El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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Día Mundial de la Alimentación 2013: sostenibilidad para una mayor seguridad alimentaria

Día mundial alimentación 2013

Los “Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición” son el tema central del Día Mundial de la Alimentación en 2013 que se conmemora hoy 16 de octubre promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Esta organización concentra las celebraciones de esta jornada con el fin de ayudar y sensibilizar a la población mundial en la comprensión de los problemas y las soluciones en la lucha contra el hambre (una vez más). En sus propias palabras:

Hoy en día cerca de 870 millones de personas en el mundo sufren desnutrición crónica. Los modelos insostenibles de desarrollo están degradando el ambiente natural, amenazando a los ecosistemas y la biodiversidad que serán necesarios para nuestro abastecimiento futuro de alimentos.

Un sistema alimentario está formado por el entorno, las personas, las instituciones y los procesos mediante los cuales se producen, elaboran y llevan hasta el consumidor los productos agrícolas.

Todos los aspectos del sistema alimentario influyen en la disponibilidad y accesibilidad final de alimentos variados y nutritivos y, por lo tanto, en la capacidad de los consumidores de elegir dietas saludables. Además, las políticas y las intervenciones relacionadas con los sistemas alimentarios rara vez se diseñan con la nutrición como objetivo principal.

Para hacer frente a la malnutrición son precisas medidas integradas e intervenciones complementarias en la agricultura y el sistema alimentario, en la ordenación de los recursos naturales, en la sanidad pública y la educación, así como en ámbitos de políticas más amplios.

¿Cómo tiene que ser un sistema alimentario sostenible? ¿Es posible llegar hasta él desde la situación actual? ¿Qué debe cambiar para que avancemos en esa dirección? El Día Mundial de la Alimentación de 2013 es una oportunidad para plantearse estas y otras preguntas, y ayudar a crear el futuro que queremos.

Estoy seguro que una buena parte de la población asocia la “seguridad alimentaria” a cuestiones vinculadas a las toxinfecciones alimentarias, a las contaminaciones con parásitos, microbios, pesticidas, etcétera. Sin embargo, la definición de “Seguridad alimentaria”, sin dejar de lado estas cuestiones cotidianas para nosotros, es mucho más amplia. Para la FAO, el concepto de “seguridad alimentaria” se da cuando

… todas las personas tienen acceso físico, social y económico permanente a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales y preferencias alimentarias, y así poder llevar una vida activa y saludable

Tal y como se puede comprobar y a pesar de contar en nuestro entorno con una fuente de alimentos higiénicamente segura, tanto aquí como allende los mares, gozamos en líneas generales de muy poca “seguridad alimentaria” cuando este concepto se asume de forma mucho más integradora.

Queda mucho por hacer.

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Nota: Puedes acceder al documento editado por la FAO en español con motivo de este día en este enlace

¿Es la sal marina mejor que «la otra» sal? (pregunta trampa)

SalinasCon no poca frecuencia la denominación del producto “sal marina” es considerada como una alternativa más saludable que las denominadas sal común, de mesa o refinada. Al mismo tiempo en no pocos alimentos se está empezando a hacer destacar esta alegación haciendo constar que la sal de ese producto en cuestión es marina dando a entender que es más beneficiosa. Y no lo hacen solo en los ingredientes, sino que se anuncia a bombo y platillo en sus etiquetas: “con sal marina” a la que además se le puede o no añadir una procedencia más o menos exótica. Por ejemplo, “con sal marina de Formentera”. Además, en esta misma línea, en algunos establecimientos de herbodietética o de “productos naturales”,  “tiendas naturistas” y demás se alcanza el climax de la descontextualización al hacer venta y promoción de sales “integrales” e incluso “light”. Una significativa y horrorosa vuelta de tuerca a este sabroso tema, más que nada por que la ley imposibilita dedicar tales calificativos (integral o light) a la sal, un producto mineral que de ninguna forma va a aportar fibra o calorías.

Todas las sales son marinas. Todas.

Tras un mayor o menor lapso de tiempo desde su cristalización en salinas, simas, etc. hasta su comercialización, toda la sal que se puede encontrar en el planeta Tierra es de origen marino. Ese periodo de tiempo al que me refiero es tan variable que puede oscilar entre varios miles de años hasta unos pocos días. Toda la sal es marina.

Entonces ¿por qué unas sales tienen tal calificación y otras no? Pues en realidad se trata de una cuestión de normativa alimentaria. Así, en el caso de España el Real Decreto 1424/1983, nos aporta la Reglamentación Técnico-Sanitaria para la obtención, circulación y venta de la sal y salmueras comestibles. Y además la legislación que lo modifica. Según estos textos y entre todas las denominaciones, se entiende por:

