Decía un arquitecto con el que mi socio y yo empezamos a trabajar hace mas de veinte años que era mentira eso de que «…sobre gustos no hay nada escrito…», que hay mucho escrito, lo que pasa es que hay que leerlo.
Y no puedo más que estar de acuerdo.
O lo estaba hasta aquel concurso de television en el que los participantes se hacian una casa entre todos y una de ellas dijo aquello de «…a mi me gusta el estilo entre clásico y moderno..» rompiendo todas las reglas de estilo y los principios básicos de la composicion, y hasta del lenguaje si me apuráis un poco.
Hoy en día, en arquitectura, lo que se lleva, dado que desde el final Le Corbusier, no existe un estilo definido mediante reglas que puedan identificarlo de otros, es hacer un engendro.
No, no lo digo en el sentido despectivo del término, sino en el sentido más descriptivo de la palabra. Formas lo menos definidas posibles, ángulos imposibles o simplemente elementos básicos de un tamaño que no es de este mundo, que parece haber venido de otro planeta para sorprendernos.
Vosotros mismos tendréis ejemplos de ello en la retina.
Y como sucede en otras parcelas artísticas (uy, de esto de arte y arquitectura, ya hablaremos ya..) parece que todo vale.
Yo, que para ciertas cosas debo ser un carca, me remuevo en mi silla, ya que aún no puedo hacerlo en mi tumba, cuando veo determinadas cosas.
SOBRE GUSTOS HAY MUCHO ESCRITO
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