Las rocas se abren como cofres secretos. De «la piedra sólida» surgen esculturas como «mundos internos», estancias que podrían pertenecer a catacumbas, templos romanos, mausoleos, catedrales…
Licenciado en Historia del Arte, el británico Matthew Simmonds se especializó en arte y arquitectura de la Edad Media. Su inclinación por la historia trasluce en cada pieza que esculpe: columnas dóricas de la Grecia antigua, tímpanos de estilo románico, bóvedas de crucería típicas del gótico…
Simmonds no crea una construcción completa, deja que el espectador asuma que —como en las ruinas— uno debe imaginarse lo que falta, pero la pieza es lo suficientemente autónoma como para que entre en juego la iluminación. «El punto de vista cambiante y la luz juegan un fuerte papel en la definición de las esculturas», aclara el autor en su página web.
Amante confeso de los edificios de piedra, se mueve entre el arte y la arqueología. Utiliza «el lenguaje y la filosofía formales de la arquitectura» para jugar con las luces y las sombras, reflexionar sobre «las formas positivas y negativas» y contrastar la belleza natural de un imponente trozo de mármol o de caliza con la creación humana.
Helena Celdrán
Es con placer que miro a su sitio; que es genial. Muy agradable de leer su buen intercambio .Continuez bien y gracias de nuevo.
30 marzo 2016 | 10:11