De ganar dos veces a perder dos veces: el tortazo de Sofía Suescun en Gran Hermano Dúo

Por favor, quiero que haya otra repesca para que puedan echar otra vez a Sofía Suescun. ¿Qué ha pasado para que Sofía haya pasado de ganar dos realities a que la echen a la calle dos veces seguidas? Se nos rompió el chonismo de tanto usarlo.

Pero vamos por partes y por orden. Lo primero es… ¡QUE ME SIGÁIS EN REDES! Soy como una sepia, amigas, me gustan las redes: INSTAGRAM: @GusHernandezGH | TWITTER: @realityblogshow | FACEBOOK: Gus Superviviente Hernández.

«Esto es GH Dúo«, dijo nada más salir Jordi. Hostiá, qué susto y yo pensando que era un documental sobre el escarabajo pelotero de lomo dorado.

Nos pusieron el vídeo en el que María Jesús se enteraba de que es finalista. Como es poco teatrera, se tiró al suelo a reír y a llorar, a llorir, con esa voz de muñeca de famosa versión Gracita Morales que pone cuando lloríe.

Lo que me quedó claro es que la moqueta del confe tiene mierda que parece el suelo de un establo. Intentas hacer que pase ahí la noche un rebaño de ovejas y se niegan a entrar.

Juanmi le miró y le leyó el aura a María Jesús. La miraba por encima de la cabeza, como si estuviera contando moscar. Y le dijo: «Tu aura tiene dos colores, la primera es un poco morada y la de fuera más brillante. Eso es bueno. Y cuando haces cosas malas aparece un manto negro arriba», le dijo.

Eso es de primero de Aurología en la Universidad de Temas Incorpóreos Mágicos y Originales, conocida como la TIMO.

Ayer hacía quince años desde que María Jesús se coronó como Miss España. Es un concurso en el que tu único mérito es que de pequeña a tus padres no se les cayera ácido en tu cara y llegues a los veinte sin espinillas.

Vimos el vídeo de la bronca de anoche entre Kiko e Irene y María Jesús. Es una risión porque cuando a María Jesús le sacan su mierda se pone a chillar. «NOOOOOOOOOOOOO, YA ESTÁ BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN».

«Tú llamaste hijo de la gran puta al padre de tu hija», le recordó Irene. «NOOOOOOOOOOOOO, YA ESTÁ BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN», respondió María Jesús.

– Señora, ha aparcado en una plaza de minusválidos… tengo que multarla.

– NOOOOOOOOOOOOO, YA ESTÁ BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN.

– Ah, perdone, perdone, circule.

Y así.

En un vídeo Irene nos contó que estuvo un año de noviazgo con Kiko antes de dejarle catar chicha. Ese fue el año que Kiko más engordó, porque llevaba los testículos en una carretilla. El muchacho llevaba calzoncillos de malla de acero para contener el pene. No tenía sueños húmedos, tenía sueños inundados.

«Yo de María Jesús no me he reído, al parecer molestó lo de Jafar, que no se ha entendido», dijo Tejado. Al parecer somos gilipollas y no hemos entendido que Jafar es un piropo. Se lo voy a empezar a llamar a mi madre y cuando me suelte un bofetón que me deje las muelas del juicio vistas para sentencia, le explico que no lo ha entendido.

Vídeo: Irene haciendo la cama, como buena esposa hacendosa y cumplidora que es. Llega Kiko a por unas gafas de sol negras, porque las que llevaba no le pegaban con la ropa. Y se pone a soltarle un discurso sobre los porqués de llevarse las gafas negras. Ante la matraca, Irene le dice «pero si no te he pedido explicación». Y eso le sentó mal al señorito. No es que Kiko esté susceptible, es que le soplas y le sienta así:

Al final se reconciliaron y Kiko acabó tumbado sobre Irene, su cara encima del culo de ella, que si la muchacha se llega a tirar un pedo llena a Kiko de gas que acaba el concurso con un cordel atado al pie y pegado al techo.

