‘Feud: Bette and Joan’, una serie de televisión con créditos exquisitos

En un minuto escaso, dos siluetas femeninas se amenazan, se agreden, son manejadas por altos ejecutivos, lloran. La música escala del sinuoso clarinete a un jazz que emula a temas centrales del cine negro de los años cincuenta compuestos por Duke Ellington o Elmer Bernstein. También resuenan otros nombres asociados a brillantes bandas sonoras: John Barry, John Williams, Bernard Herrmann.

Uno de los golpes de efecto del canal estadounidense FX  para esta temporada, la serie Feud: Bette and Joan presenta un reparto de alto nivel (Jessica Lange, Susan Sarandon) y una trama que enlaza en 9 episodios el jugoso cotilleo hollywoodiense con los tejemanejes de la industria cinematográfica y el rodaje de un clásico atemporal: ¿Qué fue de Baby Jane? (Robert Aldrich, 1962), un pulso artístico y emocional para Bette Davis y Joan Crawford, que se detestaban.

Los créditos de la serie no desmerecen del atractivo conjunto, son un digno homenaje al burbujeante y elegantísimo Saul Bass (1920-1996). El revolucionario diseñador gráfico (que trabajó para —entre otros— Preminger, Billy Wilder, Martin Scorsese o Stanley Kubrick) le dio la vuelta a la idea de los créditos en una película, los transformó en suculentos aperitivos mientras los nombres de los actores, del equipo y del director salpicaban aquellas imágenes que preparaban al espectador para el disfrute de la película.

Fotograma de los créditos de 'Feud: Bette and Joan'

Fotograma de los créditos de ‘Feud: Bette and Joan’

Kyle Cooper (1962) recrea esa sensación como diseñador de los créditos de Feud, orquesta una montaña rusa de imágenes de misteriosa sencillez, juega con los espacios negativos y la perspectiva, todo con una cadencia ondulante como un baile submarino. Quien haya visto el largometraje de Aldrich reconocerá la trama al completo.

En declaraciones al medio online IndieWire, Cooper cuenta que recibió 120 fotogramas de la serie para hacerse una idea de cuál sería la estética. El autor cita la estética de Anatomía de un asesinato (Otto Preminger, 1959) —de Bass— como inspiración principal, aunque el elemento narrativo de los créditos de Atrápame si puedes (Steven Spielberg, 2002) —de los diseñadores franceses Olivier Kuntzel y Florence Deygas— funcionó como «influencia moderna».

Helena Celdrán

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