El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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¿Qué hay de cierto sobre la tripa cervecera?

Pensativo¿De verdad se le puede atribuir un papel significativo a la cerveza como tal en la protrusión abdominal que lucen en especial no pocos varones?

La respuesta es que a medias. O que de alguna forma la cerveza contribuye a ello, pero desde luego, por si sola no suele ser una explicación, hay otros elementos que normalmente se obvian en esta ecuación.

Tal y como explico en mi libro “Con las manos en la mesa” en el que se aborda la verosimilitud de este y otros mitos alimentarios, la cuestión ha de ser observada a través de varios factores. Además de los que son evidentes, es decir, la cantidad de cerveza y la frecuencia con la que se toma, es indispensable tener en cuenta otros no menos importantes: el marco alimentario junto al que se realiza esa ingesta de cerveza (si se comen más o menos panchitos, snaks, tapas, etcétera al tiempo que se bebe esa cerveza), así como el género del consumidor cervecero y su edad.

La cantidad y la frecuencia como claves

El tema de la cantidad no es baladí. Por ejemplo, es relativamente habitual que alguien entre en un bar y pida: ¡un zumo de tomate, por favor! Y en ése caso, lo más probable es que le sirvan unos 200 ml. (1 botellín) de zumo de tomate. Sin embargo, si alguien entra en el mismo bar y pide: ¡una cerveza, por favor!, lo más probable es que la ración sea de unos 330 ml. de cerveza. El resultado de la primera petición, unas 90 kcal (tomate), el resultado de la segunda 148 kcal (cerveza). Al mismo tiempo, en el caso de la cerveza y a diferencia del zumo de tomate, es más probable que haya una segunda, tercera y así sucesivamente consumición. Siendo así, el resultado es totalmente diferente como puede comprenderse con facilidad. Es decir, cuando se bebe cerveza es más frecuente que las ingestas sean mayores que cuando se bebe cualquier otra cosa.

El acompañamiento como clave

Cerveza y picoteo

Tampoco es tontería el tema del acompañamiento y el marco. En cierta medida se criminaliza un único producto (la cerveza) haciéndole culpable de un mal planteamiento alimentario general. En el marco del consumo cervecero, son mucho más frecuentes las asociaciones de esta con patatas bravas, “panchitos”, pizza, patatas fritas, etcétera. Asociaciones que quizá sean menos inmediatas con otro tipo de bebidas. Además el tema de la cerveza se vincula también en no pocas ocasiones a un estilo de vida más sedentario (¿hablamos de los eventos deportivos delante del sofá con unas cuentas cervezas en la mano y su acompañamiento?). En este sentido, sería tan correcto decir “tripa cervecera” como lo sería el referirse a ella como tripa patatera, cacahuetera, pizzera, sedentaria, etc. o simplemente, tripa tuttiguarri (y abundanti). Como ves, todo cuenta.

El género y la edad

Luego está el tema de “la tripa cervecera” en concreta alusión a la de algunos varones y de determinada edad. Pues esto también tiene su explicación. Sobrepasada la “plenitud” fisiológica y ya en la mediana edad, cuando no de pleno en la madurez, en general es contrastable un descenso en el gasto energético total tanto por un descenso del metabolismo basal, como por la habitual disminución del gasto debido a la actividad física. Ni que decir tiene que en estas circunstancias se facilita la acumulación de grasa a partir de los excesos calóricos a lo que puede muy frecuentemente contribuir la cerveza y sus acompañamientos. En el caso del varón, el patrón de acumulación de tejido graso más típico (mediado por características hormonales) tiene lugar en la región del abdomen.

Así pues, esta es la explicación, que si bien en general no hace justicia a realidad de la expresión, ayuda a comprenderla.

Aquí tienes un vídeo que lo explica a las mil maravillas y que se ciñe como un guante a los contenidos que en su día dejé por escrito en el libro. Educativo y entretenido. Que lo disfrutes.


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Imagen:  David Castillo DominiciKEKO64 vía freedigitalphotos.net

Nutrición-área 51: la hipnobanda gástrica como estrategia adelgazante

HipnosisAnimal_magnetism,_1814Enésima vuelta de tuerca al inagotable juego llamado “a ver con que chorrada te pillo ahora desprevenido y te clavo un sistema magufo para que pierdas peso” (vaya nombrecito). En fin.

