Gran Hermano sigue sin norte: pulpos en la cabeza y payasos del espacio

Hola a todos.

Así como la primera gala estuvo muy divertida, esta segunda, sólo tres días después, fue aburrida como ver copular a dos caracoles. Y diréis ¿es que has visto muchas veces copular a caracoles? Pues… bien, no hablemos de mí.

Hablemos de Milá. Este año al parecer quieren que muera electrocutada y por eso le ponen todos los días ropa que lleva luces. A esta mujer la dejas en medio de una carretera y te desvía el tráfico.

Pero lo peor no era el atuendo de Milá, con un cinturón de esos en los que salen lucecitas formando frases y una pantallita similar en la chepa, que podían haber aprovechado y puesto anuncios por palabras, sino el atuendo de Rubia.

Para los que aún no hayáis perdido el juicio como yo viendo este programa, que es peor que el vídeo de la niña esa que no usa acondicionador y sale de los pozos como el que sale de un after, os diré que Rubia es una cabra.

El caso es que para la gala la habían vestido de putón. Así como con un vestido de puntilla que no dejaba nada a la imaginación y eso es mucho decir para un bicho que siempre lleva las tetas turgentes y al aire.

Los concursantes este año son de esos que les haces el timo de la estampita y no se dan cuenta ni aunque les hagas un esquema. Flo, (que hará de SuperMaligno) conectó con ellos por audio haciéndose pasar por Mariano Rajoy.

Y se lo creyeron. Sí, pensaron que el presidente del Gobierno había grabado un mensaje para GH 15. Aunque teniendo en cuenta lo mucho que le gusta a Rajoy salir en televisiones lo mismo no es tan raro…

Incluso cuando terminó su discurso diciendo «dale alegría a tu cuerpo Macarena» hubo alguno que tenía dudas. El torero y el apoderado se empalmaron oyendo a su presi. Sólo les ha faltó ponerse de pie con la mano en el corazón. Y con la otra mano en… no hablemos de eso.

A las primas que van de guapas les pareció que la voz de Flo es «muy roneante, muy sexy». Yolanda ya le había dicho al Súper normal que su voz era muy de «machoman». Estas chicas para ponerse a tono en lugar del Je t’aime… Moi non plus se ponen los informativos de la COPE.

– Oh, sí, la bolsa ha subido, oh, sí, no pares, no pares, el Ibex, dime como va el Ibex oh, siiiiii, siiiiiii, SIIIIIII.

Y así.

Antes de seguir, hablemos de Paula. Es que caí justo anoche en algo que refuerza mi teoría de que no es de verdad. Rubia, nariz como una barra de mortadela, luces como de salpicadero de seat panda, voz como de globo desinflándose…

¡¡ES UN PUÑETERO FRAGGLE!!

El caso es que Flo se dedicó a meterse con todos, soltándoles hostias como panes de hogaza que ahí había para que comulgaran todos los habitantes de una capital de provincia y encima se fueran a casa casa uno con un tupper lleno de hostias.

Y vinieron las pruebas. La primera, la de Vitín. Era intelectual: ponerse un pulpo muerto en la cabeza y hacer como si no lo tuviera. Os juro que mañana me presento en el trabajo con un centollo asomando por la bragueta del pantalón y negando que esté ahí si me dicen algo. Si no vuelvo a postear es porque me han despedido.

A la que Vitín lucía peluca octópoda pudimos ver vídeos del tiempo que Milá pasó dentro de la casa. Entre otros uno del propio Vitín observando cómo Paula le tocaba las tetas a Milá. Vitín no se había visto en otra igual y los ojos se le salían de las órbitas que en las Estación Espacial Internacional los han apuntado en el cuaderno de bitácora como Objetos Volantes No Identificados.

Los demás pasaron una prueba que consistía en que el EL PUTO AMO, EL MEJOR, EL SUPERIOR payaso enano les lanzara tartas si fallaban preguntas básicas sobre el espacio (no lo he dicho, pero la prueba semanal va sobre el espacio y los alien).

