Por Carlos Vallejo Otero
Como muchos otros trabajadores, el sector del taxi está sufriendo las consecuencias de la crisis. Sin embargo, no entiendo la permisividad que muestra el Ayuntamiento de Madrid con estos profesionales, y que no muestra con el resto de conductores. En los últimos meses he visto varias paradas de taxis en las que los vehículos estacionados duplican o incluso triplican la capacidad de la misma.
Comprendo que con los precios actuales del combustible muchos taxistas prefieran esperar clientes en una parada a dar vueltas inútiles en su búsqueda. Pero no entiendo por qué la Policía Municipal permite que esta situación se desborde, pues en muchos casos los taxis en doble fila dificultan el tráfico o impiden aparcar en la zona. Aunque se trate de un servicio público, deben evitar obstaculizar al resto de conductores.