  • Sal marina: Es la sal procedente de la evaporación del agua del mar.
  • Sal marina virgen: Cuando se obtiene exclusivamente por la acción del viento y del sol, recogida a mano y lavada sólo en el cristalizador, sin la adición de ningún ingrediente, se puede denominar…
  • Flor de sal: Cuando la capa flotante de la sal cristalizada en la superficie del agua de los cristalizadores, formada exclusivamente por la acción del viento y del sol, se recolecta manualmente y sin lavar ni adicionar ningún ingrediente.
  • Sal refinada: es la sal gema, la sal de manantial o la sal marina, excepto la sal marina virgen y la flor de sal, purificada por lavado o también por disolución seguida de cristalización.
  • Sal vacuum: Cuando la cristalización arriba mencionada se lleva a cabo al vacío.
  • Sal gema: Es la sal procedente de yacimientos salinos naturales [es decir, de lugares donde anteriormente hubo mar y hoy ya no lo hay y solo queda la sal]
  • Sal de manantial: Es la sal procedente de manantiales salinos obtenida por evaporación de las salmueras correspondientes [es decir, de afloramientos terrestres de aguas marinas]

O sea, refinada o no toda la sal es marina en origen, aunque la actual legislación pueda hacer creer que no. Para que te hagas una idea del parecido entre todas estas sales es tan grande que se puede decir de ellas que son idénticas. Idénticas en composición me refiero, otra cosa es la forma de cristalización que permitirá que una vez en el plato unas se disuelvan mejor, por ejemplo en una salsa, y las otras queden más “en bloque” o en láminas dando a algunos platos o recetas un valor añadido o unas serie de características apreciadas en su degustación, por ejemplo las escamas de sal encima de una tostada de pan de pasas con foi gras, el de verdad, me refiero.

En resumen no existe ningún tipo de ventaja en el uso de un tipo u otro de sal (entre las mencionadas) en términos de salud. Pero es preciso hacer un par de matizaciones

La primera relativa al control de la sal. Tal y como puse de relieve en esta entrada, en la actualidad el consumo de sal en los países occidentales está muy por encima de las recomendaciones. Si se tiende a utilizar más la sal gruesa (o en flor, o en escamas) se corre el riesgo de adicionar más gramos de sal que si se utiliza la refinada, lo cual no es nada conveniente.

La segunda relativa a las “sales especiales” según la denominación de la legislación, que no son otras que las “enriquecidas” en algún otro mineral o elemento. Así, tenemos:

  • Sal yodada: Aquella a la que se le ha añadido yoduro potásico, yodato potásico, u otro derivado yodado autorizado por la Dirección General de Salud Pública, en la proporción conveniente para que el producto terminado contenga 60 miligramos de yodo por kilogramo de sal, admitiéndose una tolerancia del 15 por 100.
  • Sal fluorada: La sal a la que se le ha añadido fluoruro sódico u otro derivado fluorado autorizado por la Dirección General de Salud Pública, en la proporción conveniente para que el producto terminado contenga entre 90 y 225 miligramos de flúor por kilogramo de sal.
  • Sal yodofluorada: Es la sal que contiene, conjuntamente, los compuestos de yodo y flúor, autorizados por la Dirección General de Salud Pública, en los límites establecidos en los puntos 3.8.1 y 3.8.2.
  • Sal nitritada: Aquella sal a la que se la ha añadido nitrito sódico en la proporción máxima de seis gramos por kilogramo de sal.
  • Otras sales: Son las que, elaboradas con sal comestible se les pueda añadir otras sustancias alimenticias que en su día pueda autorizar la Dirección General de Salud Pública.

En resumen, mis breves consejos

No abuses de la sal, sea la que sea, cuanto menos la utilices mejor. La abundante presencia de alimentos procesados en nuestro entorno suele implicar un exceso de sodio en nuestra dieta.

Una vez que te has decidido a usarla, no hay en esencia una mayor diferencia para la salud entre el uso de una y otra salvo que…

… Salvo que uses la sal yodada. En principio el uso de sal yodada de forma universal (para toda la población y en cualquier grupo de edad) es una recomendación de la OMS con el fin de prevenir y controlar la carencia de este mineral que tiene graves consecuencias.

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Actualización 1: Se me había pasado por alto mencionar dentro del disparate salino el tema de determinadas alegaciones que hacen algunos distribuidores o fabricantes de sal. Alegaciones que dejan en un mero despiste sin importancia aquellas que te contaba yo de sal integral o sal light. Me refiero a la que nos hizo llegar en su día el Jose Manuel López Nicolás dentro de su edificante y divertido blog Scientia. Más en concreto, en su entrada «el increíble mundo de las etiquetas pseudocientíficas» se nos hacen llegar dos presentaciones de sal en la que en una pone textualmente «sal sin productos químicos» (algo así como sal sin sal, digo yo) y en la otra «sal libre de organiusmos modificados genéticamente» (la sal, esa sal inorgánica, como todas). Para troncharse… o para llorar, no sé

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Quiero agradecer las inestimables y acertadas aportaciones de @gominolasdpetro para esta entrada. No dejes de visitar su blog «gominolas de petroleo»

Post data: He creado una página en Facebook en la que podrás seguir día a día este blog. Además, en dicha página podrás seguir mis comentarios personales y otras cuestiones que, por la razón que sea, no tengan cabida en este blog. Si quieres puedes pinchar en el “Me gusta” que hay al principio de esta entrada arriba a la derecha, justo debajo del “seguir mi perfil twitter, en el que evidentemente también serás bienvenido. Te espero! :)

Imagen: num_skyman vía freedigitalphotos.net

¿Qué pensaban los políticos del G8 cuando eran niños y no les faltaba la comida?

presidentes

 

Impresionante y necesaria la campaña a cargo de Acción contra el Hambre a la hora de recordar a los principales dirigentes del G8 cuáles de sus prioridades no debieran ser olvidadas.