Fue en ese momento cuando me imaginé a un empresario alemán de viaje de negocios en España poniendo la tele en el hotel y viendo a un tipo con un pulpo en la cabeza y a un enano-payaso-alien lanzando tartas a un puñado de seres aún más raros, incluida una cabra. Luego os preguntáis porqué nos tiene que dar instrucciones Angela Merkel.

Eso sí, el payasín es el puñetero francotirador de las tartas. Este tío se aposta en un tejado y no deja títere con cabeza. Habría que averiguar dónde estaba este payaso el día que mataron a Kennedy.

Señor, qué tartazos. Si algún día queréis destruir un búnker sólo tenéis que llamar a este tío y darle unos muffins.

AHORA NO SIGÁIS LEYENDO SI SOIS SENSIBLES.

Habéis seguido leyendo, ¿no? Joder, cómo os va la marcha.

El caso es que descubrimos que Paco, el taxista que tiene un pelo que podría usarse para rellenar almohadas, enseñó su colección de tangas. Sí, usa tanga.

Digamos que el logo del programa no es el único ojo que hay en Gran Hermano que está rojito y tiene la visión despejada. Cuando Paco se agacha eso es como la bandera de Japón partida en dos. Digamos que los huevos de Paco duermen en hamaca.

Eso sí, es un maestro del amor. Normal, con el hilillo todo el día acariciándole el asterisco cualquiera se pone cariñoso. Estuvo dándole consejos para ligar al torero, que al parecer folla menos que los toros de Guisando, y aquello era como ver a un Neandertal con un consultorio sobre sexo.

Los consejos para ligar de Paco sólo servirían para hacérselo con una gorila africana y eso si al pobre animal antes le disparas un dardo tranquilizante.

Después de que el payaso se liara a hostia limpia con las tartas, que estuvieron a punto de matar a más de uno (de hecho luego se quitaban el merengue como si fuera ácido), hicieron una nueva prueba de esas que harían que la RAE se sintiera orgullosa por lo mucho que enseña.

El Recio y Coque (de La que se avecina), como lo oís, esto es un no parar de surrealismo, escondieron un bogavante, sí, no me lo invento, en una cama, y los concursantes tenían que encontrarlo. Os juro que este programa lo ve Dalí y le hace sentir convencional.

Pero no encontraron el bicho cocido, lo que le habría dado al descubridor la inmunidad frente a las nominaciones. Vaya por dios.

Poco después la pelocha áurea, la mujer sol, el puf amarillo, el kilómetro cero del camino de baldosas amarillas, más conocida como Azahara (sin los atunes) tuvo que elegir con quién compartirá concurso, quién sería su pareja.

Estaba entre Vitín, que es muy gracioso y muy simpático (y del montón) o Hugo, que «es noble, dulce y sencillo, para comérselo» (y está bueno) y oh, sorpresa, se quedó con el que está bueno. Todo lo contrario de lo que pasa en la vida real, que las tías siempre se quedan con el simpático. Esto es tan así que los simpáticos no se han extinguido porque hay bancos de semen y ahí no exigen ser guapo.

El caso es que Hugo aceptó encantado, sin que nadie le preguntara qué opinaba de todo esto a la pobre cabra. La cabra. El realizador de gran hermano nos deleitó anoche con un primer plano de la cabra cagando. Del culo de la cabra cagando.

Eso, en una tele de 42 pulgadas es como si te estuviera cayendo encima una puñetera hormigonera de mierda en bolitas. Si miráis bien es posible que tengáis mierda de cabra en el salón.

La gala, que fue aburrida como mirar cómo copulan dos escarabajos peloteros, ¡¡VALE YA, LECHE, CADA UNO SE EXCITA COMO QUIERE!!, acabó con una prueba física en la que Azahara, Vitín (ya sin pulpo) y Hugo tuvieron que subir por una rampa vestidos de astronautas.

Vaya mierda de prueba. La podría haber hecho mi abuela después de haberse trincado una botella de chinchón.

Y así acabó la cosa, amigos, sin más novedad en el frente…

RECORDAD QUE TENGO TWITTER (soy así de moderno) @realityblogshow y FACEBOOK (Gus Superviviente Hernández) y que podéis compartir ésto si no tenéis miedo de que os persigan con antorchas por la calle.

¡Gracias por leerme!

Almacenado en: Gran Hermano 15