Este novedoso sistema que hoy te traigo consiste en “instalarte” una banda gástrica mediante hipnosis. Para los que no estén al corriente les diré que la “banda gástrica” como tal, la de verdad, es una alternativa quirúrgica más dentro de la denominada cirugía bariátrica (de hecho, por “bariatría” se entiende el campo de la medicina que se especializa en el tratamiento de la obesidad). La cirugía bariátrica “de verdad” tiene sus pros y sus contras y, en determinadas circunstancias, podría constituir una interesante herramienta dentro del arsenal terapéutico contra la obesidad. Más en concreto, la técnica de la banda gástrica ajustable consiste en un implantar un dispositivo en la entrada del estómago de forma que se pueda regular “a voluntad” la cantidad de alimento que es posible comer con comodidad. Es una técnica que requiere cirugía tanto para colocarla como en el momento que se retira.

Sin embargo, la estrategia de la denominada como “hipnobanda” o banda gástrica virtual consiste según sus promotores en:

la  instalación de la Banda Gástrica Virtual Hipnobanda® en tu estómago con hipnosis. Conscientemente sabes que no tienes una banda gástrica porque no hay una operación. Pero con las técnicas de hipnosis, el subconsciente cree que sí y hace que tu estómago responda físicamente como si la tuvieses. De esta forma comes menos porque tu estómago es más pequeño y sientes saciedad rápidamente. Y así logras adelgazar y adelgazar hasta alcanzar tu peso ideal.

¿Cuánto efectiva es la hipnosis para adelgazar?

Independientemente de como la llamemos (hipnobanda, hipnoterapia, hipno-lo-que-sea) el uso de la hipnosis para adelgazar es bastante controvertido desde el punto de la evidencia científica y, siendo así, resulta chocante como sus promotores solo tienen parabienes a la hora de defender la eficacia de este tipo de técnicas. Y lo hacen si aportar la menor referencia científica de la eficacia de esta técnica. Sin embargo, no tienen el menor reparo en publicitar que “las más prestigiosas revistas internacionales ya se han hecho eco del método definitivo para adelgazar”… ¿sabes a que prestigiosas revistas internacionales se refieren? Pues a aquellas de divulgación general y que puedes encontrar el quiosco de cualquier esquina.

En realidad la ciencia tiene más dudas que certezas con respecto al empleo de este tipo de estrategias. Por ejemplo, en el artículo Complementary therapies for reducing body weight: a systematic review (Revisión sistemática de las terapias complementarias para adelgazar) se concluye, después de destripar numerosas de estas terapias alternativas que el uso en concreto de la hipnosis con estos fines obtiene resultados muy discretos y que son necesario más estudios aleatorizados y controlados (es decir, en condiciones) para poder sacar una conclusión tajante en cuanto a su eficacia real.

Y cuando se hagan, me temo lo peor… es decir, que no funcione, y ahora te explico mis razones para pensar así. Resulta que uno de los argumentos que estos señores hipnoterapeutas utilizan para “demostrar” la eficacia de la hipnosis en el tratamiento de la obesidad es referirse a los éxitos de este mismo tipo de estrategia para dejar de fumar. Y mira, va a ser que no. Lo digo por que un meta-análisis de la librería Cochrane, Hypnotherapy for smoking cessation (Hipnoterapia para dejar de fumar) concluye de forma bastante categórica que:

No se ha demostrado que la hipnoterapia [para dejar de fumar] tenga un efecto mayor en el plazo de seis meses sobre las tasas de abandono tabáquico que otras intervenciones o que incluso cuando no se sigue ningún tratamiento [Así pues,] los efectos positivos de la hipnoterapia para dejar de fumar hallados en estudios no controlados no han sido confirmados en estudios controlados y aleatorizados.

Y por último, tabaco aparte, no quiero dejar de mencionar el alambicado juego que se traen con esto de la hipnosis. Me refiero a que este tema, el de que te «hipnoticen» es más viejo que el tapón de corcho… sin embargo, ya se sabe, renovarse o morir; y en esta ocasión se ha hecho una especie de quimera intelectual, mezclando esta terapia alternativa con otra de la medicina convencional con el fin, me figuro de darle más empaque al asunto, o de que parezca algo novedoso (cuando no lo es). Un caso más del que hay múltiples ejemplos en esta industria del adelgazamiento «alternativo». Una pena una vez más.

Por tanto, y a modo de conclusión parece que estamos ante la típica terapia alternativa que:

  • Promueve soluciones simples ante un problema complejo,
  • Por lo ya visto, carece, a día de hoy, de la necesaria evidencia científica que sustente su efectividad,

Toc, toc, toc.., ¿hay en la sala alguien del Ministerio de Sanidad o más en concreto de la AECOSAN?

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Dietética sin patrocinadores

ConsumidorEstimado lector, quizá la realidad que hoy te voy a contar haya pasado desapercibida para ti hasta este momento, no es que se trate de una cuestión oculta precisamente, lo más probable que no hayas reparado en ella. Se trata de la financiación y patrocinio que muchas empresas de alimentación ofrecen a las sociedades científicas y asociaciones que en principio tienen como objetivo velar por una determinada excelencia dietética. Me refiero a una gran parte, por no decir todas hasta donde sé, de estas sociedades y de muchas otras que no están en este mismo saco y que por lo general son de carácter médico-sanitario.