Llevo un par de días dejándome informar acerca de los importantísimos asuntos que van a tratar o están tratando en sus reuniones los máximos representantes de las 8 naciones más industrializadas (o ricas, no estoy seguro) del planeta: el fraude fiscal, la guerra de Siria, la cuestión iraní, y creo que no hay etcétera que valga; estos son los temas de los que he oído hablar en las noticias. Si se tratan otros temas yo al menos no me he enterado.

Sin embargo Acción contra el Hambre ha aprovechado la ocasión para realizar una campaña de sensibilización dirigida a estos políticos. Para ello ha  utilizado el recurso de hacerles recordar a dos de ellos, quizá los dos más mediáticos, Angela Merkel y Barak Obama cuáles presumiblemente habrían sido sus ideales políticos cuando eran niños, sus ideales, en especial al saber que ya en su tiempo (evidentemente) el hambre dejaba diariamente miles de muertos. Y así seguimos.

Que yo no digo que los paraísos fiscales no sean un problema o que no lo sean los actuales temas sirios e iraní… pero más allá de las barreras electrificadas, los drones y las decenas de millones de euros que está costando la celebración de esta cumbre, quizá no estaría mal el hacerles recordar a estos y tantos otros dirigentes que diariamente mueren de desnutrición aguda 7.000 niños. Diariamente. Todos los días. No estaría mal el recordarles los ideales que siendo niños les impulsaron a ser políticos. Recordarles aquello que nunca debieron olvidar. Todo ello considerando que fuera siendo niños cuando sintieron su vocación… o que alguna vez fueran niños, ¿quizá Barack Obama quiso ser político o presidente de los Estados Unidos para ser un día Premio Nobel de la Paz? Quien sabe. Ya ves.

Puedes ver el vídeo de Barack Obama y el de Angela Merkel en los enlaces respectivos. Además, si quieres puedes solidarizarte y ver la campaña entera en este enlace.

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Imagen: http://www.accioncontraelhambre.org/

Encuentro digital con el nutricionista de la general

Dieta_Stuart MilesLos amigos de 20 minutos han tenido a bien el invitarme a participar en uno de sus saraos más típicos, se trata de un encuentro digital que tendrá lugar mañana día 19 de junio a las 12:00 en la redacción de 20 minutos en Madrid. La razón no es otra que el ponerme a vuestra disposición para tratar de aclarar vuestras dudas más prácticas en materia de alimentación, nutrición y salud. Para poder participar podéis enviar vuestras preguntas a través de este enlace.

Si os digo la verdad no sé que tal se me dará esto de contestar en directo. Espero estar a la altura de las expectativas y, no dudéis que si hay algo de lo que no estoy seguro a la hora de responder a vuestras preguntas o los diré, ya sabéis que el tema de la nutrición humana y dietética es muy amplio a la par que controvertido. Al menos las cosas que sé creo tenerlas bastante claras.

A lo largo del año y medio que vengo colaborando en este canal han sido bastantes las preguntas que me habéis formulado a partir de los comentarios y unas pocas, no tantas, a partir del “formulario de contacto”. Ahora es el momento para que las pueda contestar. Gracias a todos vosotros por el interés y quedo a vuestra disposición para hablar de alimentación saludable, dietas, curiosidades, publicidad, de la profesión, etc.

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Imagen: Stuart Miles via FreeDigitalPhotos.net

El nutricionista de la general, un año después

Hola MundoHace un año, el 20 de enero de 2012, se estrenó este blog. Bueno, el blog y este que os escribe también se estreno como bloguero. De momento puedo decir que ha sido una experiencia maravillosa, lo que me recuerda al chiste de aquel que se pretendía suicidar tirándose desde un rascacielos y después de precipitarse desde la azotea diversos vecinos le iban preguntando conforme pasaba por su ventana:

¿Qué tal vas, qué tal vas, qué tal vas, que tal vaaaaaaas…?

¡De momento bieeeeeeen! –respondía el suicida-

 

Bromas aparte, es el momento de hacer algo de balance. Primero con las frías cifras objetivas. Este año de actividad bloguera ha reportado:

  • 231Post publicados
  • 2.795 Comentarios recibidos
  • 878.377 Visitas
  • 1.019.687 Páginas vistas
  • 862.257 Usuarios únicos
  • 1,2 Páginas vistas por visita

Seguro que también queréis saber los post de más éxito, al menos los más visitados, esta es su relación ordenada de más a menos:

Tras un somero análisis creo que me quedan claras más o menos algunas cosas:

  • A muchas personas le tira el rollo gore, no hay más que ver el post más visitado y alguno que otro más de similar calado;
  • El tema de las bebidas alcohólicas atrae bastante. Lo cual me deja con una duda, no sé si hay una especial preocupación por la salud en este sentido o es que hay mucho viciosillo suelto.
  • También los temas centrados en las dietas de moda o milagro y el de las calorías reúnen a bastantes visitas.

