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Todas las empresas deberían potenciar la motivación laboral

Por María José Viz

Cuando tenemos que elegir qué camino profesional seguir, en plena adolescencia, vemos muy difícil acertar con el adecuado; en muchos casos, lo resolvemos casi echándolo a suertes. Estudiamos una Formación Profesional o una carrera, sin tener ni idea de si terminaremos los estudios y, de hacerlo, si trabajaremos en las salidas profesionales que estos ofrecen. No menos importante es no tener ni idea de si nos gustará el trabajo elegido.
Estudiantes universitarios en una biblioteca (EFE).

Estudiantes universitarios en una biblioteca (EFE).

Por todo ello, me resulta encantador ver cómo muchos –permítanme que me incluya-, por azares de la vida, estamos desempeñando profesiones para las que no nos habíamos preparado, en un primer momento, y que, ahora, sentimos como la verdadera vocación de nuestras vidas.

Por supuesto, no quiero obviar una realidad imperante hoy en día, opuesta a lo dicho anteriormente: muchos trabajadores no se sienten realizados. Influye el hecho de que abunden los contratos temporales; en esas condiciones es muy difícil “enamorarse” de un oficio.
Un escollo enorme para sentirse a gusto en un trabajo colectivo es que haya empleados vagos, cizañeros y malos compañeros, preocupados tan solo de disfrutar de las ventajas del puesto, olvidándose de que también existen obligaciones. Se podría decir que son las ovejas negras que, desgraciadamente, empañan el prestigio de cualquier empresa, pública o privada.
Quizás sea ese desencanto generalizado el que me haga fijarme más en las vocaciones, innatas o adquiridas, de otra parte de la población. Todas las empresas deberían potenciar la motivación laboral pues es básica, tanto para que el proyecto funcione, como para que el trabajador o trabajadora se levante, cada día, con ilusión renovada.

2 comentarios

  1. Dice ser Miguel Brau Gou

    DESORIENTADOS POR LA MALA EDUCACIÓN PÚBLICA
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    …Amiga María José, su post debería ser una guía didáctica para las futuras reformas educativas. En sus palabras podemos detectar dónde están los fallos del sistema. Cuando usted afirma que en la adolescencia es difícil acertar con el camino profesional adecuado, pienso en la ineptitud y falta de formación de su tutor de Bachillerato. Por supuesto, le hablo del tutor de los centros públicos, que son los que conozco. Y muy bien.
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    … Si usted ha estudiado una Formación Profesional o una carrera sin saber por qué la ha elegido, el fallo ha sido del tutor. El tutor debe asesorar a los estudiantes en los momentos más críticos. Orientarles e informarles académica y profesionalmente. Tiene que llevar un seguimiento global de los procesos de aprendizaje del alumno. Facilitar el autoconocimiento del estudiante (el punto más importante: ‘conocerse a sí mismo’). Y encauzar las demandas, inquietudes, quejas, etc., de sus tutorandos.
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    …¿Qué le parece el jarabe? ¿A que cuando hablo de las funciones del tutor parece que me estoy refiriendo a un ser extraño, a un extraterrestre? Pues no. Eso debería de ser un tutor. Si así hubieran sido nuestros tutores de la Secundaria, usted, yo y centenares de miles de jóvenes no estaríamos ahora perdidos y desempleados. Claro, usted no. Pero, si el tutor hubiera hecho bien su trabajo, usted hubiera descubierto mucho antes su verdadera vocación. Y a los profesores-tutores de la Pública los pagamos nosotros con nuestros impuestos.
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    …Y yo le pregunto a usted: al igual que ha tenido que encontrar su vocación por sí misma ¿Le han enseñado a hablar y escribir en inglés en la Secundaria? ¿Usted sabe razonar matemáticamente? ¿Escribir con fluidez? Si es así, yo la felicito, porque también lo habrá logrado por sus propios medios. Pero los demás no sabemos entendernos con un británico en un nivel de B1 o B2. Y ahora nos tenemos que gastar el dinerito en la Enseñanza Privada. Luego ¿Para qué nos ha servido la Enseñanza Pública, después de tantos años? ¿Para acceder sólo a la Universidad?
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    …Mire usted; el puesto de un profesor de la Pública no se justifica con haber superado unas oposiciones de 100 temas. Ese examen sólo demuestra el tener una memoria de elefante. Nada más. ¿Dónde quedan de verdad los conocimientos de psicología y pedagogía? ¿Dónde, la capacidad de gestión del aula, las técnicas de trabajo de equipo, la trasmisión de conocimientos, la acción tutorial, la investigación educativa…? No están en ningún sitio porque los profesores de la Pública los desconocen. Debido a que:
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    –El sistema mira hacia otro lado
    –Los planes educativos no inciden en la formación y reciclaje del docente
    –Los inspectores no hacen bien su trabajo…
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    …En definitiva, la mayoría de los profesores de Secundaria eligen ese trabajo, no por vocación, sino por las buenas condiciones laborales de lo Público. Y le enumero las prebendas. 1) Trabajo vitalicio, 2) 2 pagas extra al año, 3) Buen sueldo revisado periódicamente (sueldo, trienios, retribuciones complementarias), 4) Horario delicioso (35 horas semanales; tardes libres), 5) No existen los despidos, 6) Vacaciones pagadas, 7) 6 días anuales de asuntos propios, 8) Absentismo laboral, fines de semana libres, desayunos prolongados, 9) Faltas fácilmente justificables, 10) Derechos laborales muy muy garantizados (jubilación, cotización en la Seguridad Social, igualdad salarial para hombres y mujeres, flexibilidad en el vestir, etc.)
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    …De ahí que todo el mundo muera y mate por ser funcionario. Da igual su vocación o el servicio que luego ofrezcan a los ciudadanos. El caso es huir de la precariedad laboral y bajos sueldos de la empresa privada. Pero esto convierte a la Educación Pública en una piara de funcionarios tragones, ineptos e incompetentes. Y convierte a los alumnos en unos ignorantes, que sólo ven en los profesores un espejo en el que mirarse. El día de mañana… Tacatá ¡funcionario, mamá! ‘¡Yo quiero ser como ese tipo que no hace nada, tiene trabajo fijo y muchas vacaciones!’ Eso no puede ser, amiga María José.
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    …Al final todos tendremos que hacer como usted: encontrar por nuestra cuenta la vocación tardía. Eso si ya no es demasiado tarde.

    17 enero 2016 | 10:38

  2. Escribo un blog de motivación y no puedo más que reafirmar tus palabras.
    Sin duda es la base!

    29 enero 2016 | 10:17

Los comentarios están cerrados.