¿Hubo o no hubo racismo en la bronca de Carlos y Javier en Gran Hermano Revolution?

Hoy se nos plantea una cuestión de trascendencia. Por otro lado, como todas las cuestiones que tratamos en este blog, que es un referente para todos los pensadores y filósofos del planeta, que me copian post como cosacos para hacer sus ensayos humanistas y poner cosas graciosas en su grupo de whatsapp: Philosophĭa tó guapa.

El caso es que Javier, que es la versión patria de Will Smith que como se descuide lo invita Pablo Motos al Hormiguero, discutió con Carlos a tenor de unas bromas de ésta último y Mina sobre su color de piel.

La cosa comenzó con Carlos contando algo que le había hecho mucha gracia. Cristian Pelolargo (que es la versión fumada de un Hare Krishna) preguntó, según narraba Carlos, para qué tendrían siempre encendida la cámara infrarroja que hay en la casa. «Para ver a Javi», dijo Mina, que es capaz de Mina-rle la moral al Santo Papa de Roma un domingo por la mañana.

A todo ésto Javi estaba presente. El muchacho se hizo un poco el despistado y se sumó al comentario: «será para ver si hago alguna cuestión«, dijo Will S… Javi.

Pero ellos interpretaron que no se había enterado, así que Mina, que es muy abo-Mina-ble, insistió y además de meterse con su color, básicamente le llamó tonto: «Es la oveja negra, déjalo».

Ahí acabó la cosa, pero al cabo de un rato Javi llamó a Mina y Carlos a un aparte. Lo hizo con un «¿podéis venir un momento?» de esos que si te lo dice tu jefe, antes de ir metes tus cosas en una caja de cartón.

A mi ese «¿puedes venir un momento?» me lo dijo una vez una novia mía y le dije «venga, hasta luego, gracias, un placer» y me di por dejado mientras salía por la puerta. Tiempo después me enteré de que había montado un trío con una amiga pelirroja y las dos me estaban esperando en el dormitorio, pero bueno, esas cosas pasan. Soy feliz igual.

«Os quiero mucho, pero bromas como las de antes se han acabado, temas racistas… rollo infrarrojos y tal me han sentado mal y no es porque sea la primera, es la número 400. Yo no permito en la calle que nadie me haga ese tipo de bromas», les dijo Javi con una jarra de cerveza en la mano, lo cual le restaba bastante seriedad, la verdad, porque parecía que iba a acabar el discurso con un eructo.

En ese momento Mina, que es muy de dejar ger-Mina-r las ideas, y Carlos, que es de hacer pensamientos a fuego lento le pidieron disculpas y se fueron del lugar como si finalmente Javi lo hubiera ambientado con aroma de chorizo.

Pero al rato, Carlos fue a pedir más explicaciones y Javi le dijo que «todo ha ido relacionado siempre con tus bromas racistas«.

Y ahí Carlos comenzó una escalada de mala hostia que si el Everest fuera mala hostia, Carlos lo subía en 15 minutos y sin oxígeno. «Ah, o sea que empecé siempre yo. Tu eres el primero que siempre dice, ‘no te preocupes, si sé que es coña’. Y ahora vienes con el discurso éste«.

Javi decidió argumentar a fondo y dijo «si». A tomar por culo. No te mates con las respuestas, Javi.

«Ya, porque queda fantástico con las cámaras«, le acusó Carlos, que se iba autoencabronando.

Mina, que siempre exa-Mina las situaciones, le dijo a Javi que su reprimenda había sido «un golpe bajo». Pues eso es de valorar, porque con lo tocho que es Javi dar un golpe bajo es un esfuerzo que te cagas.

Carlos volvió a la carga: «Te has permitido el lujazo de darte la chanada (ni puñetera idea de lo que dice ahí) y de estar riéndote con nosotros veinte días y ahora empiezas a llamarlo bromas racistas». Ahí Carlos estaba ya tan acalorado que se podía hacer una fideuá poniéndose la paellera en los testículos.

Y de gónadas va la cosa, porque Carlos le dijo a Javier: «Tienes unas pelotas que no te caben en el pantalón«.

«Eso ya lo se», respondió Javi.

«Eres un hipócrita como la copa de un pino, eres un maldito hipócrita, tío. No quiero saber nada más de ti. Cuando me cruce contigo por la casa voy a hacer como si fueras un fantasma», le gritaba ya Carlos.

Este vídeo está siendo estudiado por ingenieros de Corea del Norte para incluir un Carlos en cada cohete y que suban más alto.

«Porque eso eres para mí, un fantasma un hipócrita y un sinvergüenza«, añadía Carlos, que ya no necesitaba interlocutor. Lo decía con una cerveza en la mano también, lo que de daba pinta de estar pensando sus palabras con gran sobriedad.

«Si tu haces bromas, tienes que recibir bromas», le aseguraba Carlos, ya en modo monotemático.

«No, tienes que saber que hay determinadas bromas que no puedes hacer«, le dijo Javi, que a esas alturas estaba hasta las pelotas con gigantismo que al parecer tiene en el pantalón. Bueno, fuera del pantalón.

Cristian Pelolargo (que lleva gorro para que el pelo le quede bien grasientito como para pasar la cabeza por una puerta y lubricarle las bisagras) se subió al carro de los reproches y le dijo a Javi que a él le había decepcionado. «Me llevo una decepción flipante«, dijo Cristian, haciendo uso de su extenso vocabulario.

Carlos seguía a lo suyo: «Es que te has partido el culo y vienes aquí con tu par de huevos a llamarme racista. Te tenía que dar vergüenza», dijo, ya con una obsesión malsana por los testículos.

Y ahí vino Cristian Pelolargo de nuevo a arreglar las cosas. Pero a arreglarlas que si este chaval hubiera estado durante la firma de la paz en la Segunda Guerra Mundial, a día de hoy se seguiría combatiendo.

«¿Alguna vez te hemos tratado diferente porque midas más, tengas un color, un olor, un no sé qué? ¿Alguien te ha dicho algo? Entonces qué mierda dices», le dijo Cristian. Hala, Javi, que tienes un «olor, un no sé qué». Pero eh, no te ofendas.

– ¿Alguna vez te hemos tratado diferente porque seas una pústula andante con verrugas hasta en las verrugas y supures mierda de cucaracha licuada? Entonces qué mierda dices.

Algo así.

Mina, que había estado intentando do-Mina-rse, estalló: «No me hables más, me acabas de tachar de racista. Déjame tranquila que me estás calentando».

Así que Javi salió escaldado. Después en el confe el pobre muchacho dijo: «Yo lo que quería es que supieran es que eso me ha molestado«. Pues conseguido, Javi. Sí, creo que lo han pillado.

Ahora la pregunta… ¿HAN SIDO RACISTAS CARLOS Y MINA O SÓLO HACÍAN BROMAS CON UN COLEGA?

¿Me respondéis en Twitter @realityblogshow?

¡Besos!

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