    La sangre y la svísceras parece encantan a la plebe.
    Pero como pongan imágenes de sexo, entonces la tijera aparece porqeu dicen es cosa que atrofia los intelectos.
    Así anda el mundo, atrofiados de tanto ver sexo a escondidas debe ser, poreu no lo ve nadie, sí; todos y todas se escandalizan al verlo… como si nunca lo hubieran visto ni tuvieran cuerpo, jajaja. Manada de hipócritas que somos, no hay más. Lamentable, muy lamentable el cine asexuado.
    Series con tiros a mediatarde, por la mañana, bombazos, gente muriendo por aquí y por allá con disparos… eso sí es sano. Si la gente ve eso no se atrofia, como con el sexo. Si la gente ve eso mata, como cuando dicen que si la gente que ve sexo viola. Las mismas patrañas de siempre para mantener una cultura aborregada y temerosa incluso de su propio cuerpo. Lamentable el cine, la Cultura, el Arte presentado en un mundo censurado. Lamentabilísimo.

    24 agosto 2017 | 10:49

  2. Dice ser Ernesto

    Mas desagradable está resultando la censura en éste panfleto, vamos, ni en la época de Franco se censurada tanto.

    24 agosto 2017 | 12:34

  3. Dice ser Dasdas

    Vas a necesitar una base de datos enorme.

    Acabarias antes la lista poniendo escenas no.asquerosas de cine.espanol.

    24 agosto 2017 | 13:56

  4. Dice ser hey!!

    Te has dejado pelis miticas como:
    Pelea a muerte en arrollomolinos, serie z pura y dura, pero mitica donde las haya.

    24 agosto 2017 | 14:42

  5. Dice ser morlaco

    Nunca debes fiarte de alguien que le guste este tipo de cosas. En los grupos de guasap se descubre quién es poco menos que un sociópata.

    24 agosto 2017 | 22:15

  6. Dice ser xiomara

    fueron pelis de gente que aprovecho el morbo de lo sucio hay escenas de este tipo en todas las pelis que uno ve hasta de cosas mas simples pero hechas con clase .esto es una carniceria a toda regla como mal hechas solo para despertar el morbo ..no hay sutileza ..asi va el cine ..pero esta mejorando donde se muestra que los directores han aprendido y madurado ..ya no es necesario presentar porquerias de la humanidad ya explotan la imaginacion del que ve una peli –bien sea en el cine o en la tele…

    24 agosto 2017 | 22:16

  7. Dice ser perfumes

    Si cuando nos ponemos con peliculas cult

    02 septiembre 2017 | 10:32

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