A título personal he de confesar que está siendo toda una experiencia la de escribir con una frecuencia tan elevada (elevada por lo menos para mí)… experiencia con su doble vertiente: por un lado con un cierto estrés, pero por el otro, algo muy gratificante que me obliga a estar un poco más “al cabo de la calle” de todo lo que se cuece.

Pero sin lugar a dudas lo mejor de todo ha sido el establecer contacto con un universo casi desconocido anteriormente para mí, el de la “blogosfera” con muchos autores interesantes, lectores agradecidos (o no, pero no importa cuando sus comentarios son educados) y los mundos de las redes sociales, sobre las que he de reconocer que tampoco me había prodigado mucho (por no decir nada) hasta hace un año

Reconozco que me siento especialmente reconfortado por los apoyos (y ayudas) que me han brindado los compañeros de 20 minutos (muy en especial madre reciente)  y tantos compañeros de profesión dietistas-nutricionistas, blogueros del ámbito de la ciencia, mis propios alumnos en la Universidad San Jorge, etc. Muchos compañeros a los que no conocía con anterioridad y que a día de hoy he descubierto que realizan una magnífica actividad divulgadora en sus respectivos blogs.

Así pues, para finalizar hoy quiero:

  • Agradeceros vuestra fidelidad y confiar en que la familia vaya en aumento.
  • Disculparme si en algún momento alguien se ha sentido ofendido.
  • Solicitar vuestra opinión e invitaros a hacerme llegar los temas que, bien en general o bien de forma concreta, os gustaría que se abordasen en este blog. El espacio para hacer comentarios está a vuestra entera disposición.

¡Gracias!

 

Test de intolerancias alimentarias totalmente intolerable (2ª parte): La máquina y su manual

Tal y como os adelanté al finalizar la entrada originalTest de intolerancias alimentarias totalmente intolerable” abundaría en detalles cuando tuviera más datos, y ya los tengo. Antes de continuar creo que es de rigor centrar un poco más el tema genérico de las «intolerancias alimentarias»:

El tema de la detección «masiva» de intolerancias alimentarias es bastante amplio y, al menos yo, no he encontrado ninguno que se salve de la quema tras observarlo a través del filtro de la crítica racional.

Como digo, son diversos los métodos que se pueden encontrar en el mercado que ofrecen una detección «generalizada» de intolerancias alimentarias a un número importante de alimentos. No obstante, existen dos grandes grupos de test de intolerancias en el mercado: Por un lado, los que requieren una muestra biológica (habitualmente sangre aunque a veces puede ser saliva con el fin de hacer un examen genético) y, por el otro los que no, es decir, los no invasivos. En este último grupo destacan los test que utilizan la «bioresonacia» (ya veremos en qué consiste esto) que son los más frecuentes en el mercado. Por tanto, quiero aclarar que tanto la actual entrada como la anterior hacen referencia a ese determinado tipo de test que pretenden cuantificar de forma masiva las intolerancias alimentarias utilizando la «bioresonancia» (sea lo que esta sea).

 

Así, en el mercado son diversas las empresas o franquicias que se dedican a ofrecer este tipo de «servicios» o que comercializan este tipo de «artilugios». Entre aquellas que con mayor probabilidad se pueden encontrar en Internet están:

  • Test ELMA de intolerancias alimentarias.
  • Laboratorios Physan, SA. que llama a la prueba en cuestión como LAPHYTEST.
  • Sin embargo, por lo que a título particular he podido comprobar buceando en la red, es la empresa Nutri10 la que en la actualidad más recursos está poniendo encima de la mesa para promocionar la utilización de la «biorresonante intolerancia». Aunque como digo, el test e incluso el aparato, es exactamente el mismo en todos los casos y está basado en la misma «tecnología». Esta franquicia nombra la prueba como Nutritest.
  • Así mismo, la empresa Salvador Córdoba SL. es otra de las encargadas en comercializar este chistófano y lo nombra también como Nutritest. Este paralelismo a la hora de mencionar el test no debe llamar demasiado la atención cuando la relación entre Salvador Córdoba SL y Nutri10 parece bastante estrecha a tenor de algunas páginas de Internet destinadas al mundo de la franquicia, como por ejemplo en esta de aquí y en esta otra.

Esta última empresa mencionada se describe a sí misma en su web:

con una dilatada experiencia en el área de fabricación, importación, comercialización y distribución de maquinaria y productos de estética. Empresa líder en el área de micropigmentación […]

Es decir, comercializan un tipo de maquinaria y de productos que tienen una clara orientación hacia la «estética» y, al mismo tiempo también aparatos con un claro destino sanitario, o por lo menos, de los que se derivan consejos sobre salud. Por lo tanto se está, en mi opinión, mezclando churras con merinas o, en este caso, estética con salud.

Con el fin de poder analizar con mayor profundidad el trasfondo de este tipo de test que dicen ofrecer información concreta sobre un amplio conjunto intolerancias a cientos de alimentos al mismo tiempo y por el procedimiento de la «bioresonancia», he tenido la fortuna de poder hacerme con un manual de instalación de una de estos aparatos, en concreto el que utiliza Nutri10.

