Los diputados y diputadas gozan de amplias vacaciones. Este espíritu fiestero viene ya de la Constitución (Art. 73). Lo que justifica la reforma de la Constitución. Y lo que explica la natural resistencia a reformarla.
Los diputados deberían ser falsos autónomos. Eso mejoraría algo la condición de los falsos autónomos.
Por lo demás, mejor están en casa. O gozando de sus cheques de viaje, gadgets y prebendas.
Y luego están las comisiones. Las del Congreso.