Irene, Kiko Rivera y un mueble de testículo hinchado llegan a la final de Gran Hermano Dúo

La injusticia máxima tiene forma de señor con una barriga como para esconder un alijo de tocino. Juanmi es como el dinero en un fondo de inversión: saca beneficio sin moverse. Es un claro ejemplo de mueble superiviente. Si hubiera una guerra nuclear sobrevivirían las cucarachas y Juanmi, al que la radiación no afectaría porque no repararía en su presencia.

El caso es que Juanmi ha llegado a la final de Gran Hermano Dúo, junto a Kiko e Irene, al librarse de las últimas nominaciones. Y yo le miro y pienso que aquello de «pero qué cojonazos tiene» nunca tuvo más sentido.

En fin, no adelantemos acontecimientos y seamos ordenados. Lo primero fue…. ¡SEGUIDME EN REDES, QUE QUIERO TENER UN MILLÓN DE AMIGOS! Bueno, con 500.000 me llega que ahí ya te envían cosas gratis las marcas de pintalabios, algo que yo uso mucho:

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Hoy post cortito, que he tenido problemas técnicos de índole técnica técnicamente tecnificados.

La cosa comenzó recordando la relación de Alejandro Albalá y Sofía antes de que Maite entrara y dejar a Sofía como si la hubiera pasado dos veces por la picadora de carne, que Mayte para hacer puré no usa la batidora, le da consejos a las patatas y ya se trituran solas.

«Está claro que los dos nos queremos, pero nos queremos de una mala manera«, dijo Sofía. TRA, TRÁ. Malamente se quieren. Sofía también dijo, a preguntas de Jordi González, que cuando sea mayor quiere ser como su madre. No sé si se refiere a que quiere ser conductora de autobús o a tener más mala leche que un taxista cogiendo un UBER.

Vimos en un vídeo cómo Albalá para no oír a Sofía se tapaba los oídos. Es una persona madura. Madurísima. Alabalá aún le pide a sus padres que le corten el filete. «¿Quieres el maletín? ¡Para tí el maletín! Pero te lo metes billete a billete», le dijo todo cabreado a Sofía. Con lo de metérselo creo que se refería a hacer ingresos en un cajero. O eso o quería que Sofía se dejara en ano como una caja registradora.

A Kiko le vuelto a dar una ataque de gota. Lo que pasa es que a este chico la gota le ataca tanto que más que gotas parecen ataques de chorro gordo. La gota de Kiko ataca tanto que si le da rienda suelta puede conquistar media Europa por la fuerza de las armas.

«Me ha dado el ataque de gota porque como llevamos aquí la alimentación tan repetida…», dijo Kiko. Sí, para repetir él, que repite de espaguetis cosa mala. Que si eres un grano de trigo sabes que en algún momento de tu vida vas a ser digerido por Kiko Rivera.

Y a continuación hicieron la prueba de meter la cabeza en una tarta de merengue, supuestamente para encontrar una bolita. La barba de Juanmi llena de nata era una oda al crecimiento bacteriano. En esa barba no es que se puedan criar gérmenes, es que se pueden criar águilas ratoneras.

El caso es que era un troleo, porque ya no hay prueba de líder, era meter la cara en la nata por meterla. Están pasando tanta hambre que aprovecharon para llevarse hasta las gominolas que había encima de las tartas, por idea de Irene, que es muy de aprovechamiento. Pero aprovechar a lo bestia, que Irene se encuentra una oveja muerta en medio del campo y espanta a los buitres para ver si pilla algo.

Sofía cantando es capaz de invocar a un demonio. Tú pones un disco de heavy metal al revés y parece una nana dulce al lado de Sofía Cantando. Dios no le dio cuerdas vocales, le dio estropajos. Y encima le pusieron al lado de Kiko a hacer el dueto. NI UNA PUTA NOTA EN SU SITIO.

La única que hacía algo era Carolina, que entonaba un poco. Porque ver cantar a Albalá era como ver a un notario leyendo una herencia. Este muchacho tiene tan poca sangre que le pones a cantar el Baile del Gorila y parece que está dando un pésame. SOY UNA TUMBERAAAA, TUMBERAAAAAA

Para que hubiera un poco de música en la casa les llevaron a Mortat, el único grupo del mundo en el que el guitarrista toca como si estuviera imitando a Cuasimodo con tortícolis. Ese hombre toca siempre agachado, como si estuviera esquivando balas.