A resultas de estos patrocinios se avalan productos alimenticios con unas determinadas características, se lanzan campañas publicitarias que posicionan claramente al fabricante con el colectivo sanitario, se organizan congresos, reuniones, etcétera. Y es que en el mundo de la alimentación, en mi opinión, hay una competencia feroz. Comemos todos los días. O por lo menos esperamos hacerlo y además varias veces. Así que calcula la de clientes potenciales que tienen en perspectiva las empresas de una buena parte de la industria alimentaria.

El caso es que en no pocas ocasiones aparecen estas sociedades y asociaciones apoyando campañas que, con mayor o menor tino, vinculan el consumo de uno de estos productos (normalmente poco recomendables en términos de un consumo frecuente) a beneficios sobre la salud. De esta forma el consumidor termina otorgando bien al producto concreto o a la marca en general una excelencia que, en muchas ocasiones y en mi opinión, no conviene atribuir.

El tema es complicado, porque en realidad muchas de las iniciativas que ponen en marcha las sociedades y asociaciones en cuestión precisan de no poca cantidad de dinero. Un dinero que en general no tienen, y que termina siendo aportado por los patrocinadores, vinculando de nuevo las marcas a este tipo de asociaciones.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte en algunos colectivos, especialmente entre el de dietistas-nutricionistas se está empezando a escuchar una voz que clama por la independencia de este tipo asociaciones/sociedades. Se apuesta, se exige llegado el caso, que el principal colectivo que agrupa a los profesionales que en principio mejor está capacitados para hacer llegar un mensaje integrador sobre alimentación saludable esté libre de toda duda en lo que respecta a sus vínculos con la industria alimentaria.

Sin ir más lejos, y al margen de la asociación que los representa (la Fundación Española de Dietistas-Nutricionistas) recientemente se han agrupado un puñado de dietistas-nutricionistas valientes que apuestan por una “dietética sin patrocinadores”*. La iniciativa, a la que se me ha invitado a participar y con la que he tenido la oportunidad de colaborar en una ocasión, me parece francamente positiva. Ahora bien, de verdad que no sé si un modelo así puede tener mucho futuro y no terminar muerto de asfixia mientras otras sociedades, lustrosas, siguen con sus convenios de colaboración y patrocinio. Valga el ejemplo y para ello recordemos esta entrada que me parece bastante significativa en la que mencioné que se estima que sin determinados patrocinadores (en especial Coca-cola) 170 de los 200 comités olímpicos de distintos países no alcanzarían (por falta de recursos económicos) a enviar a sus atletas a competir… serían olimpiadas con 30 delegaciones, ya ves.

Pero hay más ejemplos y, en este caso, además implica no ya a un grupo de compañeros comprometidos con su profesión que van “por libre”, sino a toda una asociación en marcha. Pero para ello hay que salir al extranjero. Así, me llamó la atención conocer vía Facebook* la realidad de la California Dietetic Association, en concreto el distrito de Los Angeles que ha tomado la determinación de no aceptar ningún tipo de recurso económico de los grandes patrocinadores de siempre o de casi siempre. De esta forma, esta delegación de “registred dietitians” (dietistas-nutricionistas “colegiados”) ha optado por plantearse un modelo económico que no pase por depender económicamente de estos patrocinadores. Un ejemplo motivador y que me gustaría ver prosperar en mi entorno. Creo que sería bueno para todos, en especial para los consumidores.

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*Nota 1: Si quieres conocer un poco más el grupo de dietistas-nutricionistas “dietética sin patrocinadores” puedes ponerte al día de sus reuniones online en este enlace que te llevará a su “videocanal” a partir de videoconferencias en directo. Además cuenta con un perfil en Twitter: @DieteticaSin.

*Nota 2: He tratado de encontrar esta determinación en la página web de la delegación de Los Angeles de la California Dietetic Association y en la general de esta asociación, pero no la he encontrado. La información la he rescatado del muro de Facebook de lo que acabo de descubrir como un movimiento denominado Dietitians for Professional Integrity (dietistas-nutricionistas por la integridad profesional) y que ya solo por su nombre se presenta como muy inspirador.

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Imagen: Ambro vía freedigitalphotos.net

Mil millones de personas se acuestan con hambre y otros mil millones son obesos

Pizza obesidadImprescindible me ha parecido esta reflexión de Richard Smith en un post dentro de un blog adscrito a la prestigiosa revista British Medical Journal, titulado Nourishing the world (“Alimentando el mundo”) y que no por conocida es lo suficientemente elocuente como para recordarla de tiempo en tiempo.