El manual no tiene desperdicio y la verdad es que no sé muy bien por dónde empezar para ilustrar la sarta de simplezas e incongruencias que contiene. Incongruencias qué, muchas de ellas, se encuentran contenidas dentro del mismo texto (muchas de ellas repetidas textualmente, con sus correspondientes errores tipográficos y ortográficos en las páginas web de las otras empresas ya mencionadas). En el caso que nos ocupa, el de este manual, son 20 páginas más propias del profesor Franz de Copenhague en “Los inventos del TBO” que de un aparato de uso sanitario. Ante la imposibilidad de poder ilustrar todo el manual, como realmente me gustaría, solo puedo transcribir parte de su contenido.

 

Sobre el valor sanitario de la prueba

Tras su lectura lo primero que me he llamado la atención sobre el funcionamiento de esta prueba es cómo el propio manual afirma inicialmente que no es una prueba que diagnostica las intolerancias sino que sus resultados son un pre-diagnóstico (sin aclarar en qué consiste esto). Supongo que con el fin de que si un día la comunidad médica se le echa encima, tener algo a lo que asisrse en el momento de las posibles denuncias, sus juicios y demás:

“Ha de usar el test como PRE-DIAGNÓSTICO, aconsejando y orientando sobre las posibles intolerancias alimentarias”.

“Dada la actual fase de estudio de la comunidad científica con respecto a la intolerancia alimentaria, se considera y se acepta la poco difundida y útil experiencia de la acupuntura y del bio- test funcional de este tipo para proporcional una SOSPECHA DE INTOLERANCIA ALIMENTARIA”.

Llama poderosamente la atención esta presunta declaración de principios y que luego en el propio manual se diga que:

“El método incluye un equipo de electro-diagnosis en el cual la medición se logra de una forma rápida, indolora, eficaz y sencilla.

“El método es sumamente rápido y sencillo, no precisando ser un experto en bionergías y es extraordinariamente eficaz gracias a la alta sensibilidad del equipo”.

“Sistema de diagnóstico no invasivo, rápido, con resultados y aplicación inmediatos”.

Además, tras la realización del test y la adopción de las estrategias dietéticas fruto exclusivamente del informe que aporta el test, el manual dice lo siguiente:

“La mejora de los pacientes es casi inmediata a las dos semanas presentan mejorías que se consolidan a partir del mes, que es cuando recomendamos la siguiente consulta”

Sus avales

El manual y diversas páginas web acuden única y reiteradamente a mencionar este párrafo para garantizar el “funcionamiento” del sistema. Juzguen ustedes mismos:

Nutritest es un equipo desarrollado con la colaboración de la Cátedra de Técnicas Físicas de la Universidad de Bolonia (Italia) y testado clínicamente por la Facultad de Medicna de la Policlínica de Catania. Recomendado por el Dr. Rincivillo, profesor de Terapia de apoyo clínico y nutrición clínica”

Curiosamente el Dr. Rincivillo es tan conocido que para saber de muchas de las clínicas, centros de estética, peluquerías, etc. en las que se propone este sistema, conviene poner en el buscador de internet “Dr Rincivillo” y constatar que de las 20 entradas aproximadamente, la mayor parte de estas hacen referencia a centros que utilizan el párrafo arriba transcrito para promocionar el sistema.

Además, y esto es algo que me intriga más, en algunos enlaces, se dice que el sistema viene avalado por la Universidad Complutense de Madrid, como es el caso de la Clínica Zurich. Sinceramente dudo mucho que la Universidad Complutense haya dado su aval, así en genérico, a esta… cosa. Es más dudo también que sea conocedora de que se esté usando su nombre con este tipo de fines comerciales.

Sobre su fundamento científico

Como ya adelanté, esta supuesta prueba está basada en la bioresonancia, una teoría psudocientífica en la que hay que creer y que no está demostrada (más que demostrada lo que sí está es denostada, que no es lo mismo). No obstante, el manual explica su funcionamiento con las siguientes palabras:

“Todos los seres vivos están compuestos de campos electromagnéticos y todo proceso de bioquímica está precedido de vibraciones y partículas subatómicas. Dichas oscilaciones pueden ser captadas con diferentes equipos de la misma manera que la Radio puede captar diferentes frecuencias, siendo un instrumento que todos utilizamos y del que no nos plateamos como funciona” (¡!).

“Nuestro sistema se basa en la regulación bio-energética (BER: Bio-energetic Regulatory Technique) y en la técnica de la acupuntura. Mide parámetros físico-químicos a través de la superficie cutánea en el punto de acupuntura clásica: raíz de la uña del dedo índice (Punto Ting 1) relacionado con el meridiano nº9 del intestino grueso. El análisis se realiza en un único punto  y una sola vez. Con una simple medición se logra un test completo de intolerancia alimentariaa. El equipo cuenta con un sistema seguro, si el punto no se localiza perfectamente el test no se realiza” [Algo que llama poderosamente la atención que figure en el manual cuando, según mi confidente, le realizó el test a la mesa de despacho y, como ya mencioné, resultó intolerante a la lactosa: O la mesa tiene el mencionado punto Ting, o el aparato funciona mal… o más seguramente, el sistema es una tomadura de pelo de importantes dimensiones]

“Durante la prueba se emiten distintos impulsos eléctricos (193) con la frecuencia correspondiente a cada alimento [¡Caramba, alimentos con frecuencia!], obteniendo distintos valores de intolerancia en función de la bionergía absorbida de cada impulso en la persona analizada”

Los resultados

Tras la realización de la prueba se obtiene un deforme informe en el que se refleja a que alimentos se es intolerante (o incluso alérgico) tal y como explica el manual:

“Dentro de los niveles de intolerancia distinguimos 4 niveles:

  • Tolerancia “aparece en color verde”.
  • Semi intolerancia “aparece en color verde/amarillo”.
  • Intolerancia «aparece con el amarillo» y además casi siempre lleva un número”
  • Rojo “grave intolerancia” o “alergia alimentaria” [¡!]

