Pretty Little Liars o los venenosos mensajitos de la bitch «A»

“A” es Alison, la típica cheerleader de instituto pero sin pompones, tan guapa y popular como desagradable. Pero Alison va más allá en lo que hemos visto infinidad de veces en las películas y series teenagers. Alison es una verdadera bitch. Retorcida, manipuladora, desalmada, intimidante… nuestra dear “A” sabe qué palabras pronunciar para someter y atormentar a sus amigas, unas adolescentes que todavía no han madurado lo suficiente como para mandarla más allá de la shit.Todos hemos ido al instituto y conocemos a algún capullo/capulla que se creía el rey del mambo y acosaba a los más débiles, a los estudiosos, a los que no bailaban a su son. Alison encarna todo aquello que odiamos del instituto: las jerarquías, las guapas creídas, los matones… Porque en el instituto es donde nos encontramos por vez primera con los verdaderos hijoputas que pueblan el mundo. Sin embargo, para nuestra suerte (y la de sus amigas), Alison palma.

Espantadas mirando el infinito
Pero “A” parece seguir vivita y coleando, puteando a tope a su antigua cuadrilla con mensajitos chungos y amenazantes. Por tanto, ¿quién es la nueva cabrona / cabrón que firma como “A”? ¿Quién mató a la rubia? ¿Por qué? Alrededor de estas cuestiones se configura una trama que, al menos en la primera temporada, ha resultado bastante entretenida. Poco a poco vamos conociendo los pormenores del caso y diferentes subtramas de amoríos y líos familiares. Sin embargo, lo principal es el misterio sobre la identidad de “A”, y sobre todo, lo más molón es el careto aterrorizado de las chicas cuando leen un SMS que llega al unísono y se quedan espantadas mirando al infinito.

Porque los mensajes que deja “A” son lo mejor de la serie. “A” parece ser omnipotente y omnipresente, como la paloma esa que se transforma en huevo o algo así, siempre al acecho, con una pluma afilada y deslenguada de pija sabelotodo que pone de vuelta y media a sus amiguitas del alma (las quiere un huevo). Hay que estar atento al telefonito, a un papel que llega volando como por casualidad, a una carta, a un email, a un SMS… porque todos pueden contener frasecitas tan escalofriantes como “No será tan fácil, zorras. A”, escrito con pintalabios rojo sangre en el espejo de tu habitación.

Tan guapitas y limpitas
Y ahora, las evidentes claves del éxito de la serie. Por mucho que se utilicen una y otra vez, a menos que el guión sea un absoluto bodrio, suelen funcionar, sobre todo en las mentes y cuerpos hormonales de los jovenzuelos:

1) Todos están buenorros y son muy limpitos. Evidentemente las chicas son monísimas de la muerte, tienen glamour y gastan horas y horas en maquillarse, peinarse y vertirse para ir al instituto. Ellos son musculosos, con melenitas al viento y caretos de Súper Pop.

2) Como se nota que la autora de las novelas en las que se basa la serie -Sara Shepard- es modernilla, sin prejuicios y sabe cómo escribir best-sellers, tiene claro que uno de los ingredientes que siempre funciona es poner caliente al personal con historias de amor, sexo y salidas de armario, sobre todo la que protagoniza Emily, que alterna novias curvilíneas de todas clases y colores, muy alejadas del estereotipo “camión”.

Emily y su novia Maya ¡pilladas! «A»

4) En cada episodio las chicas cambian de look varias veces y no faltan vestidos de noche, de funeral (con velo y escotazo, of course), disfraces, ¡hasta un desfile de moda!

5) Cada pequeña mentirosa es un estereotipo: Aria (Lucy Hale) es la sensible escritora; Hanna (Ashley Benson) es la exgordita que ahora quiere ser popular pero se acuerda de su pasado marginal; Emily (Shay Mitchell) es la dulce y enrollada lesbiana indie; y Spencer (Troian Bellisario) la empollona incomprendida (a la que, no sé por qué desventurada ocurrencia, le colocan sin contemplación sombreritos que desafían mi capacidad descriptiva). Sobre ellas sobrevuela el fantasma de Alison (Sasha Pieterse), que era la Abeja Reina de la colmena.

6) La serie gira en torno al misterio de quién es “A”. Para no dejar estéril la gallina de los huevos de oro, a cada episodio el misterio se va haciendo más indescifrable con la aparición de primos, novios, vecinos, hermanos y toda clase de fauna humana que lía la madeja hasta que no puedes asimilar ni un nombre más y ¡dejas de verla!

PS Tanto rollo con quién es “A” y una simple mirada a la Wikipedia de las novelas en las que se basa la serie te lo revela con pelos y señales.

Unos títulos muy cinéfilos…
Una cosa que me ha gustado bastante y que me ha parecido curiosa (aunque no del todo original) es que los nombres de los capítulos de la primera temporada son frases y títulos cinéfilos y literarios, así como canciones muy conocidas. Aquí va el listado de referencias que más me han interesado:

To Kill a Mocking Girl / To Kill a Mockingbird (Matar a un ruiseñor, la famosa novela de Harper Lee que, posteriormente, llevaría al cine Robert Mulligan.