Unos tiempos y un entorno, el nuestro, en el que a menudo perdemos la perspectiva y vivimos enfrascados en tonterías nutricionales, preocupados por las “dietas”, el nutricionismo y ver quién luce más guapo y radiante con la última dieta de moda, a cual más descacharrante.

Además de las primeras líneas de ese post del BMJ que he tomado prestadas para el título del mío, el post en cuestión aporta otras cifras francamente preocupantes o que invitan a la reflexión fruto de una conferencia entre expertos organizada por The Economist : cerca de 165 millones de niños tienen su aparato digestivo atrofiado a causa de la desnutrición que sufren y, además dos mil millones de personas tienen algún tipo de deficiencia relacionada con las vitaminas y minerales.

Parte de la clave según Gordon Conway (Profesor de desarrollo internacional del Imperial College de Londres) es el bajo rendimiento que muchos pequeños agricultores obtienen en sus producciones en los países del tercer mundo y la necesidad de producir más con menos pero, al mismo tiempo, dar con una solución sostenible a largo plazo. Sin embargo, esta perspectiva sin dejar de ser probablemente cierta choca con la de otros expertos que afirman que ya se producen suficientes alimentos como para alimentar a todo el mundo, lo que habría que hacer (es fácil de decir) es que esos alimentos lleguen a todos. Según Kanayo Nwanze (presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola) alrededor del 40% de los alimentos producidos en África nunca llegan a la mesa, al tiempo que el 30% de los alimentos en los países desarrollados se desperdicia. “Nuestro problema –dijo- es la inequidad y la desigualdad con los países en desarrollo, de forma que los ricos cada vez más ricos y los pobres más pobres”.

Hambre

Por no hablar de las implícitas diferencias de género, de nuevo Nwanze afirmó que en estos países en desarrollo es imprescindible invertir en las mujeres, pero invertir de verdad. Así, según el mencionado post, en un estudio realizado en Costa de Marfil se puso de manifiesto que la inversión 1 dólar invertido en una campesina produce el mismo rendimiento que 11 dólares invertidos en un hombre. Algo que hay poner en contexto y que es difícil de cambiar cuando se sabe que al menos en Uganda, el 80% de los campesinos son mujeres y producen el 60% de los alimentos al tiempo que son poseedoras de tan solo el 1% de la tierra productiva. La mayor parte de esa tierra pertenece a los hombres, y muchos de ellos se dedican a cultivar tabaco en vez de alimentos debido a la rápida “monetización” que obtienen.

No faltaron representantes de los “grandes” en la mencionada reunión, por ejemplo Monsanto, el primer productor de semillas del mundo que, representado por Hugh Grant, presidente y director ejecutivo, mencionó que una de sus metas a medio plazo consiste en producir semillas que dupliquen su rendimiento mientras necesitan menos recursos y agua como principal de ellos.

En definitiva y entre tanto lo mismo de siempre, hambre para muchos y opulencia desbordada para otros, mientras las bonitas palabras de igualdad, sostenibilidad, investigación, optimización de recursos, etcétera planean, grandilocuentes, en las reuniones “importantes”, y campañas como las de SUN y Acción Contra el Hambre se parten la cara con escasos resultados globales.

¿Y tú, cuál es tu opinión sobre las causas y posibles soluciones para este problema del hambre en el mundo?

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Imágenes: marinafrica vía freedigitalphotos.net

AECOSAN: nueva Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición

Tal cuál se llama esta nueva Agencia, por sus siglas AECOSAN, que nace de refundir el Instituto Nacional del Consumo (INC) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).

Ministerio de sanidad

Sorpresa, no puedo decir otra cosa, me ha causado el conocer a partir de esta nota de prensa que nos hace llegar el Ministerios de Sanidad, Servicios Sociales e igualdad, que desde el 3 de febrero se crea este nuevo organismo autónomo que asumirá las respectivas competencias de los mencionados Instituto y Agencia, hoy ya desaparecidos.

Según el MSSSI esta nueva AECOSAN facilitará una sola dirección para garantizar la unidad de criterio, facilitar las funciones en el cumplimiento de las tareas y ganar en eficacia y eficiencia de la gestión de la Administración General del Estado. Puedes consultar en este enlace las personas y sus respectivos cargos que se encargarán de la dirección de esta nueva Agencia.

