La zona buena, dentro de la zona mejor, planifica el puente y las guerras con la misma antelación, y mirando el tiempo que va a hacer. Si habrá niebla, polvo, agua, viento y sol.
La zona buena no tiene salida ni porvenir, y como es la zona buena tiene analistas que se lo vienen diciendo, y se despiden para retirarse a una cabaña en las montañas con buena reserva de víveres, armas, de todo…
La zona buena está estresada pero más vale estrés que susto y muerte, que es la otra opción. En USA ha salido otro chiflado con la metralleta y ha hecho una masacre.
La zona buena sabe más cosas con antelación, y por eso ha visto las orejas a su lobo.
En la zona mala, dentro de lo peor, las muertes llegan por miles, no hay sitio en la sala de espera del infierno.
Si USA ha mandado dos portaviones con sus cohortes es un indicio de la que espera y lo que nos espera. El petróleo iraní sigue saliendo pero aun queda bastante.
Hay Ucrania a tope y en Gaza se prepara la mundial, si es que alguien no recula, que no parece. Y China con Taiwán y el collarín de bases USA que la rodean. Y ahí en Taiwán haciendo chips, amasando chips, obleas al límite de la materia, nanómetros para móviles.
Chips para insertar en cerebros ya con las ideas puestas de serie.
En la zona buena hay una pelea en cada casa por librarse de los anuncios, ya sea en la tv en youtube, en las webs… los anuncios se han apoderado del mundo y la pelea entre anuncios y bloqueadores arrecia. La IA ya sirve para casi todo, especialmente para esto y lo contrario, según quién y cómo. Lo claro es que cuesta dinero, como todo, aunque dejan enredar con versiones viejas. Su poder de apredizaje es asombroso. Es similar al humano en que no sabe cómo lo hace. En lo demás es incomparable, la IA gana por GOleada.
La pandemia sólo era el prólogo. Lo que sabemos si estamos en el epílogo o aun falta lo peor.
En la remota España el gob en func sestea tranquilo y sus ministras sonríen a medida que se cierran los prepactos que la corte ya da por medio hechos y listos para ser servidos en el puente, en este o en otro, que llega enseguida.
Ya se están repartiendo los ministerios, y si no hay bastantes se pueden crear más: la K no dice nada de cuántos de esos se pueden decretar.
Siempre hay cisnes rosas o anaranjados o verdes, aunque solo se ven los negros, pero mejor mantenerse en alerta tempranísima, ojos como platos, sensores por doquier. Hace demasiado que no peta un banco.
Ganar no podemos ganar, pero tiramos unos años más.
Por eso.