A nuestros nacionalismos les sale mejor seguir sin independencia pero con cosas que al revés. Si por ejemplo les dan la Renefe, Cercanías, los trenes, las cosas, los aeropuertos, los ríos… Eso ya es de facto casi la indep.
La indep auténtica es una monserga, y sale cara, y no es unánime ni mucho menos. O sea, la indep formal, que está a mano, trae muchos sinsabores. Pero la indep real, las cosas y la gestión, es todo chicha y poder.
Además, mientras no tienes la indep formal la puedes pedir, tienes un foco de contenido brasa para dar la murga y aspirar a todo. Y tienes una palanca de presión para ir obteniendo las COSAS, las benditas cosas, dinero, transferencias, privilegios, poder…
Y además, como la vida está llena de contratiempos y amargorios, siempre te queda reclamar la indep.
Si tienes la indep real ya no puedes presentarte a las eleccs del país abandonado, la madrastra nutricia. Tienes que apañarte solo, ¿a quién le vas a echar la culpa si te sale un grano?
Pero cuando ya la tienes no te queda nada. No vas a ir a la ONU a dar la brasa, que también, pero ya te diluyes en el magma o gel del vasto mundo y sus países enormes y el cambio climático…
Una brasa, la indep real no les interesa a nuestros nacionalistas. O sea, que la unidad de España está garantizada a costa de subvencionar las indeps y sus abrumadoras presencias.
Por eso los nacionalistas son los primeros interesados en mantener la unidad de España.