No seré yo quien cuestione la idoneidad de esta medida ni el que dude de las buenas intenciones expresadas en la consecución de esos objetivos. Sin embargo, esta nueva AECOSAN ya ha comportado algunos inconvenientes, menores todo hay que decirlo, a algunos usuarios. Por ejemplo, siendo la antigua AESAN un referente en este y otros blog a los que nos une una especial alusión a temas sanitarios y nutricionales, se hace difícil de digerir que esa mayor eficacia y eficiencia de la que se habla, pase por haber dejado inútiles buena parte de todos aquellos enlaces (hipervínculos) que unos y otros autores de este tipo de blogs hemos venido dirigiendo en diversas entradas a los contenidos de la extinta AESAN. Hoy, esos enlaces te conducen de forma sistemática y bastante irritante a la misma página en la que se anuncia la creación de la AECOSAN en vez de al contenido en sí que se quería facilitar a los lectores. Si todavía se está a tiempo sería estupendo que arreglaran este sancocho, yo se lo agradecería en el alma.

Y ya que estamos, por pedir que no quede, sería estupendo que en aras de los derechos de los consumidores a los que supongo defiende la AECOSAN, debido a sus inconfundibles connotaciones sanitarias y apelando a esa mayor eficacia y eficiencia, sería estupendo que se regulara de verdad y de una vez por todas la comercialización de todas aquellas estrategias fraudulentas que tienen como reclamo la pérdida de peso y el adelgazamiento. Las hay a patadas y sus promotores no se esconden, así que ánimo. De nuevo les quedaría profundamente agradecido.

Buena suerte y buena singladura para esta nueva AECOSAN

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Cocinando soja verde por primera vez

El otro día en mi supermercado de costumbre vi un alimento inédito en sus estanterías, se trataba de aquello que se llama soja verde (Vigna radiata) cruda y en grano. Evidentemente se encontraba en la sección de legumbres y sucumbí a la tentación de comprarla para cocinarla.

Como no tenía ni idea y mis recetarios domésticos no incluían la menor mención a esta legumbre, no tuve otro remedio que recurrir a “San Internet”, ahí sí que sí, había un variado muestrario de recetas, algo muy de agradecer, pero al mismo tiempo unas muy diferentes recomendaciones sobre el como cocinarla.

Visto que en la redecilla en la que se presentaban no había recomendación ni consejo alguno sobre su preparación solo me quedó la alternativa de procesar toda la información que había leído en la red y esperar que mis conclusiones llevadas a la práctica ofrecieran, ya en el plato, un resultado conveniente.

Soja verdeEl primer escollo con el que te encuentras cuando el productor o distribuidor no han tenido la gentileza de poner ni una sola indicación al respecto es la cuestión del remojo. Como en todas las legumbres secas se hace preciso un periodo de remojo previo a su cocinado (como las lentejas, los garbanzos, etcétera). El caso es que la información al respecto en Internet era muy variopinta. La mayor parte de las páginas que sugerían un remojo de unas diez 10 horas, otras de unas 3… y había una que proponía un remojo de tan solo 45 minutos (esto me pareció muy raro). El caso es que al final me decidí por ese remojo de 10 horas. Y lo cierto es que creo que me pasé; tras este tiempo los granos estaban ya bastante tersos, pero al mismo tiempo relativamente tiernos.

Luego estaba el tema del cocinado, de su cocido. En muchas páginas proponían tiempos de cocción de 40 minutos en una cazuela convencional (tras las 10 horas de remojo, sí). Visto como las tenía ya de “blanditas” decidí que lo mejor era ponerlas a cocer cual de lentejas se tratara (con una punta de jamón sin grasa) e ir probando periódicamente. E hice bien ya que en apenas 19 minutos los granos de soja ya se estaban empezando a abrir y por tanto pidiendo a gritos que las sacara del fuego.

Mientras se cocían hice un sofrito de cebolla, ajo cortados en brunoise y zanahoria en ruedas finas al que, una vez más o menos listo, agregue un tomate de buen tamaño pelado y en trozos grandes. Escurrí la soja verde y la agregué al sofrito. Como además nos había sobrado algo de arroz basmati con “arroz salvaje del día anterior, también se lo añadí. El resultado es que se puede comprobar en la foto. Por cierto, como se puede apreciar en el momento de emplatar, acompañé la receta con unas ruedas de berenjena asadas al horno.