Los resultados reales pueden comprobarse en este deforme informe de una paciente también real y que me ha hecho llegar otra compañera:

No voy a incidir más, creo que el trasfondo de este tipo de prueba es tan desustanciado e inverosímil que no merece la pena abundar más. Tampoco el mencionar las bondades de las dos principales personas sobre las que se suelen hacer descansar la paternidad del invento los doctores Reinhold Voll y Franz Morell (este último supuesto padre ideológico de la bioresonancia) (Nota: Theodor Gilbert Morell fue el médico personal de Hitler hasta su muerte. Quería mencionar este detalle por dos motivos: Primero porque verdaderamente desconozco si nuestro Franz Morell fue algún sucesor de Theo; y también por pasarme de forma momentánea y sarcástica al lado tenebroso de la ciencia y hacer buena la Ley de Godwin, que afirma que:

A medida que una discusión online se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis, tiende a uno”).

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En fin, el manual en cuestión está a su disposición, yo no lo quiero para nada. De hecho, no tengo ningún problema en compartir todo lo poco que sé con aquel que quiera recibirlo; tratándose de ciencia es lo que pienso (con los euros no guardo la misma política).

Y por último, si me lo permitís, un consejo, en especial para aquellos que no sean profesionales de la salud: Que no os engañen, la máquina cuesta entre 7.100€, según se puede ver aquí, y 5.800€ según me informó por teléfono una comercial de Physan, SA. (aunque también tienen la misma máquina que con un programa “especial” analiza las intolerancias, no ya a 193 alimentos, si no hasta 216, pero ya cuesta 6.500€) y los test se cobran en “super-oferta” a 100€, y se trata, según mi opinión, de un timo total, sin respaldo científico, sin avales de ningún tipo salvo los ya expuestos.

Y para los profesionales de la salud (o de la estética) que estén tentados de usar o usando este sistema otro consejo: no seáis sinvergüenzas.

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Foto 1: electrons_fishgils

Foto 2: Rafa.Garcés

Hacia la salud a través de una buena alimentación

Quería compartir en este foro que a partir de mañana día 27 y hasta el sábado 29, tendrá lugar en Zaragoza el XIV Congreso de la Sociedad Española de Nutrición (SEN) una de esas buenas sociedades científicas y asociaciones que conforman la Federación Española de Sociedades de Nutrición Alimentación y Dietética (FESNAD). Es una oportunidad ideal para todos aquellos especialistas en estos temas que quieran mantenerse actualizados.

 

El lema elegido para esta edición es el del título de esta entrada “Hacia la salud a través de una buena alimentación” y pueden encontrar toda la información referente a este evento en el siguiente enlace.

En relación con el programa científico (en este enlace con más detalle) se abordarán interesantes propuestas y ponencias que desde luego no pienso perderme, empezando por el workshop internacional satélite al congreso (que tendrá lugar hoy en el edificio Paraninfo -antigua Facultad de Medicina- y que tiene por título: “Preguntas frecuentes en relación con la obesidad. ¿Hay nuevas respuestas?”). Posiblemente cuando lean estas líneas me encuentre allí, así que les mantendré puntualmente informados, en especial a aquellos que sigan mi cuenta en twitter (@juan_revenga) y por supuesto, llegado el momento, a través de esta bitácora.

Por cierto uno de los detalles que más me han gustado en cuanto a la organización de este congreso es la programación de una actividad deportiva dentro del programa. Un acierto.

PD: Y ahora que caigo, otro interesante congreso se prepara para el mes de Noviembre en la ciudad de Cádiz, en concreto el IX Congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) por supuesto también sociedad miembro de la FESNAD y que presenta un interesante programa.

 

Los alimentos ecológicos, esos alimentos

En la breve pero intensa trayectoria de este blog aun no había tenido la ocasión de tratar el tema de los alimentos ecológicos. Y ya toca. El tema en sí, tal y como sucede con el de los alimentos transgénicos, no suele dejar indiferente a nadie. Es más, y ya que menciono a los transgénicos, se suele dar una curiosa asociación de opiniones: quien se manifiesta abiertamente antitransgénico suele ser al mismo tiempo entusiasta proecologista (siempre en relación con los alimentos)… así que me temo que la entrada de hoy será polémica.

Lo cierto es que tenía material para haber abordado la cuestión ecológica mucho antes de hoy, pero la reciente noticia de la publicación de un artículo científico en el que se aportan datos sobre el valor nutricional de los alimentos ecológicos hace idónea la entrada de hoy.