En plató Mayte reconoció que en la gala pasada su conversación con Sofía no había tenido «las mejores maneras». Ni las mejores ni las regulares. «Yo puedo ser recta y directa, pero no meto el dedo en la llaga», dijo Mayte. No, ella revienta la llaga de una hostia que no deja ni llaga ni lo que había debajo ni detrás.

Como de costumbre, el plató le dijo BUUUUUUH. Mayte, que sabe tomarse una crítica como el que toma arsénico mojado en cicuta, dijo: «Iros todos al corral, por ahí, ovejas, mierda ya, atontaos». Qué popularidad tiene. Mayte se presenta a las elecciones y le salen votos negativos.

«Ella al final es así, es muy dura, es muy radical, pero dentro de esa dureza y ese radicalismo esconde grandes verdades«, dijo Sofía. Ella es así. La excusa para todo. Bajo el paraguas del «es así, soy así» cabe todo.

– Doctor, ¿está usted operando con un cuchillo jamonero oxidado que ha afilado pasándoselo entre las nalgas?

– Sí, es que yo soy así.

– Ah, pues nada, nada, hala, a intervenir se ha dicho.

Y así.

Llegada la expulsión estaban Carolina y María Jesús sentadas en la sala de expulsión. Les pusieron el típico vídeo en el que la una pone verde a la otra que parece que están en carnavales y quieren disfrazarse de col de bruselas. Aquí las tenemos hablando por teléfono:

Carolina se había puesto un vestido con capa y guantes con tachuelas, que no sabías si iba a la expulsión o a un casting para trabajar con Batman.

«Tú no eres mi amiga, cariño, puedo apuñalarte todas las veces que quiera«, le dijo Carolina a María Jesús. La esperanza de vida en España es de 82 años, excepto si no eres amigo de Carolina, entonces palmas antes de los 15 con más cortes que el tajo de un carnicero.

«Esas cosas son de maldad», dijo María Jesús, que se ve a sí misma como el colmo de la bondad. A los pastorcillos se les aparece la Virgen y a la Virgen se le aparece María Jesús.

«Si me voy yo a la 6 de la mañana cojo el primer AVE y así puedo llevar a mis niñas al cole«, dijo María Jesús, que lo primero que quiere hacer con las niñas es encasquetárselas a la maestra y que se jodan en el cole. Joder. Soy yo y cojo el primer AVE, pero para llevármelas de pellas.

«Aquí cariño si estamos las dos con el culo al aire, a chutarte a tí también«, dijo Carolina que es muy solidaria con la desgracia. Carolina coge la peste bubónica y usa los últimos estertores para toserle a todo el que pueda.

Toootal, que se fue a la calle… ¡CAROLINA!

Se veía venir, las barras de expulsión parecían Asterix y Obelix. Eso sí, no pudo arrebatarle a Nagore el récord, porque salió con un setenta y poco y no con más del 90% como ella quería.

En plató Tejado, que está más reventado que un gato tumbado en una autopista, y tirando a despechadito, dijo: «A mí esto no me cuadra con lo que escucho fuera. Parecemos tontos. Alguien se está gastando mucho dinero».

Qué mal perder.

De su entrevista no os comento nada porque fue un coñazo repetitivo sobre cosas de fuera de la casa, que si estaba enamorada de Fortu (cosa de verdad inexplicable, que no es que Fortu sea Brad Pitt ni la alegría de la huerta…).

La audiencia, que como sabéis podía nominar en esta gala gracias a la APP, le cascó: A Alejandro, 1 punto. A María Jesús con 2 puntos y a Sofía con 3 puntos. Sofía es la amiga de la gente. Si ahora haces un concurso de popularidad entre Sofía y una muela picada, gana la muela.

MARÍA JESÚS, ALEJANDRO Y SOFÍA nomidados. Esta semana los tres van a tener más nervios y van a temblar más que un grupo de chihuahuas a siete bajo cero, bebiendo café y jugando a la ruleta rusa.

Así que YA SON FINALISTAS IRENE, KIKO Y JUANMI. Si metes en la carabela de Colón una estantería sería un mueble que habría llegado lejos, pero no tanto como Juanmi. Este señor y su cojón gordo como cabeza de enano han llegado a la final haciendo nada. Bueno, sí, riendo como un gorrino degollado. Irene y Kiko, con sus mas y sus menos, son justos finalistas. Que tampoco es que Kiko haya sido una fiesta, pero al lado de Juanmi es un terremoto.

Llegado a estas alturas mi ganadora es Irene, la verdad.

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