Receta soja verde

Mi opinión: Aparte de mejorar el tema del remojo y la cocción para la próxima vez (quedaron un poco demasiado harinosas) el aspecto del plato fue bastante apetecible. Ahora bien, a la hora de probarlo me llevé una desilusión. Se trata de una legumbre “plana” en cuanto a sus características organolépticas, sosa o incluso insípida, sin personalidad alguna; y que ni tan siquiera se “empapa” de los sabores de los otros alimentos. Al menos la que yo probé (que luego me di cuenta, era de origen argentino). La parte más positiva es que al menos en el plato, el hollejo pasaba totalmente desapercibido. Y digo bien en el plato por que los efectos secundarios de haber comido legumbres fueron importantes: flatulencias y una cierta aceleración del tránsito destacables (nos pasó a todos a pesar de estar acostumbrados a comer legumbres con cierta periodiodicidad)

Nos queda soja verde para 2 veces más (compré medio kilo y gastamos 150g para dos adultos y dos niñas) y por mi parte lo tengo claro, y después de eso creo que tardaré bastante en volverla a meter en mi cocina, salvo que me aseguren unas características excepcionales. En mi opinión, donde estén unas buenas lentejas, unas habitas, unos guisantes, unas alubias (blancas, rojas o pintas) o unos buenos garbanzos… que se quite la soja verde de en medio. Será muy exótica, muy verde y todo lo que uno quiera, pero a mí no me ha convencido.

¿La habéis probado, qué os ha parecido…? Podéis dejar vuestros comentarios a continuación. ¡Gracias!

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El nutricionista de la general: y van dos (años)

Hoy ponemos dos velitas en la tarta… estoooo, va ser que no, las tendremos que poner en la naranja que probablemente me tome de postre junto a mis hijas. Bueno, velitas a parte, hoy cumple dos años “El nutricionista de la general” y me ratifico en que sigue siendo una experiencia maravillosa… ya veremos cuanto lejos queda el suelo.

dos años

Los agradecimientos son infinitos otra vez. En primer lugar a vosotros los lectores. Quiero dar una especial bienvenida a todos esos nuevos lectores que no son pocos (las cifras cantan por si solas) y por supuesto agradecer la fidelidad de los de siempre. Es un topicazo, pero no deja de ser estrictamente cierto: esto sin vosotros no sería (ni igual, ni parecido, a secas: no sería). Para todos vosotros, recordaros que tenéis reservado el espacio de comentarios y por supuesto el enlace de “contacto” que tenéis en esta página arriba a la izquierda. Ya que estamos por aquí, quiero recordar (me lo habéis preguntado varias veces) cómo se puede obtener un listado de todas las entradas del blog, ya que está empezando a tener un volumen considerable. Ese listado se puede obtener siguiendo el enlace de al lado (arriba a la derecha) y que pone “archivo”. También se puede hacer una búsqueda por palabras clave en la barra de búsqueda de arriba a la derecha.

Tengo que seguir agradeciendo con especial insistencia a mis jefes y compañeros en este medio. Suena a broma (peloteo es otra posibilidad) pero de verdad que no tengo más que palabras de gratitud hacia ellos, por su apoyo, ayuda y consejos ofrecidos de forma incondicional y de la mejor manera posible. No los cito porque no quieren verse en estas, pero ellos ya saben quien son. En general también, quiero agradecer a todos los que en persona (muchos) o partir de las redes sociales (infinitos de nuevo) me habéis felicitado por el trabajo. Sin esas palabras de aliento esto seguro que no sería lo mismo.

Bien, dicho esto veamos con cifras qué nos ha deparado este año de singladura. Lo cierto es que no se puede uno quejar:

  • Post publicados: 237 (6 más que en 2012, lo que en suma hace un total de 468)
  • Comentarios recibidos: 3.088 (10% más que en 2012)
  • Visitas: 1.541.904 (75% más que en 2012)
  • Páginas vistas: 1.888.585 (85% más que en 2012)
  • Usuarios únicos: 1.498.297 (74% más que en 2012)

Y tal y como hice el año pasado, me gustaría celebrar con vosotros este aniversario entresacando las entradas que más visitas han recibido. De este listado he eliminado las del año 2012 ya que siguen estando disponibles en 2013 y por tanto jugarían “con trampa” a la hora de contabilizar las visitas recibidas:

Por último, vuelvo a disculparme si en algún momento alguien se ha sentido ofendido, nunca ha sido esa mi intención.

¡Gracias y a por el siguiente!

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Imagen: Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

Marketing directo a los sentidos: ¿compras por encima de tu voluntad?

A poco que sigas este blog ya conocerás la fascinación que supone para mí el mundo de la publicidad y la mercadotecnia. No se trata de una cuestión intrínsecamente profesional, a fin de cuentas solo soy un dietista-nutricionista, pero me maravilla la forma y manera con la que las distintas ardides publicitarias condicionan nuestras decisiones de compra. Las podemos llamar como digo “ardides”, pero también estratagemas, estrategias o herramientas… todo depende lo a favor o lo en contra que se esté de su empleo.

A fin de cuentas se trata de responder a la pregunta de qué es lo que finalmente condiciona que terminemos por comprar o no un producto, o que compremos un producto en concreto y no otro de la competencia… o, en resumen ¿qué procesos estimulan el botón de compra?