Total, que otro día les pusieron un cartón en el jardín para que hicieran pintadas con spray. Tienen el mismo estilo, arte y buen gusto que rascarse los huevos delante de una suegra. Tú haces esos grafitis en la calle y no te los borra el ayuntamiento, te lo borran los otros grafiteros.

«Suuuuper, mira lo que está haciendo, me está tapando el tauajeeeeee. ¡Pues ahora te tapo el tuyo!», dijo Sofía como en el patio del colegio. En primer lugar, Sofía confunde un tatuaje con un grafiti, en segundo… no le hace falta un hervor, le hace falta un cocedero de marisco.

No puedo parar de ver ésto en puto bucle, os lo juro:

No puedo parar de verlo en bucle… #GHDÚOGala13 #Juanmi pic.twitter.com/n3rRDCgVPD

— Gus Hernández (@realityblogshow) 28 de marzo de 2019

¿Tener una relación con Sofía es tener una relación con todo el pack? preguntó Jordi, refiriéndose a que si sales con Maite vas a pasar con Maite Galdeano el 90% de tu tiempo.

«No me importan lo que digan, a mi sólo me importa lo que piense el gran público que es por lo que estoy aquí», dijo María Jesús, que si pudiera le lamía el culo a la audiencia. Espectador por espectador hasta que tuviera la lengua como el felpudo de un portal.

Mandaron a Alejandro y a Sofía a la sala de expulsión. Y repasamos su paso por el concurso. Lo de repasar es un decir, eso no fue un repaso, fueron unas putas oposiciones.

En resumen, parecía el recordatorio de «en episodios anteriores…» de una telenovela para adolescentes.

«Se me pudo ver como una persona que jugaba con Alejandro. Pero me dejé llevar y no pensaba en las consecuencias», dijo Sofía, que admira mazo a los japoneses que estrellaban su avión contra el enemigo en la Segunda Guerra Mundial.

Albalá se puso a llorar, porque «a día de hoy sigue siendo duro», dijo, sobre el hecho de que Sofía le haya hecho más cobras que un criadero de reptiles y él siga enamorado. Y a la vez, que le haya hecho más carantoñas que un Teletubbie acariciando a un gatito. Son cobras con cariños. Cobriños.

Si vais a pegar un muerdo a alguien en toda la boca y os quitan la cara pero os abrazan, os han hecho un cobriño.

Una cosa os digo, es más fácil curarte un juanete que desamorizar a Alejandro Albalá.

Los dos tortolitos que se odian, odiolitos, estuvieron como media hora hablando del tema y de que si la madre de una y la madre del otro… daban unos argumentos que hemos oído medio PUTO MILLÓN DE VECES.

«Tu madre no tiene la verdad absoluta», dijo Albalá, a lo que Sofía se quejó: «No hagas frases bonitas«. Sí, qué cabrón, Albalá, usando frases bonitas y súper originales para destruirte.

La mitad de los versos de Romeo y Julieta se los copió Shakespeare a Albalá.

Como estaban en plan reconciliados, los de GH les pusieron un vídeo de Sofía antes de entrar en GH, en el que decía algo así como: «La madre de Alejandro es mala, tiene cara de bruja, con la edad que tiene creo que me tiene algo de envidia. Espero que se relaje conmigo y se centre en la mala educación, en la educación de mierda que le ha dado a su hijo».

Ya en directo Sofía alegó que la culpa era de la madre de Alejandro, porque hablaba durante horas con su hijo y no pedía hablar con Sofía. Porque claro, todo el mundo tiene que querer a Sofía. Ella es la protagonista. Sofía pone a parir al sol siempre que puede porque no gira en torno a ella.

«Si le ha molestado algo a la señora le pido disculpas, pero era lo que yo sentía en ese momento», se ¿disculpó? Sofía. Porque fijaos en el asunto, la culpa es de la señora por ofenderse, no de Sofía por ofender. Sofía casi que le hace un favor al pedirle disculpas.

