La cosa se tensa demasiado. Quizá olvidan que la violencia una vez que se desata no se puede controlar. Hay mucha gente desesperada y sin saber qué hacer que soloe spera una señal para cometer locuras. Si se propicia la violencia luego regresa de mil formas y nadie está libre de recibir golpes. Hasta la fecha no ha ocurrido nada irreparable pero estamos al filo del abismo. La violencia no permite recuperar la situación anterior a ella, y cuando se consigue ha pasado medio siglo y las heridas son incurables. Es mejor hablar, intentar reunirse y ceder un poco cada cual. Al filo del abismo es donde mejor se pueden ver las ventajas de hablar y sosegarse, pero para ver esas ventajas hay que ver el abismo.
Laviolencia no es solo física, se puede violentar una ley. O varias. La confrontación es letal para ambos, y más para los que están en medio.
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Fernando Alonso ha vuelto a hacerlo, ha quedado tercero, ha subido al podio en el GP de Brasil, ha dado unos minutos de gran emoción con Checo Pérez RedBull al final de la carrera del domingo, qué gran final. Alonso, 42, reflejos a mil por cien. El coche, Aston Martin, vuelve a funcionar. Lo mejor, los abrazos y la alegría con los mecánicos.