Al final, tal y como traslada el reportaje de Documentos TV que hoy te invito a ver, se trata de conocer qué grado de libertad tiene el consumidor a la hora de elegir aquello que compra, hasta qué punto se condiciona su voluntad, o bien con qué herramientas cuentan los productores y vendedores de un determinado producto o servicio… más en especial cuando la psicología, el neuromarketing, la neurotecnología, y otras ciencias afines se ponen en juego.

Al final, que te compres un determinado teléfono o un pantalón en particular tendrá sus consecuencias pero no serán las mismas de terminar de adquirir y por lo tanto seguir un determinado tipo de alimentación. Los colores, los aromas, la música… las emociones incluso, asociadas a un determinado producto y no a otro terminan siendo importantes motores de compra. Características o valores que el productor y el punto de venta sacan a relucir en consonancia, o no (y este es el matiz importante), con las verdaderas características de aquello que terminamos por adquirir. Y llegado el caso por consumir, claro.

Aquí te dejo con el reportaje “Consumo, el imperio de los sentidos” un reportaje de Documentos TV con guión del muy recomendable Curro Aguilera (@curroaguilera). Para verlo tienes dos opciones: pinchar en este enlace para disfrutar de él en la página de RTVE a la Carta; o bien verlo a través del enlace de Youtube de a continuación.

Si una reflexión eminentemente práctica me ha quedado clara de este reportaje es sin lugar a dudas la que al final del mismo hace Javier González Recuenco (@Recuenco, Profesor de Marketing ESIC-ICEMD):

Todo se soluciona con educación, todo. El problema es que no nos enseñan a comprar. Hasta que no entendamos que comprar es una parte fundamental (porque es algo que realizamos la mayor parte de los días) de la educación de una persona, pues va a ser muy complicado […] sin embargo, yo creo que es absolutamente clave el saber diferenciar entre un agente de marketing que no termina de ser honesto (por que toma “atajos”), y una serie de personas que no deberían salir a comprar si no tienen un mínimo de educación y están mínimamente preparadas para salir a una jungla cada vez más sofisticada.

¡Bravo!

Resaca: un clavo no saca otro clavo, lo mete más

Naypong vía freedigitalphotos.net

Naypong vía freedigitalphotos.net

Buenas a todos y feliz año. Decía hace un año justamente que la búsqueda en Internet de remedios para la resaca se dispara de forma significativa durante los fines de semana y muy en especial en el día de Año Nuevo, es decir hoy. Si quieres, puedes consultarlo en este enlace.

En cuanto a los remedios, siento decirte que no estamos mucho mejor que hace un año. No hay remedios válidos propiamente dichos y sí muchos bulos y remedios populares que, o bien no sirven nada más que para hacerte hacer el idiota (algo no muy difícil en el estado de vulnerabilidad que te deja la resaca) o, lo que es peor, para agravar ese lamentable estado que implica una púa de primera división.

Entre los remedios caseros más absurdos que se oyen a lo largo y ancho del mundo están por ejemplo el de frotarse medios limones en las axilas o el clavar 13 alfileres negros en el corcho de aquella botella de la que hayas bebido. Esto de los alfileres se ve que debe ser muy antiguo ya que veo difícil eso de clavar nada en, por ejemplo, una botella de ginebra con sistema irrellenable. Es decir, a día de hoy la mayor parte de las botellas de bebidas alcohólicas no se cierran con corcho… eso por no hablar de la dificultad de acudir a los distintos bares en los que estuviste para pinchar botellitas.

Volviendo al tema de los limones hay otro remedio que plantea colocar un limón entero en la axila del brazo con el que habitualmente se bebe y pasar así el día. En fin, ya te digo que estas tonterías caen por su propio peso. Sin embargo, la cosa se complica con el remedio más popular y desaconsejable de todos (peor que el de los limones). Se trata de volver a beber bebidas alcohólicas para pasar la resaca… y que se explica popularmente con lo de que “un clavo saca otro clavo”.

Lo cierto es que esta creencia es muy popular en muchos países, hasta el punto que se expresa textualmente así en distintos idiomas (italiano, búlgaro, rumano, turco…) y con los mismos fines de “aliviar” la resaca. Con el mismo sentido y con la misma intención se utiliza en inglés la expresión Hair of the dog (el pelo del perro) cuya etimológica eficacia responde al tratamiento (también absurdo) de curar la mordedura de un perro rabioso colocando un pelo de ese perro sobre la herida, una especie de similia similibus curantur canino y alcohólico (la expresión latina alude al primer principio homeopático que sostiene que “lo similar” cura a “lo similar”, o que lo que es capaz de causar una serie de síntomas, al mismo tiempo te los puede curar –sin comentarios-) ).