«Tus disculpas me los paso por el culo«, dijo Albalá, que no se puede limpiar con papel higiénico como todo el mundo. El muchacho tiene el culo con tanto arrepentimiento pegado que parece un confesionario.

«Ha habido récord absoluto de llamadas en este instante, récord total», dijo Jordi, porque los porcentajes estaban muy igualados. Joder. Meterte a una hipoteca es más barato que ser fan de Sofía. Con lo que lleva esa gente gastado en llamadas se puede uno pagar un chalé.

Total, que volvimos a ver los vídeos de los celos de Albalá y Sofía insistió en que es igual de celoso fuera de la casa. Ante las quejas de Albalá, Sofía comenzó a tirar de ironía: «Esos momentos de celos soooolo se han dado en GH Dúo, claro, ese episodio se ha desvirgado aquí».

«Episodio desvirgado«, como concepto. Te follas al capítulo piloto de Perdidos y lo desvirgas.

«Me levanto y me voy, abrid la puerta, que me voy«, dijo Alejandro indignado e intentando salir de la sala de expulsión como Alien de la tripa de un astronauta.

Y SE FUE A LA CALLE… ¡¡SOFÍA!!

TOMAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

JODER, DOS EXPULSIONES DE SOFÍA EN UN SOLO REALITY.

DIOS ME AMA.

MAÑANA ECHO EL EUROMILLONES.

«Delante de otra persona me habría salido celebrarlo con rabia, pero delante de Sofía no lo quiero celebrar, porque hay sentimientos»

«Gracias a los que me han apoyado, que estarán peor que yo, que me voy feliz porque así no me tengo que cambiar el color de pelo», dijo Sofía, que es profunda como la raíz de un canto rodao. Los cantos rodaos no tienen raíces. Pues eso.

Lo siguiente fue una escena de Sühan: Venganza y amor. Sofía ya se iba, con la luz potente saliendo por la puerta, que parecía que se iba al más allá y justo cuando se iba, Albalá le dijo «Espera». Y se fundían en un abrazo de los que notas teta/badajo a través de dos abrigos.

Madre de Dios. Esto no lo escribe un guionista ni borracho y nadando en LSD.

Y llegó el momento de la pota. Uno de los momentos más divertidos que recuerdo en un Gran Hermano. Fue un aciertazo ponerles a todos juntos y gastar pota a cascoporro.

«Tenemos preparada la POTA, que es como llamamos a la mezcla de productos asquerosos que hemos encontrado por la casa», dijo el Súper. Y tanto, una hormigonera tenían. Echaron pota por unos tubos que había que parecía que estaba detrás el gigante verde con el estómago revuelto.

Les iban haciendo preguntas de cultura general que eran tan fáciles que eran de cultura soldado raso, pero aún así fallaban una y otra vez. Por ejemplo: Juanmi, ¿quién pintó La última cena? Y su respuesta: Jesucristo.

A tomar por culo.

De los tubos salía pota y más pota y más y más y yo me descojonaba que no sé si soy un psicópata o solo un cabrón, pero casi se me sale la mandíbula.

«Irene, estás evitando la pota y eso no está bonito«, le regañó Jordi a Irene porque sólo le habían caído encima 400 litros de mierda amarillenta.

Y hubo un éxtasis final, en el que empezó a salir chorro de cacota albina por todos los chorros y uno gritaba COÑOOOOOOOOOOOOOOO y la otra PORQUE, POR QUÉEEEEEE y otro COMO TE COJA FUERAAAA.

Dios, qué gustazo.

Cuando acabaron Juanmi parecía la novia de la cosa del pantano. Juanmi aparece así en una granja y a los cerdos se les quita el hambre.

La entrevista a Sofía… exactamente lo mismo de que la primera y que los ochocientos vídeos, comentarios y explicaciones que ya ha dado.

Lo más destacable es que Jordi se abrió un tupper de tortilla de patata para cenar. Así de interesante estaba la entrevista.

«Ya he ganado dos, qué más quiero», decía Sofía, que estaba reventadilla. «Reconozco que soy un poco creída«, añadió. Primera noticia.

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