¿Qué es un alimento ecológico?

Según la legislación vigente (REGLAMENTO (CE) NO 834/2007 DEL CONSEJO de 28 de junio de 2007 sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos y por el que se deroga el Reglamento (CEE) no 2092/91) se considera que:

“La producción ecológica es un sistema general de gestión agrícola y producción de alimentos que combina las mejores prácticas ambientales, un elevado nivel de biodiversidad, la preservación de recursos naturales, la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales. Así pues, los métodos de producción ecológicos desempeñan un papel social doble, aportando, por un lado, productos ecológicos a un mercado específico que responde a la demanda de los consumidores y, por otro, bienes públicos que contribuyen a la protección del medio ambiente, al bienestar animal y al desarrollo rural.”

En resumen, se trataría de un tipo de producción agrícola a la que suele atribuirse la calidad de “natural” (sea lo que sea que este término pueda sugerir en el imaginario popular) y que se caracteriza por no utilizar ningún producto químico de síntesis tales como pesticidas, herbicidas “químicos”, hormonas de crecimiento o fertilizantes “artificiales”. Este tipo de agricultura tiene a gala el utilizar materiales orgánicos, «naturales» y/o reciclados y el trabajar bajo el principio de la rotación.

 

Pero lo que en verdad nos interesa: ¿son mejores, son más nutritivos?

Si hubiera tenido que responder a esta pregunta hace uno o dos años hubiera dicho lo mismo que hoy, que no, y para apoyar esta respuesta me habría remitido a las conclusiones de la revisión sistemática de Dangour y colaboradores del año 2009 que puso bajo la lupa los estudios que se cuestionaban el valor nutricional de los productos de origen ecológico en comparación con los “convencionales” o no ecológicos. En esta revisión de la literatura científica sus conclusiones dejan poco margen para la duda:

“En base a esta revisión sistemática de aquellos estudios de suficiente calidad [científica], no hay pruebas de que existan diferencias en la calidad de los nutrientes entre los alimentos orgánicos y aquellos producidos de manera convencional. Las pequeñas diferencias en el contenido de nutrientes se podrían explicar fácilmente a partir de las esperables diferencias  biológicas y dependen de los diferentes métodos de producción.

Pero además, a día de hoy (y pasando por encima de otros artículos con similares conclusiones) contamos con más evidencia que, de nuevo, vuelven a coincidir en los resultados anteriores. Se trata de otra revisión sistemática de la literatura científica que en este caso aborda una doble cuestión: Averiguar qué se sabe actualmente en cuanto a lo seguro y saludable que son los alimentos ecológicos en comparación con los convencionales: “Are Organic Foods Safer or Healthier Than Conventional Alternatives?: A Systematic Review” de Smith-Spangler y colaboradores. Y las conclusiones, también bastante claras:

“Según la literatura [científica] publicada no existe evidencia alguna de que los alimentos orgánicos [o ecológicos] sean mucho más nutritivos que los alimentos convencionales. Por otro lado, el consumo de alimentos orgánicos puede reducir la exposición a los residuos de plaguicidas y de bacterias resistentes a los antibióticos.

Es decir, pese a haber sido (y seguir siendo) un argumento “de venta” frecuente, los alimentos ecológicos no son más nutritivos que aquellos convencionales.

¿Y son más seguros?

Y en cuanto a su seguridad pues es una mera cuestión de estadística. Es cierto que el día a día nos deja con más alertas alimentarias motivadas por alimentos convencionales que las ocasionadas por los ecológicos, pero cuando se divide la cantidad de alimento producida (según el tipo de producción) por el número de alertas que genera, resulta que los ecológicos salen perdiendo a todas luces, es decir, proporcionalmente generan más alertas que los convencionales. Y con frecuencia más graves… o si no en qué tipo de producción creen que se originó la crisis de los pepinos del pasado año.

En resumen

No estoy en contra de los productos ecológicos ni mucho menos, pero tampoco me voy a creer todas las sandeces que sobre ellos se dicen sin mayores pruebas que el interés del productor por venderlos. A mí también me molaría que la idealizada imagen que muchas personas tiene de “la naturaleza” fuera real y pudiéramos vivir todos en este planeta (más de 7.000 millones de almas) en idílicas cabañas al pie de lozanas praderas, junto a ríos cantarines de aguas cristalinas y que pudiéramos ir descalzos en un eterno y primaveral día soleado a beber el agua de dicho río mientras saludamos de forma jovial a los osos y a las ardillas que del bosque salen a nuestro encuentro… Como decía, también me molaría, pero no es posible. En algún momento habrá que darse cuenta que las utopías son eso, situaciones irreales (aunque chulas) y que sale a cuenta (la de la salud, la de la cartera, la del bien común, etc.) ser un poco más pragmático.

 

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Foto 1: smith

Foto 2: Donald Macleod

Foto 3: Wolfram Burner

La malla supralingual: otro despropósito adelgazante

Me cuenta una colega de ultramar, Susana*, que en su entorno y más en concreto en su país, La República Dominicana, se está popularizando el empleo de otro disparate terapeútico con fines adelgazantes. Se trata de la conocida como malla supralingual, también referida como “malla adelgazante”, “malla lingual adelgazante”, “malla lival; y en inglés como “tongue patch diet”.