A día de hoy no hay una explicación convincente sobre la práctica de volver a tomar bebidas alcohólicas para tratar los efectos de la resaca y, a pesar de que te lo disfracen de bloody mary o de otras combinaciones con nombres más o menos exóticas, esta conducta, en el mejor de los casos no supone un remedio sino un aplazamiento de los síntomas. Pero un aplazamiento con consecuencias.

Los efectos de la resaca se deben en gran medida además de a la posible deshidratación, a la acumulación de metabolitos fruto de la degradación de ese alcohol ingerido. Aportar más alcohol en esas circunstancias solo puede: a) favorecer de nuevo la diuresis, es decir, más deshidratación y b) seguir generando más tarde o más temprano más metabolitos que ocasionen los mismos síntomas con provocan la resaca. Es decir, volver a tomar alcohol te puede volver “a colocar” o a embriagar en mayor menor grado. Ese estado puede suponer una especie de anestesia para los síntomas de la resaca que, cuando se pase, volverá a poner de manifiesto esos mismos síntomas.

Para que me entiendas fácilmente con un ejemplo: volver a beber para pasar la resaca es como pedir un crédito para cubrir la deuda de otro crédito… al final tendrás que pagar los dos lo que, como es fácil entender, es aun peor que pagar uno solo.

Así pues, mi consejo es el mismo que el del año pasado: sopa, manta y orinal… y replantearte en serio si te compensa lo de haber bebido tanto.

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Ahora sí que sí: ¿cuánto dinero más supone llevar una dieta saludable?

africa vía freedigitalphotos.net

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Este es un tema recurrente en el blog, y con los tiempos que corren, además, importante.

Entre los profesionales de la salud es habitual comentar que el seguir una dieta saludable es más caro que seguir un estilo de alimentación… a la buena de Dios (por decir algo). Sin embargo, hasta la fecha no contábamos con datos concretos. Hasta ahora.

Recientemente se ha publicado un estudio que precisamente pone estas cuestiones en tela de juicio y ha valorado las diferencias económicas entre seguir una dieta más o menos saludable y otra que no lo sea. Se publicó a principios de diciembre en la prestigiosa British Medical Journal con el elocuente título Do healthier foods and diet patterns cost more than less healthy options? A systematic review and meta-analysis (¿Son los alimentos y las dietas saludables más costosas que aquellas opciones menos saludables? Revisión sistemática y metaanalísis). Sus resultados son elocuentes y, porqué no decirlo, preocupantes. Elaborado en el marco de la Escuela de Salud Pública de Harvard y capitaneado por Dariush Mozaffarian, todo un referente en estas cuestiones, ha llegado a los siguientes resultados y conclusiones:

Las dietas saludables son cerca de 1,1 €/día más costosas que aquellas menos saludables. Para obtener estos resultados se compararon los precios de los alimentos y aquellos estilos dietéticos más “saludables” frente a aquellos menos saludables.

En este estudio se consideraron como “saludables” aquellos patrones dietéticos que estaban caracterizados por la presencia de frutas, verduras, pescado y frutos secos, frente a aquellas con una especial presencia de de alimentos procesados, carnes y derivados y alimentos elaborados con cereales refinados.

El gran problema, apuntan los autores de este estudio, podría resumirse en que las dietas no saludables cuestan menos porque las políticas alimentarias se han centrado en la producción de «bajo costo y alto volumen» de productos básicos, lo que ha llevado a «una compleja red de capacidades agrícolas, almacenamiento, transporte, procesamiento, fabricación y comercialización en la que se favorecen las ventas de productos alimenticios altamente procesados con fines de lucro«.

Como posible solución los autores opian que la creación de una infraestructura similar que apoyara la producción de alimentos saludables podría ayudar a aumentar la disponibilidad y reducir los precios de las dietas más recomendables.

Dariush Mozaffarian sostiene que

Aunque las dietas más saludables cuesten más, la diferencia con las menos saludables no son tan grandes como se asume de forma general.

Bueno, eso es lo que él considera porque 1,1€/día de más por persona implica más de 400 € de más cada año por persona lo que, sin lugar a dudas, supone un exceso difícil de asumir por muchas familias. Imaginemos una familia de 4 miembros… 1.600€ de más el seguir una dieta saludable que otra que no lo sea tanto… eso es difícil de asumir. Sin embargo, los investigadores creen que esta diferencia de precios es muy pequeña en comparación con los costos económicos de las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, que se reducirían dramáticamente si se siguiera una alimentación más saludable. Y en eso, que queréis que os diga, creo que tiene buena parte de razón, o de intuición.

En esta entrada del muy recomendable blog ¡A tu salud! de Joan Quiles (@JoanQuiles) tienes consejos prácticos para reducir costes a la hora de planificar una cesta de la compra más saludable.

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