En esencia consiste en la colocación de una malla de material quirúrgico más o menos rígido en la superficie de la lengua del paciente que queda ahí instalada durante un periodo que suele oscilar entre el mes y los dos meses. No obstante los ciclos pueden “empalmarse” con descansos semanales de por medio, es decir, se está dos meses con la malla, la quitan para “descansar” una semana y otra nueva malla… así hasta que se alcance el peso deseado. Les invito a que sigan el enlace haciendo click en la fotografía y vean cómo se coloca.

 

Con esta malla que se sujeta a la lengua mediante puntos de sutura o grapas el paciente ve dificultada, por no decir imposibilitada por el dolor que le causa, la ingesta de alimentos sólidos y durante este tiempo ha de seguir una dieta líquida, todo lo más de consistencia pastosa. Al igual que en otras “brillantes ideas” antiobesidad las promesas garantizadas sobre una rápida pérdida de peso son frecuentes entre sus promotores (hasta 12 kg al mes). Siempre según sus defensores todo son ventajas y sin la presencia de efectos secundarios ni riesgos o, como mucho, –no se lo pierdan– “efectos secundarios de carácter psicológico o consecuencia de no seguir las instrucciones del especialista o hacer trampa” (o sea, que si hay efectos secundarios serán culpa del paciente) Una estrategia que se vende tan eficaz en sus resultados como la cirugía bariátrica, mucho más económica y, claro está, sin sus riesgos. No puedo negar que una de los aspectos que más me han llamado la atención es su indicación incluso en niños de 12 años. Desconozco la razón por la que han elegido esta edad como límite y no 10, 8 ó 4 ya puestos. Ni que decir tiene que PubMed (una de las bases de datos de referencia para la búsqueda de publicaciones científicas) no contiene la menor referencia a este sistema como terapia en la pérdida de peso, y evidentemente, ni a sus riesgos, eficacia, etc.

Como siempre, la autoría de este invento más propio de la factoría -ficticia- ACME que de una conveniente investigación médica en el terreno de la obesidad se la disputan varias personas, entre ellas el Dr. Paul Chugay al que se le puede ver en este video haciendo una descripción de las bondades del método.

No obstante no es infrecuente encontrar en la red más paternidades sobre el método, como la que reclama el Dr. Raúl Góngora con su método “patentado, registrado y reconocido a nivel internacional”.

¿Saben una cosa? El conocimiento de estas propuestas para la pérdida de peso me ha recordado otras ya un tanto demodé (pero no del todo olvidadas) y con un nexo de unión común, el empleo de metodologías más propias del medioevo afines a la dama de hierro o a cachivaches similares. Me refiero por ejemplo a la técnica conocida en inglés como “jaws wiring” o cosido mandibular, con el fin de impedir abrir la boca al paciente obeso en cuestión. Antes el cosido mandibular se hacía cosiendo literalmente las mandíbulas, sin embargo hoy la técnica “mucho más civilizada” (modo sarcasmo «ON») mantiene cerradas las mandíbulas del paciente mediante un hilo que une unos braquets fijados a las piezas dentales. Aquí tienen un ejemplo (advierto que puede resultar desagradable de ver)

Estas iniciativas, en mi opinión y entre otras cosas, dan muestra de dos realidades: Por un lado de la desesperación que para muchas personas que gozan de todo mi respeto supone el estar en una situación de sobrepeso u obesidad, una desesperación que les lleva a someterse incluso a estas medidas y; por el otro de la falta de escrúpulos de algunos profesionales sanitarios que sabedores de la desesperación de aquellos no dudan en aprovacharse con el fin de hacer un feo negocio. Y que en este caso no gozán ni del más insignificante de mis respetos.

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*Nota Bene: Quiero agradecer a Susana el amable gesto de haberme hecho llegar gran parte de la información con la que confeccionar esta entrada. Saludos 🙂

El peso del país: Un documental made in USA

Tal es el título (The Weight of the Nation) de un documental que está despertando bastante expectación en los Estados Unidos. Aun no se ha estrenado pero podemos ver su trailer aquí.

 

Una gran parte de la opinión pública española cree que el caso de los Estados Unidos sigue siendo excepcional, es decir, que la situación de obesidad y sobrepeso entre la población norteamericana es excepcionalmente alta y no es así. En la mayor parte de los países desarrollados o con un estilo de vida occidental la situación es muy parecida. Hay diferencias es cierto, pero no son tan grandes y, en cualquier caso, la tendencia alcista es la misma.

Tengo ganas de poder ver el documental cuyo trailer me ha dejado con la miel en los labios ya que según parece se va a contar con la opinión de muchas de las más prestigiosas instituciones sanitarias estadounidenses: The Institute Of Medicine, The Centers for Disease Control and Prevention, National Institutes of Health, etc.

Los Estados Unidos parece pues que se han puesto en marcha para atajar un peligro, el de las extremas cifras de obesidad entre sus habitantes, que, opinan, puede acabar con ellos. El lema «Para ganar, hay que perder». Les mantendré al corriente.